El Plan impulsado por la provincia tiene como objetivo incrementar la producción de forraje para aprovechar el potencial productivo de Tierra del Fuego. El INTA brinda asesoramiento técnico y acompaña a los productores. Se destacó la cantidad de material producido.
Río Grande.- El Gobierno de la Provincia presentó el año pasado el Plan Forrajero, un programa que pone a disposición maquinaria agrícola para mejorar la producción de alimento para el ganado y del cual participan activamente tres establecimientos ganaderos. Desde el área de ganadería extensiva de la Agencia de Extensión Rural Río Grande de INTA se brindó asesoramiento técnico para fertilización, siembra, cosecha y uso adecuado de la maquinaria.
El ingeniero Agrónomo Dusan Canalis, responsable de dichas actividades, realizó un balance respecto al primer año de la implementación del Plan.
“Desde el enfoque estrictamente productivo podemos decir que fue bueno. Fue una temporada con varias lluvias oportunas que hicieron que, a pesar de los vientos de diciembre y enero que tienden a secar los cultivos, el suelo cuente con una buena reserva de humedad”, explicó el profesional.
La asistencia técnica fue para la utilización de la maquinaria, poder graduar las aplicaciones y productos a utilizar y la siembra de alfalfa y avena. También se fertilizaron vegas lo cual permite contar con forraje de alto valor proteico, necesario en los meses de invierno. En cuanto al aspecto técnico surgieron algunos inconvenientes con la maquinaria que retrasaron tiempos valiosos para la preparación del suelo.
“No pudimos pasar la máquina en otoño, que es momento ideal para pasar la rastra y hacer esos tipos de trabajo, y lo terminamos haciendo en primavera, días antes de sembrar” relató el Ingeniero. Esto hizo que el terreno no esté bien preparado y el cultivo haya crecido desparejo, pero a grandes rasgos se puede decir que el saldo fue positivo por la gran cantidad de pasto que se produjo.
Además, en el futuro es necesario trabajar junto a los productores para optimizar al máximo el aprovechamiento del forraje. “La avena y alfalfa producida tiene un costo mayor al que nace naturalmente y si no se utiliza como se debe, no genera rédito”, argumentó Canalis. Es por eso que se realiza tareas de asesoramiento como complemento de la extensión.
El trabajo es en conjunto, así como el INTA pone a disposición el personal técnico para orientar la producción, el Estado provincial provee la maquinaria y los productores invierten en gasoil para las mismas, semillas y fertilizantes.
Esta iniciativa propone generar un cambio en el sistema productivo para reducir los costos de la producción y generar un producto local genuino. “En la actualidad el ternero nace, se lo deja al pie de la madre, se lo desteta a los seis meses y viaja al continente, se los engorda y vuelven carneados y eso además de generar muchos gastos, ya que se exporta materia prima y vuelve un producto terminado, es una pérdida de potencial”, aclara el Ingeniero.
Junto a Las Violetas y Sara, Estancia y Cabaña La Fueguina forma parte de los establecimientos ganaderos que son beneficiarios de este programa.
“En La Fueguina pudimos sembrar una chacra de avena de tres hectáreas y media y pudimos fertilizar la vega”, comentó el administrador y presidente del Consejo Regional Patagonia Sur del INTA, Fernando Gliubich.
Coincide en la necesidad de planificar el uso y conservación del forraje aplicando nuevas tecnologías.
“En la región austral de Chile se está implementando silaje para conservar las pasturas para aprovechar mejor los recursos”, explicó el productor.
“Con estas políticas se puede estimular la producción y mejorar la calidad y cantidad del forraje gracias al manejo sustentable del suelo. Para la próxima temporada estimamos fertilizar cien hectáreas, para concentrar el esfuerzo”, adelantó Gliubich.
El INTA forma parte de estas iniciativas que buscan mejorar las capacidades de innovación en el sector agropecuario y generar competitividad y desarrollo en el sector rural.