El sindicato presentará siete puntos, que ya fueron planteados ante el Ministerio de Trabajo. El primero apunta a una equiparación primero con otros escalafones, tras haber quedado relegados en las paritarias de 2017, y luego a la recomposición de 2018. “No merecemos ser los peores pagos de la provincia”, dijo el dirigente Alejandro Pérez, y dio a conocer ejemplos concretos con desigualdades difíciles de explicar incluso dentro del hospital, entre personal de planta y contratados, y enfermeros con años de antigüedad y recién ingresados.
Río Grande.- El dirigente de ATSA Alejandro Pérez dialogó con Radio Universidad 93.5 sobre el reclamo de recomposición salarial que vienen realizando, en medio de una paritaria estancada, y la posibilidad que se abre el lunes en la reunión prevista con el ministro de Salud Guillermo Ruckauf.
Luego de dos días de asamblea y una advertencia de medidas de fuerza para la próxima semana, “hemos tenido contactos telefónicos y vamos a ser recibidos el lunes por la autoridad máxima de Salud. Vamos a plantear lo que hemos pedido ante el Ministerio de Trabajo, que son siete puntos importantes. Obviamente, el primero es el salarial, con la gravedad de que se están disparando todos los precios. El dólar subió a más de 23 pesos en un día y eso se traslada a los precios del consumidor, alimentos, servicios, combustibles, y hasta el momento no hemos tenido una recomposición salarial. Además, ya venimos con una diferencia salarial respecto de otros escalafones”, sostuvo.
“Los otros puntos esenciales para llevar a la mesa de discusión se refieren a las áreas críticas, los francos de guardias pasivas; las condiciones de trabajo, porque hay falta de calefacción en varios sectores del hospital; también recategorización, ropa de trabajo”, enumeró.
Aseguró que se invirtió la relación anterior, cuando el escalafón húmedo tenía salarios más altos que el seco. “Tenemos casos testigos que presentamos en la mesa paritaria, con recibo de sueldo en mano, de un trabajador del escalafón seco y un trabajador del escalafón húmedo. Con 12 años de antigüedad y título secundario, el escalafón húmedo quedó 2.400 pesos en bruto a la baja. En Salud tenemos distintos adicionales comparados con el otro escalafón, como horario nocturno, 4 por 2, mayor horario porque nuestros turnos son de 8 horas. El salario promedio nuestro debe andar en los 24 mil pesos, y el seco ronda los 26 mil. Somos 2.111 agentes en toda la provincia en la actualidad, entre sector profesional y no profesional”, precisó.
“Siempre venimos planteando que el trabajador sanitario no puede dejar de trabajar, porque somos servicio esencial. En 2012 todos los trabajadores hospitalarios decidieron renunciar a realizar guardias o turnos extra, eso hizo que el hospital quedara desolado, y a las dos de la mañana la jueza Cristiano nos ordenó retomar las tareas y hacer guardias y turnos extra obligatoriamente. De lo contrario íbamos a ser sancionados”, recordó sobre las limitaciones para decretar un paro.
Dio cuenta de las desigualdades dentro del propio hospital, con una diferencia de salarios “abismal” entre los médicos contratados y los de planta. “En Hemodiálisis se paga por mes más de 400 mil pesos a médicos contratados que vienen a trabajar en diálisis, y son cuatro médicos. El hospital factura entre siete y ocho millones por mes y, de esa recaudación, más del 10% se usa para pagar estos contratos a médicos privados. Pero esa recaudación se da por la producción que hace todo el equipo de trabajadores que están en cada puesto de trabajo del hospital. Todos trabajamos en equipo, se atiende al paciente y se cobra, pero de esa producción no va nada a nuestro bolsillo y se usa más del 10% para pagar prestaciones de médicos que se contratan del sector privado. Se contratan médicos para neonatología, para guardia central y todos los contratos salen del hospital; a excepción de traumatología, anestesistas y hemodinamia, que lo paga el Ministerio de Salud. El resto de los contratos los paga el hospital con fondos propios de su recaudación, por la producción de los trabajadores de la salud, que somos los que menos ganamos en la actualidad”, subrayó.
“Nuestra función más que nada es atender a las personas que no tienen obra social. Calculo que debemos estar en un 60% de pacientes que no tienen obra social”, manifestó, en medio de una crisis que golpea a la zona norte con la desocupación.
El dirigente reconoció que de parte del gobierno “se ha invertido mucho en equipamiento, después de muchos años que no se hacía, y eso es una realidad. Ya está por inaugurarse el nuevo sector de diálisis, que debe ser una envidia para el sur del país. Tenemos que reconocer una gran inversión, en Ushuaia se está haciendo el hospital nuevo, hay ambulancias que no teníamos en el gobierno anterior, en insumos estamos muy bien, pero lo que falta en la pata de la mesa es recomponer el salario como corresponde, porque el sueldo de una dermatóloga es de 45 mil pesos; una ginecóloga que se está por jubilar, con 25 años de servicio, sin guardias gana 55 mil pesos. Los médicos tienen dedicación exclusiva y no pueden ejercer en el privado; pero cuando se jubilan los pueden contratar y les pagan dos o tres veces más. Tenemos casos en el sector de traumatología, porque casi no quedaron traumatólogos, y entonces se contrata un equipo”, explicó.
“Hay médicos que tienen su clínica privada y hacen guardias en el hospital como contratados, por falta de profesionales”, apuntó.
Todos estos temas se llevarán a la mesa de discusión el lunes, a partir de las 14:00, cuando está prevista la reunión con el ministro Ruckauf. “Van a estar también compañeros de Ushuaia para plantear la situación del sector”, adelantó Pérez.
También dio cuenta del escaso recurso humano no solamente a nivel profesional sino de personal de limpieza. “El hospital no tiene planes porque fueron reubicados en el escalafón seco. Esto perjudicó algunas áreas como la de camilleros. El año pasado teníamos unos 60 planes que cobraban cuatro mil pesos por cuatro horas, cuatro días a la semana. Eso no lo tenemos más y desconozco si han tenido aumento. Hubo algunos ingresos, pero otros sectores quedaron muy diezmados y se trabaja como se puede”, dijo.
Primero, equiparación
Consultado sobre el porcentaje de aumento al que aspiran, dijo que “le hemos planteado a los paritarios del gobierno que primero queremos solucionar el tema de haber quedado a la baja para después discutir el aumento. Nosotros como trabajadores esenciales no merecemos ser los peores pagos de la provincia”, enfatizó, y consideró que además la recategorización “es muy importante, porque hay enfermeros que se han recibido y les corresponde ingresar con categoría 22, pero muchos llevan años siendo licenciados y siguen estando en la categoría 19 ó 20, y no les dan la categoría 22; cuando los enfermeros nuevos entran con esa categoría. Obviamente esto molesta al trabajador que espera su recategorización y para eso estudió. Tienen los mismos estudios y, en vez de darle la categoría 22 al enfermero con más antigüedad, se la dan al que recién ingresa”, afirmó.