El radicalismo fueguino recordó en el busto del Dr. Raúl Alfonsín la victoria histórica que significó la vuelta a la democracia en la República Argentina hace 34 años. La legisladora Liliana Martínez Allende fue la principal oradora y destacó que “Alfonsín personificó lo mejor que podíamos ser los argentinos en el 83”.
Río Grande.- El radicalismo fueguino, en conjunto con dirigentes y referentes políticos de diversas fuerzas políticas e integrantes de Cambiemos, recordaron y destacaron la imagen del extinto presidente Raúl Alfonsín al cumplirse 34 años de la histórica victoria electoral que le puso fin a la dictadura y abrió la puerta a la democracia.
Del acto central participaron los legisladores Pablo Blanco y Liliana Martínez Allende, el concejal Paulino Rossi, el electo diputado nacional Héctor Stefani, autoridades partidarias, referentes políticos y afiliados al centenario partido.
La principal oradora, fue la legisladora de la UCR, Liliana Martínez Allende, quien en su discurso indicó que “en esta fecha siempre resaltamos la figura del Dr. Alfonsín, no es para menos, fue él elegido como presidente de los argentinos después de siete años de dictadura, la más dolorosa, la más sangrienta”.
“Alfonsín fue constructor de la democracia desde lo político y desde los hechos, la institucionalidad fue siempre un pilar en sus discursos y acciones” sostuvo.
Asimismo la parlamentaria radical se preguntó “Pero ¿qué tenía de especial Alfonsín que no tenían otros políticos de la época? ¿Por qué él? Alfonsín personificó lo mejor que podíamos ser los argentinos en el 83.
Al respecto señaló que “representó, de manera material, el deseo de vivir en democracia, de dejar el autoritarismo detrás y de construir un país en que todos sus ciudadanos gozaran los derechos que la Constitución les garantizaba, una Constitución que durante mucho tiempo había sido olvidada”.
“Alfonsín fue alguien muy particular y su llegada a la presidencia no fue casual, su recorrido, sin saberlo, lo preparó para hacerse cargo de la presidencia de la República, sus estudios universitarios, el sumarse al radicalismo junto a Balbín; su posterior alejamiento de las filas balbinistas al formar el movimiento de Renovación y Cambio, hasta llegar al momento en que, con el apoyo de la juventud, organizaciones radicales universitarias y de los históricos del partido, fue consagrado candidato a la presidencia”, recordó.
Martínez Allende puntualizó que “siempre se habla de las elecciones del ‘83 como la vuelta de la democracia, sin embargo creo que en ese momento estábamos viviendo otra cosa, dado que desde la década del 30 en Argentina sólo habíamos tenido atisbos de elegir representantes, con proscripciones, fraudes y golpes de estado, todo esto nos muestra que no teníamos una democracia a donde volver. El inicio de la presidencia de Alfonsín cambió esto”.
“Fue el nacimiento de la verdadera democracia en la Argentina”, aseguró la legisladora.
“Recorrer el camino que decidió Alfonsín no fue fácil. Significó ser la cara visible del cambio deseado por todos los argentinos, pararse con la frente en alto y enfrentar la violencia militar, sindical y el patoterismo de algún que otro partido que también disputaba el mismo cargo”, insistió.
“Puede que la presidencia de Alfonsín no haya sido la mejor pero no quedan ninguna duda que fue una de las más importantes. Y es así porque fue en esa presidencia en donde se asentaron los bases para que los derechos humanos y políticos sean reconocidos como parte del sistema jurídico de nuestro país, porque tuvo la valentía de enfrentarse a la violencia de manera pacífica y legal, cosa que jamás pudieron hacer aquellos que decían estar luchando contra el aparato terrorista de la última dictadura” explicó. Fue una de las más importantes porque en ese momento el máximo dirigente de nuestro país se dio cuenta que los argentinos no podíamos seguir viviendo divididos, que debíamos sanar las heridas que nosotros mismos nos habíamos infligido.
Sacrificó posiciones personales en post del beneficio del país y de su partido, incluso enfrentando la crítica del propio radicalismo.
Su elección como presidente tuvo un significado mucho más grande del que se esperaría de cualquier representante del pueblo. Alfonsín convirtió el concepto de democracia, hasta entonces solo la definición de un sistema político, en un símbolo, en un valor al que todos aspiramos. Definitivamente un logro mayor al de cualquier presidente que lo haya precedido.
Lo que hoy, 34 años después de ese nacimiento democrático debemos plantearnos, es qué estamos haciendo con el legado que nos dejó el presidente Alfonsín.
Por último, la parlamentaria realizó un análisis de la actualidad y sostuvo que “Nos encontramos en un momento en el que la Argentina necesita de todos nosotros, debemos cambiar nuestra forma de hacer política. Debemos centrarnos en el diálogo, en volver a plantear objetivos comunes para todos los argentinos, y trabajar en conjunto para poder alcanzarlos. Dejar de lado nuestras diferencias parece ser el primer paso que debemos dar. Pero, no nos equivoquemos, esas diferencias deben quedar de lado siempre teniendo como objetivo final el fortalecimiento de las instituciones, el reclamo de justicia y el destierro de la corrupción”.
“Es nuestra responsabilidad como argentinos y como radicales, dejar de lado las divisiones, el agravio y la violencia para lograr que la Republica Argentina vuelva a ser ese faro de democracia con el que Alfonsín soñó”, finalizó la legisladora Martínez Allende.