La medida de fuerza se implementó en las oficinas de Río Grande y Ushuaia. Fue para responder a los “despidos masivos” que se suceden en el organismo, dijeron desde el sector gremial. También para rechazar “la disminución del presupuesto y la terciarización de los servicios de inspección”.
Río Grande.- La medida arrancó este jueves y tuvo una duración de 48 horas, en las dos dependencias fueguinas del SENASA. Según trascendió, se llevó a cabo un «paro activo, en consonancia con el reclamo a nivel nacional, por despidos masivos, recorte de presupuesto y precariedad laboral”, impulsado por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE).
En este sentido, desde la sede del organismo sanitario en Ushuaia comunicaron que la medida es «en adhesión a las medidas tomadas por los gremios que los representan» -ATE y APUMAG-, y obedece «a los despidos masivos en el organismo, la disminución del presupuesto y la terciarización de los servicios de inspección», informó el portal “Infofueguina”.
También se dejó de manifiesto que esta decisión «afecta directamente al usuario, especialmente a los dueños de mascotas que viajan por el fin de semana lago», razón por la cual los propios empleados se encargaron de informar a los veterinarios y el centro de Zoonosis, para que pudieran acercarse a las oficinas a realizar trámites previo al comienzo de la medida de fuerza.
Para entender la situación de incertidumbre y precariedad que se vive en ambas oficinas fueguinas, fuentes consultadas por ese medio dieron cuenta que el único móvil disponible en Río Grande se encuentra averiado desde hace tiempo, y que el designado para Ushuaia no puede circular desde hace 10 días, porque no se paga la cuota del seguro obligatorio.
«Hacemos las inspecciones movilizándonos en nuestros propios vehículos, pagando la nafta de nuestro bolsillo», aseguraron.