La responsable de la ONG, Stella Lavenia, planteó la situación crítica de la institución, por el aumento de costos, y la imposibilidad de dar respuesta a las familias que requieren asistencia y no tienen obra social. Aspira a una política de estado, tanto provincial como municipal, ante el avance de casos cada vez más graves. Hoy no hay contención para todos en la provincia y las mujeres son derivadas a Buenos Aires.
Río Grande.- La titular de la Asociación Civil Reencontrándonos, Stella Lavenia, dialogó con Radio Provincia sobre la situación crítica de la institución, ante el aumento de la demanda y los costos que implica, que no pueden afrontar, por lo que no están en condiciones de recibir a pacientes sin obra social. Reclamó una política de estado provincial y municipal, para poder dar respuesta en la provincia.
“Nosotros estamos porque la sociedad lo necesita y cada vez la gente necesita más de nosotros. Tratamos de ver cómo damos respuesta, pero nos tiene muy mal no poder dar respuesta a todos los pedidos que llegan. La situación general está complicada y cada vez la gente necesita más de nosotros, tanto en Ushuaia como en Río Grande”, aseguró.
“Intentamos atender a todos los que llegan y eso no es posible porque no tenemos solvencia económica para eso. El tiempo pasa, las cosas aumentan, y es como el sueldo de cada uno de nosotros. La verdad es que estamos muy complicados”, manifestó.
La obra social mayoritaria sigue siendo el IPAUSS y, si bien se hace cargo de la atención de los afiliados, “como en todo, los aumentos son mayores. Los subsidios, en el caso del municipal, han bajado porque han analizado los pagos que nos venían haciendo desde hace 14 años y parece ser que en ningún lado estaba claro que era el equivalente a tres sueldos de la mayor categoría del Concejo Deliberante, con zona. Eso aparentemente no está respaldado y hay que ver cómo lo trabajamos para que se actualice en lugar de bajar. Este año se bajó el 50% en lugar de actualizarlo”, dijo.
Aclaró que no tiene “ningún problema con el Municipio de Ushuaia ni con el Gobierno. Con Río Grande no tenemos una ayuda en absoluto y no hemos llegado a concretar algo en que se trabajó, que fue una ordenanza para las ONG que trabajan en adicciones. Estamos en charlas, viendo de hacer de nuevo el convenio con gobierno para el subsidio, porque en mayo se terminan los dos años que teníamos. Se está tramitando para seguir adelante con esto, pero las cosas aumentan mucho, la comida de los chicos aumentó mucho, y queremos abrir la puerta a la demanda diaria que tenemos, más allá de que la ONG pueda facturar. La ONG factura porque hay una ley que obliga a las obras sociales a hacerse cargo de esta patología, y las leyes están para cumplirlas”, subrayó.
“Nosotros queremos abrir una puerta para que pueda ser atendido de igual manera el que no tiene obra social. Tenemos que llegar a eso para ponernos los pantalones largos en Tierra del Fuego, y ahí queremos llegar”, planteó.
Dar esta atención con recursos propios “es muy complicado. La semana pasada tuvimos un verdadero timbreo en la asociación, con casos muy delicados. Por la situación económica de la institución no tenemos posibilidad de abrirles la puerta”, lamentó.
También apuntó a la necesidad de capacitación en los distintos niveles del estado, tanto “Minoridad, como hospital, salud mental, las ONG que hacen algún tipo de prevención, las municipalidades que tienen áreas de adicciones. Todos tenemos que tener la posibilidad de intervenir profesionalmente, porque una mala intervención puede hacer mucho daño. Para eso necesitamos formación, capacitación, participar de los encuentros, y todo eso sale mucho dinero. Necesitamos que la sociedad se involucre en avanzar en capacitaciones y participar. Hay una capacitación que se está haciendo, que son diez encuentros, y la trajo la SEDRONAR, la Federación de ONG y el gobierno de la provincia. Es una capacitación maravillosa, de una vez por mes, y la verdad cuando voy me encuentro con mucha gente de la sociedad, pero de los entes gubernamentales en general no hay muchos”, observó.
“Para tener una política clara en esto, hay que obligar a formarse a todo el mundo que tenga que ver con las adicciones de todo tipo, porque no son solamente drogas. Si no hay una política clara, que vaya más allá de Reencontrándonos, no vamos a hacer mucho. Los recursos humanos tienen que ser formados, por eso nosotros estamos colgados de cualquier capacitación y estamos ávidos de avanzar, pero también el Estado tiene que formar su gente. La política de estado con respecto a esto tiene que ser general, y tiene que haber una decisión real, porque el problema no es Reencontrándonos y que le tiren un subsidio, o hacerle una casa más grande”, expresó.
“Nuestra institución está complicada, tenemos unas 25 ó 30 personas entre talleristas, administrativos, abogados, operadores y otros profesionales. Es mucha gente a la que hay que pagarle el sueldo y hay aumentos que no podemos absorber. Los gastos vienen complicados y, más allá de la situación económica que tenemos, lo que más nos está perjudicando es la poca actualización de todo, que no se hace desde adentro ni desde afuera tampoco”, sostuvo.
Este año esperan tener el edificio propio. “Hace 14 años que estamos luchando y la sociedad lo requiere y lo necesita. Hoy en Tierra del Fuego la internación de mujeres casi toda se hace en Buenos Aires, y eso es muy grave. Si hay una mujer que necesita una internación, la gran mayoría es derivada a Buenos Aires. Hay mujeres embarazadas, con niños, con familia, y es muy grave eso. El que no lo crea así, no está viendo bien las cosas”, dijo.
“Esperamos poder trabajar seriamente y sobre todo poder ser abiertos a cualquier persona. A eso queremos llegar. A veces somos muy criticados porque Reencontrándonos factura, pero las ONG tienen esa capacidad y la ley dice que las obras sociales tienen la obligación de cubrir el tratamiento. Hace más de 20 años que trabajamos en esto y parece que nuestro trabajo sirve, porque si no, no estaríamos. Entonces, pongámonos juntos a trabajar para que la gente que no tiene obra social y lo necesita, pueda recibir nuestro tratamiento”, instó.
“Para eso necesitamos al Estado sí o sí. Hay que sentarse, hacer números y ponerse los pantalones largos con esto. Tenemos que poder responder a toda persona que toca el timbre y pide ayuda en nuestra institución. El que no lo vivió, no sabe lo que significa tener en una familia una persona con adicciones. Parece que el techo se viene encima y necesitan ayuda porque no saben qué hacer con eso. Reencontrándonos es una puerta abierta para el que necesita esa ayuda y tenemos que lograr que todo el mundo pueda tener acceso a este lugar”, concluyó.