El Ministro de Industria admitió que “hoy hay mayor incertidumbre porque se desconoce cómo va a continuar la economía de la Argentina”, luego del cese de 800 contratos y los anuncios de AFARTE de una caída de la producción en lo que resta de 2018 y comienzos de 2019. Destacó los avances que se habían logrado para bajar precios y mejorar competitividad, pero la caída del poder adquisitivo es determinante: “Veníamos bien pero cambió el contexto nacional en 40 días y afecta Tierra del Fuego”, sostuvo, reconociendo “la incidencia de las tarifas en la retracción”. Planteó que “la economía del país es compleja” y desde nación no han flexibilizado condiciones para que la provincia diversifique la producción. “No está definido cómo se quiere a Tierra del Fuego productivamente”, cuestionó el ministro. Si bien la inestabilidad laboral de los contratados era conocida, Caballero observó que “se sabía” que algunos contratos podían caer “pero podrían reincorporarse en los próximos meses”, una posibilidad que se aleja con la profundización de la crisis. “No sé si en un futuro estaremos hablando de una situación mucho más compleja”, alertó.
Río Grande.-El ministro de Industria Ramiro Caballero dialogó anoche con FM La Isla y, como nunca anteriormente, admitió una crisis profunda en la industria, agravada por la falta de horizonte, y no descartó que en un futuro la situación se torne más compleja de no corregirse el rumbo de la economía del país.
El presidente de AFARTE Federico Hellemeyer ya había adelantado una caída de producción en lo que resta de 2018, que se va a extender al menos al primer semestre de 2019.
“Con muchísimo esfuerzo de varios actores, incluido el sector empresario y laboral, se lograron mejoras en la industria fueguina. Hubo una mejora no solamente de los bienes que se fabrican en la provincia luego de una situación crítica el año pasado con los impuestos internos, con un esquema de trabajo de distintos actores, y veníamos con un año en el que empezábamos a ser buena noticia, porque teníamos mejora de producción, del empleo, de los precios de los productos en el mercado argentino”, sostuvo el ministro Caballero sobre las perspectivas con que había iniciado el 2018. “Pero en la Argentina cambió el contexto y en 40 días nos cambió la realidad totalmente”, manifestó.
El 31 de mayo cesaron casi 800 contratos y, si bien la situación era conocida, había expectativas de que fueran reincorporados los trabajadores a lo largo del año, una esperanza que se va diluyendo.Paralelamente la gobernadora expuso las trabas del mismo gobierno nacional que reclama reconversión de la industria, para diversificar producción. “En este caso había contratos por un tiempo determinado pero uno trabaja para que la gente tenga empleo. Más allá de que las personas sabían cuándo finalizaban sus contratos, se preveía que podían continuar.No nos puede sorprender que finalizaran los contratos, lo que sí se esperaba era continuar con una mejora del esquema productivo, pero las condiciones económicas del país nos sorprenden día a día”, insistió.
“Nosotros planificamos un esquema de desarrollo donde mejoramos la producción fueguina e inclusive hicimos todos los esfuerzos para que la última tecnología se fabrique en Tierra del Fuego, además los precios empezaron a mejorar. Veníamos con mejores producciones que el año pasado, tanto en celulares como en televisión y aire acondicionado, para este mismo período de tiempo. La idea era ir apuntalando, ir mejorando, y si veíamos alguna situación crítica habría que atenderla, pero uno nunca previó cambios tan estructurales en la Argentina, que evidentemente generan mayor incertidumbre”, dijo.
“La inflación no se corrige, la economía del país es inestable y los inversores tienen la misma incertidumbre porque no saben hacia dónde va esto.La plata no le alcanza a la gente, la cuida y empieza a priorizar, encima hay aumento de tarifas. Con el aire acondicionado hicimos miles de esfuerzos”, agregó, dado que estaba afectada la producción por la retracción de consumo ante el aumento de la tarifa eléctrica.
“Los trabajadores, los sindicatos, las empresas y nosotros estuvimos haciendo esfuerzos para hacer más eficiente la producción, cuidando los puestos de trabajo, y que cambie el esquema de la gente que tiene que pensar si lo va a comprar o no, porque si le alcanza para comprarlo no sabe si la tarifa después puede incrementarse o no, pero el esquema de la Argentina es muy difícil”, expuso, frente a variables que largamente exceden los esfuerzos de la provincia.
Cambiemos sin rumbo
El ministro también dio cuenta de las propuestas de diversificación que se acercaron al gobierno, pero cuestionó la falta de rumbo. “La gobernadora ha planteado oportunidades de diversificación productiva a través de la capacidad instalada en Tierra del Fuego, tanto en electrónica como en recursos naturales; posibilidades de ser complementarios con otras producciones del país. Si esto no se logra, es porque claramente no está definido cómo se quiere a la Argentina productivamente. Esto no le pasa solamente a Tierra del Fuego porque le debe pasar también a otras provincias argentinas”, advirtió sobre el impacto de la política económica en todo el sector productivo del país.
“Con la finalización de contratos, se podía pensar en una renovación pero hoy hay mayor incertidumbre porque se desconoce cómo va a continuar la economía de Argentina. Ese es el problema”, subrayó.
En adelante no queda más que “redoblar esfuerzos para ver cómo se logran estabilizar nuevamente las producciones. Veníamos bien pero lamentablemente vive cambiando el contexto nacional, y esto escapa ya a Tierra del Fuego”, planteó.
Además de la caída de contratos, hay atrasos en el pago de salarios, se analiza en FAMAR la reducción de salarios con reducción horaria, y no habría más trabajo para los PPD para el resto de 2018. Lo cierto es que no hay horizonte para la producción y para el que queda sin trabajo. “Hay situaciones de retraso en los pagos, como el caso de AUDIVIC, que pagó la semana pasada lo que debía del mes anterior. Yo tengo esperanza de que la situación de la empresa mejore en los próximos dos meses. FAMAR acordó con el gremio una reducción del 8% y es una empresa sumamente importante para Tierra del Fuego, porque no es una empresa electrónica más sino que trabaja para el sector automotriz de Argentina y Brasil, tiene desarrollo propio y sin embargo tiene incertidumbre”, indicó.
“El inconveniente hoy no es la finalización de contratos, que ya se sabía, sino la incertidumbre de no saber si lo va a volver a tener en el mediano o corto plazo. Si mejoraba un poco la producción había expectativas para más delante de volver a tener trabajo. La metodología no me gusta, porque además de mejorar las producciones hay que estabilizar los contratos con complementaciones con otras empresas, con horas extras. Este tipo de contratos están resguardados por la ley y el gremio conoce la metodología contractual. De alguna manera cuando se contrató de esta forma para este período de tiempo se sabía lo que podía ocurrir, pero todos entendíamos que podía existir una continuidad laboral, porque íbamos a ese camino, mejorando las producciones y con una economía acomodándose”, repasó del esquema planteado para 2018.
“Con el cambio del contexto nacional, ahora la dificultad es mayor y la incertidumbre es más grande, y ese es el gran problema”, reconoció.
Nación sin respuestas
Consultado sobre las propuestas de diversificación productiva a las que hizo mención Bertone, que no han tenido eco todavía, Caballero ratificó que “la provincia está elevando propuestas para una mejora en forma permanente, y una mejora no solamente para equilibrar la producción en Tierra del Fuego, sino que tuvimos que sentarnos a conversar con las marcas para que no retiren la producción de Argentina por la incertidumbre de 2016. Esto lo conseguimos, y acá hubo marcas que no querían fabricar la última producción; sin embargo, Rosana Bertone se sentó con las marcas y con empresarios para que fabriquen y reinviertan en Tierra del Fuego. Así lo hicieron y por eso hoy existe la última tecnología.El camino es la diversificación de la producción porque de esa forma se garantiza la empleabilidad, no de otra”, sostuvo.
No obstante, la postura del gobierno nacional es seguir abriendo importaciones de productos fabricados en la provincia, como los equipos de aire acondicionado que ya ingresaron. “El problema no está en dejar de fabricar acá y que alguien no pueda tener empleo, el problema va a ser mayor porque vamos a estar mucho más distanciados a nivel productivo del resto del planeta. Cada vez va a haber una brecha mucho más importante. Si esto no se acomoda, no sé si en un futuro estaremos hablando de otra situación mucho más compleja. Esperemos que eso no ocurra”, expresó.
“Hemos hablado con funcionarios nacionales sobre diversificar con nuestra capacidad instalada, poder abastecer de otros bienes a la Argentina, porque el sector automotriz lo necesita. La electrónica automotriz viene de otros países y nosotros la podemos abastecer con las mismas líneas de producción que existen en Río Grande. Eso hubiese complementado y es la propuesta provincial, porque de ninguna manera pretendemos perder la industria electrónica”, sentenció el ministro.
“La gobernadora lo explica muy bien cuando habla de diversificar y se está trabajando con otras actividades como la industrialización del gas, pero lleva tiempo. Esto es importante pero no hay un esquema que pueda suplantar el empleo en la electrónica. La provincia está apostando y aportando lo suyo, y yo personalmente he propuesto una adecuación del proyecto de decreto que presentamos en su momento sobre industrialización de recursos originarios, que van a mejorar la actividad, porque esos bienes no se pueden ofrecer hoy a la Argentina”, dijo sobre los muebles fabricados en la provincia o el agua embotellada, a los que aludió la gobernadora.
Reconoció que “de ninguna manera esto reemplaza la industria electrónica, que es reconocida en distintos lugares del mundo. Hay producciones que se fabrican en nuestra provincia que hasta se consumen en otros mercados como el brasilero, y hay marcas que reconocen la calidad de lo que se fabrica en la provincia. Eso no es casualidad ni hay que desaprovecharlo.Una política de Estado productivo industrial tiene que nacer de la base de lo que se sabe hacer, desde las inversiones que existen, desde el conocimiento del trabajador, profundizando la capacidad instalada, el desarrollo y el empleo futuro”, enfatizó.
Sin optimismo
Finalmente se le preguntó a Caballero si, en este contexto nacional, hay margen para el optimismo y una posibilidad de cambio positivo. La respuesta fue una pausa y un largo suspiro, que no pasó desapercibido: “Yo profundizo la respiración para tomar energía y contestar, porque yo no puedo pensar hoy qué decisión puede tomar el estado nacional. Creo que se debe entender que la producción y la industria debe ser el camino correcto para que un país o una región tenga crecimiento. De eso no tengo ninguna duda, y no tendría dudas si estuviese del otro lado que hay que escuchar y comprender a los actores regionales, que son los que conocen de qué manera pueden colaborar con el crecimiento de la Argentina. Si se corrige la economía, Tierra del Fuego está preparada para mejorar. Si mejora la economía del país, lógicamente nosotros nos acomodamos”, concluyó.