Las situaciones de maltrato y violencia más habituales y extendidas en parejas de adolescentes y jóvenes están relacionadas con la manifestación de los celos y el ejercicio del control. Se ponen en evidencia y son potenciados por la utilización de las tecnologías de comunicación, como celulares, computadoras, tablets.
Río Grande.- La violencia (física, sexual y/o emocional) en el noviazgo son todas aquellas modalidades de vinculación dentro de parejas adolescentes que implican abuso de poder, la instalación paulatina de maniobras de dominación sobre la otra persona y, consecuentemente, la restricción de derechos y la producción de daños para quien las padece. Se puede dar en persona o vía tecnologías de comunicación.
El problema de la violencia hacia las mujeres se origina en la histórica discriminación que padecen éstas en las sociedades que avalan prácticas basadas en la inequidad entre mujeres y varones. Nuestra sociedad actual todavía transmite concepciones que favorecen una organización familiar autoritaria y verticalista desde la cual se genera desigualdad en cuanto a los derechos de sus miembros de acuerdo con el género.
En familias con roles estereotipados se replican posiciones asimétricas en la pareja y se transmiten creencias en torno al amor tales como la entrega incondicional, dar sin pedir nada a cambio, perdonarlo todo, etc.
La proveniencia de hogares donde se han vivenciado patrones abusivos de vinculación, sumado al inicio de las primeras vivencias de vínculos amorosos teñidos de romanticismo e idealismo, puede encontrar a jóvenes con menos recursos personales para protegerse de relaciones que los someten a perjuicios para su autoestima y salud.
El riesgo de violencia aumenta con: consumo de alcohol y/o sustancias, condición de inmigrante, padecer enfermedades discapacitantes, no tener una red social de contención (amigos, familia).
Señales de Alerta
En primer lugar, debemos identificar los indicadores que pueden dar cuenta de vinculaciones dañinas entre jóvenes. Muchas veces el carácter abusivo de una relación queda invisibilizado para quienes son sus protagonistas, ya que es muy factible que ocurra simultáneamente a demostraciones de afecto y deseos de estar juntos. Los adolescentes consideran las agresiones de sus parejas como una broma o como un juego que a veces puede «irse de las manos» o como respuestas «normales» ante malentendidos.
Los adolescentes pueden confundir los reclamos, los celos, las exigencias de mantener relaciones sexuales, la invasión en su intimidad, el control de sus actividades y relaciones con una muestra de interés por parte de sus parejas.
La familia y la escuela pueden aportar a la sensiblización sobre esta problemática, promoviendo la desnaturalización de los pilares socioculturales de la desigualdad en los vínculos. Son ámbitos donde se pueden brindar condiciones para que se genere con confianza un diálogo donde el adolescente sienta que puede ser escuchado sin juzgamientos, que reciba información sobre todas aquellas maniobras sutiles que limitan en el día a día, sus posibilidades de crecimiento y autonomía; y, que se lo oriente y acompañe en relación a los riesgos que le puede ocasionar el sostener un vínculo de este tipo.
Es conveniente que la familia y la escuela tengan en su agenda los recursos locales que abordan este tema en su comunidad (hospital, centro de salud, sistema de protección de niños y adolescentes con direcciones, teléfonos y días de atención).
El apoyo y la derivación temprana a servicios de asistencia y/o protección son recursos que pueden favorecer la interrupción o modificación de vínculos de pareja basados en el maltrato.
Información importante
Si necesitas evacuar dudas o tenes consultas, podes hacerlo dirigiéndote a la Comisaría de la Mujer y la Familia en Río Grande, ubicada en el barrio Intevu, sobre calle J. B. Thorne 2140. Atiende las 24 horas y el teléfono es, 02964 42-7377.
También te podes dirigir a Pasaje Roca y Almirante Brown, donde se encuentra ubicada la Defensoría Municipal. El horario de atención es de 9 a 17, sin embargo, llamando al 103 de Defensa Civil, te comunican con una persona del área. También podes llamar al 02964-15526548.