Superan los 300 metros de eslora y tienen una capacidad de cuatro mil pasajeros, más dos mil tripulantes, y comenzarán a arribar la próxima temporada. Ayer se oficializó el cierre de la actual, con cifras récord y un crecimiento del turismo antártico cercano al 40 por ciento en los últimos años. El presidente de la Dirección de Puertos anunció además la readecuación del viejo edificio de Río Grande para la pesca artesanal. La obra comenzaría este año.
Río Grande.- El presidente de la Dirección Provincial de Puertos Néstor Lagraña dialogó con Radio Universidad 93.5 sobre el cierre de la temporada de cruceros, que arrojó cifras récord en la provincia.
“Fue un día muy especial para nosotros, tuvimos un evento en el hotel Las Hayas y nos acompañaron todos los actores relacionados con esta actividad. Este es un trabajo en conjunto y nosotros requerimos de los servicios que realizan los privados, además de las autoridades del puerto”, manifestó.
“La temporada fue muy buena y hemos crecido respecto de las recaladas en un 16%; y un 26% en lo que respecta a la cantidad de cruceristas, con relación a la temporada anterior. Estamos cerrando en 332 recaladas y 120 mil cruceristas”, precisó.
La expectativa crece con la obra de ampliación del puerto, porque “son 252 metros más de muelle. Los trabajos se están haciendo y lógicamente aparecen determinadas complicaciones, pero por suerte en toda la temporada pudimos trabajar de forma normal a pesar de que estaban los equipos realizando la perforación de suelo. Una de las preocupaciones que tenían los cruceros de 300 metros de eslora era la potencia de sus hélices en la maniobra de acercamiento al muelle”, dijo.
Subrayó que “el crecimiento de esta actividad no lo decimos nosotros, sino todos los operadores que definen la ruta. En el tema del turismo antártico se estima un crecimiento del 35 al 40% en los últimos cuatro años; con relación a la actividad de los grandes cruceros, para la próxima temporada está confirmado el recambio por dos cruceros más grandes que superan los 300 metros de eslora, y duplican la cantidad de pasajeros y tripulantes. Estos dos barcos equivalen a 20 mil cruceristas más para la próxima temporada. Hay un barco que trae 4.500 pasajeros más 2.000 tripulantes, así que es un movimiento importante. Tienen todos los servicios y realmente es una ciudad flotante”, sostuvo.
La ampliación del muelle en 250 metros, con un ancho de 28 metros también implica mayor profundidad para las embarcaciones más grandes: “La profundidad actual es de 10,80 metros, sin contar la marea, que es un metro y medio de promedio. Con esta ampliación vamos a llegar a 14 metros aproximadamente. El barco más grande que va a venir en la próxima temporada tiene un calado de 8,60 metros. Estos buques tienen un calado parejo y, al ser tan largos, no ocupan todo el frente de atraque”, explicó.
Las mejoras en el puerto de Ushuaia van de la mano con las de Puerto Madryn, que junto con el puerto de Buenos Aires forman parte de la red por la que circulan los cruceristas. “La obra de Puerto Madryn está un poco más avanzada que la nuestra, pero los trabajos se están haciendo y ninguna de las dos obras se han paralizado. Lógicamente hay compromisos y las empresas de cruceros quieren previsibilidad y exactitud, porque ellos venden dos o tres años antes la ruta. Para la temporada que viene nos va a faltar un poco más para terminar la obra”, aclaró el funcionario.
Depósito fiscal más ágil
También se refirió a la situación del depósito fiscal y la agilización de trámites. “Prácticamente nuestro depósito fiscal está destinado a la operatoria de turismo antártico, y nosotros estamos moviendo el 90% del turismo antártico. Con el crecimiento que se prevé nos tenemos que preparar para este tipo de situaciones. Esta temporada vinimos muy bien y estamos muy conformes, porque hemos cumplido con todo lo que establece la Aduana con relación a los escáneres para el control de lo que se deposita en el lugar, el circuito cerrado de televisión, los caniles, el cerramiento hermético como establecen las normas. En ese sentido hemos mejorado un montón. El director regional de la Aduana dijo que es uno de los depósitos fiscales de la Patagonia que está en mejores condiciones y cumple con los requisitos”, resaltó.
Consultado sobre el segundo puerto de Ushuaia que está previsto, con una inversión de 70 millones, dijo que “es un proyecto para separar las actividades, para el movimiento de la carga y de la pesca. Cada una de las actividades requiere determinados servicios y la carga y pesca tienen una modalidad distinta de trabajo. Al dar prioridad a la actividad de cruceros, se cortan las maniobras de la carga y la pesca, o se dificultan, y lógicamente eso se traslada a los costos”.
El ingreso de contenedores no ha bajado de modo significativo y se sigue trabajando en la agilización: “A principios de año se firmó un acta compromiso entre las autoridades nacionales, nosotros, la Aduana, los dueños de los barcos, las empresas de estiba, para tratar de ser más competitivos y reducir los costos. Ahora estamos en la etapa de evaluación de la implementación y tenemos que corregir entre todos un montón de aspectos para lograr el objetivo. Ya tenemos muestras de que es más ágil la operatoria y que hubo un cambio sustancial en la manera en que veníamos trabajando”, aseguró.
“Tenemos que apostar al movimiento, al flujo, y tratar de captar toda la carga que viene por camión, porque la diferencia de costos es abismal. Pero al no ser tan previsibles los tiempos, muchas veces se complica nuestra operatoria y se demora mucho la estadía de la carga”, expresó.
Recordó que en materia de cabotaje marítimo “en 2016 teníamos cuatro barcos que hacían la ruta Buenos Aires-Ushuaia, y debe ser el único puerto que tiene un servicio regular de cabotaje nacional. La frecuencia depende de distintos factores y, cuando teníamos cuatro barcos, se buscaba mantener una frecuencia de uno por semana. Luego para reducir costos, a partir de fines de 2016, tenemos dos barcos en lugar de cuatro. Eso no significa que hayamos perdido capacidad de bodega, porque los cuatro barcos traían 400 contenedores aproximadamente y la capacidad era de 1.600 en total. Los dos barcos que tenemos ahora duplican esa capacidad y traen entre 800 y 900 contenedores; o sea que seguimos manteniendo la capacidad de bodega y el costo del flete no es el mismo al dividir por 400 que por 900”, comparó.
“Para el cabotaje nacional está el Argentino II, un barco incorporado a la matrícula argentina, y el otro barco es el Perito Moreno, que tiene un tratamiento de bandera argentina y es como si fuera un buque argentino”, apuntó del servicio actual.
Donde hubo cambios notables fue en la relación de la carga que llega para Ushuaia y para Río Grande: “Hoy un poquito más de la mitad de la carga que llega por barco queda en Ushuaia. Antes la relación era del 70% para Río Grande y el 30% quedaba en Ushuaia”, comparó.
En parte se debe a la situación de la industria, y también a la decisión de muchas empresas de optar por el transporte terrestre, dado que en camión la demora es de tres o cuatro días y por barco “llegamos a tener un promedio de 29 días. Eso no le sirve a nadie”, admitió Lagraña.
“Por eso estamos trabajando fuertemente en la modificación de la operatoria, que también requiere la agilización de documentación por parte de Aduana. Apostamos a que la operatoria del buque sea lo más rápida posible y tenga poca estadía en la plazoleta nuestra, y que salga directamente despachado a plaza desde el buque. Si reducimos tiempo y tenemos previsibilidad en la fecha de entrega, va a ser más beneficioso y económico para todos”, afirmó.
En materia de trámites “se está apuntando a la digitalización pero, como hay muchísimas reglamentaciones, hay que apuntar a cambiarlas también para la documentación de la mercadería y de toda la carga que trae el barco”, dijo.
Lo cierto es que el costo del transporte en camión y por barco implica un fuerte impacto en el precio final, dado que por mar se reduce a menos de una tercera parte. “El costo de flete por camión ronda los 8 mil dólares y el flete marítimo está en 2.500 dólares, por eso la idea es reducir sustancialmente ese costo”, sostuvo.
Agregó que también hubo cambios en Migraciones, “que atendía un crucero y el pasajero pagaba la tasa de migraciones. Si ese crucero tocaba Puerto Madryn y Buenos Aires, pagaba 14,80 dólares en cada uno de los puertos. Eran más de 44 dólares. En la actualidad eso se modificó y paga en un solo puerto, por el que haya entrado. Para la próxima temporada ya está confirmado que la tasa va a bajar a 10 dólares y nosotros acompañamos porque hemos bajado la tasa de 22 dólares a 18 dólares y en la próxima temporada lo vamos a tener en 15 dólares, al igual que Puerto Madryn”, adelantó.
“Así como apostamos al volumen de la carga, también queremos apostar a la cantidad de pasajeros y que vengan más barcos”, enfatizó.
Asimismo, dio cuenta de la importancia de la vinculación del puerto con la ciudad. “En la actividad de los cruceros, desde el puerto no hay que darle la espalda a la ciudad y tiene que haber integración. El crucerista entra por el puerto pero recorre la ciudad y los puntos turísticos de la provincia. En ese sentido, en esta temporada hemos implementado distintos procedimientos con la Municipalidad, con la Dirección de Tránsito de la provincia, con el INFUETUR, hemos montado operativos para recibir a los cruceristas y que puedan trasladarse a la ciudad de manera segura, que estén bien atendidos. Hubo muchas modificaciones en este sentido y nos falta recorrer un montón. Estamos aprovechando la experiencia de otros puertos que han quedado rodeados por la ciudad”, dijo.
Río Grande con espacio para pesca artesanal
Por otra parte, se lo consultó sobre la suerte que correrá el puerto de Río Grande y dijo que “está trabajando la CAF con el puerto Caleta La Misión y nosotros estamos colaborando con todos los datos y antecedentes que nos piden para redefinir esta situación. Es una obra que tiene más de veinte años y la actividad portuaria es muy dinámica, muy cambiante, y hay que ver si el objetivo que tenía esa obra en su momento es el mismo. Hay que ver qué tipo de destino darle y qué tipo de actividad. Para eso se requiere un estudio a conciencia y certero, para hacer las cosas bien”, indicó.
Si bien no hubo novedades en este punto, Lagraña dio una primicia para los pescadores artesanales y la comunidad en general, con el nuevo destino que se le dará al puerto chico ubicado en el casco de la ciudad. “No reúne las condiciones para ser operable, principalmente por las condiciones de ingreso por vía marítima, pero en estos días va a salir una licitación para retirar todo el tema del techo y va a haber otra licitación para modificar todo el edificio. Por lineamientos de la señora gobernadora le vamos a dar otro tipo de utilidad, para los pescadores artesanales entre otras cosas, con banquinas para pescadores.
Esto ya tendría que estar en ejecución pero tuvimos problemas en la licitación, por eso la estamos largando nuevamente, pero el objetivo es hacerlo este año”, confirmó, y adelantó que parte de la idea es instalar en el lugar un mercado con productos del mar.