Pese a que algunas personas plantearon sus reparos al haberse informado que internos de la Unidad de Detención 1 de Río Grande cumplen tareas en la vía pública, desde la institución aseguran que la medida es positiva y que además los privados de la libertad que participan de este programa, son “seleccionados por el gabinete Criminológico y gozan de cierta confianza”.
Río Grande.- El director del Servicio Penitenciario, Claudio Canovas, fue consultado respecto de la presencia de estos internos realizando labores en escuelas de la ciudad de Río Grande, y allí confirmó que se trata de un programa de su autoría y del cual se responsabilizó plenamente.
El doctor Claudio Canovas informó a Radio Fueguina que, efectivamente, se trata de un grupo de presos con condena que están próximos a obtener beneficios de libertad (plena o limitada) que aceptan efectuar labores voluntarias, tal como se viene haciendo en Ushuaia, en acuerdo con entes del propio Gobierno provincial.
Los incluidos en el plan son voluntarios “seleccionados por el gabinete Criminológico, gozan de cierta confianza”, tranquilizó Canovas, agregando que “nunca salen solos, varios agentes penitenciarios van con ellos”.
Buscando minimizar la aprehensión de los vecinos que los han visto en plena labor en edificios escolares, el funcionario aclaró que cada uno de los incluidos en el plan de voluntariado “Tiene una estadía en su condena que implica que están cerca de obtener los beneficios propios del régimen”. La vigilancia es discreta, no siempre apreciable por los testigos, los vigiladores “están de civil, igual que ellos visten overol blanco”, explicó.
Las imágenes que acompañan esta nota dan cuenta de trabajos de pintura en los frentes de las escuelas 19 y 23 de Río Grande. Pero Canovas remarcó que, además de ello, “hemos arreglado sillas y bancos para algunas escuelas, rejas sociales, con mano de obra de la unidad”.
También dentro de la unidad se realizan labores de horticultura. Detalló el comisario Canovas que “estamos donando al Comedor de María lo que se siembra en la Unidad de Detención”.
“La idea –informó el funcionario- es que los internos que han hecho un mal a la sociedad devuelvan por lo menos algo”. Que una vez cumplida la condena “cuando salga en libertad, entienda que puede hacer otras cosas, que le sirva el trabajo, que vaya teniendo la responsabilidad de ir a trabajar”.
Ante la consulta puntual, el Jefe del Servicio Penitenciario advirtió que se evita el contacto de los presidiarios con los circunstantes testigos de su tarea: se intenta “que vayan a su trabajo y no empiecen a socializar con los vecinos”, descartó.
Cómo funciona
*Es voluntario, el interno elige si participa del plan.
*Se debe contar con autorización del juez y estudio favorable.
*Sólo para condenados, cerca de cumplir la condena.
*No reciben pago extra por su labor.
*Están vigilados permanentemente por personal del Servicio Penitenciario.
*Existe modalidad de trabajo voluntario dentro y fuera del penal.