La gobernadora Rosana Bertone apuntó contra el gobierno nacional, a más de dos años de la “reconversión productiva” prometida, por la falta de adecuación de normativa que permita desarrollar otras producciones en base a recursos naturales. Citó los ejemplos de la madera y la fabricación de muebles, que no pueden salir de la isla porque contienen herrajes o vidrio. También expuso el caso de la fabricación de agua embotellada, también vedada a la exportación porque “la tapita” no acredita origen. “No les estoy pidiendo la prórroga por 50 años sino la posibilidad de reconvertir”, enfatizó, ante una grave crisis en la industria electrónica, también por efecto de la economía nacional. Aseguró que la decisión depende de una firma del presidente de la Nación.
Río Grande.- La gobernadora Rosana Bertone apuntó ayer por Radio Nacional Ushuaia contra el gobierno nacional, que además de implementar políticas que atentan contra la industria fueguina, como la apertura de importaciones, está impidiendo a la provincia desarrollar otro tipo de industria basada en recursos naturales, al no adecuar la normativa vigente.
A poco de asumir, la mandataria había elaborado un proyecto de decreto que contemplaba estos aspectos, como la flexibilización de la acreditación de origen para exportar muebles al continente, que hoy no puede realizarse porque los herrajes no son fabricados en la isla. Lo mismo ocurre con el agua embotellada, por problemas con “la tapita” del envase.
“Yo sigo llevando propuestas y, en la última visita de Marcos Peña, traté de mostrarle toda la normativa que se necesita para corregir la situación”, dijo la mandataria, y subrayó que “no les estoy pidiendo la prórroga por 50 años del régimen, sino que me den la posibilidad de reconvertir a otros productos, para demostrarles que Tierra del Fuego es competitiva en estos pocos años que nos quedan de promoción”.
“Hay un saber hacer de los trabajadores metalúrgicos que es muy importante y no lo podemos desperdiciar. Tenemos un avance tecnológico similar al de Japón o Corea del Sur, que tampoco podemos desperdiciar. El gobierno nacional tiene que darnos la facilidad para poder reconvertir a otros productos que no se produzcan en el continente, con la misma tecnología que tenemos”, reclamó.
De parte del gobierno provincial y el sector empresario y sindical, consideró que se han hecho esfuerzos para mejorar la competitividad y quedó “demostrado que bajamos los precios, nos falta mejorar la logística pero lo vamos logrando y lo importante es que nos den la normativa que nunca se reglamentó sobre los productos originarios de la isla”, reiteró.
“Estos dos años hicimos un esfuerzo enorme, hubo peleas con el sector de la madera, con quienes he discutido mano a mano, y resulta que yo hago esa reconversión, les pago los muebles, logramos que aumenten la producción, pero cuando queremos sacar estos muebles de diseño no se puede porque tiene agregado un herraje o un vidrio”, expuso, teniendo en cuenta el incentivo del gobierno a este tipo de producción.
Agregó como ejemplo de otra situación absurda el agua embotellada, dado que existen fábricas en la provincia y sería un producto cotizado. “Hay una empresa de agua en Tolhuin donde hay un lío bárbaro por la tapita, que tampoco se puede sacar de la provincia. Yo necesito flexibilidad en la normativa fueguina y esto lo firma el presidente de la Nación”, remarcó, asegurando que las gestiones realizadas las tiene “documentadas”.
Puestos caídos
Respecto de la caída de casi 800 contratos el jueves pasado, la mandataria cuestionó la complicidad del gremio al haber permitido esta modalidad. “Ni bien llegamos al gobierno nosotros dictamos una normativa en el Ministerio de Trabajo de la provincia y notificamos formalmente a todas las empresas, además habló personalmente el ministro Caballero y el ministro Cabrera con cada empresa y luego con Hellemeyer de AFARTE.Les dijimos que esta manera de contratación no era la adecuada porque luego, cuando hay una dificultad, la gente queda en la calle. Les pedimos que se atuvieran a la norma legal para contratar, pero el sindicato y las empresas han hecho caso omiso a esa normativa. Siguen contratando y nadie dice nada”, sostuvo.
“Ahora que empieza a decaer la fabricación de televisores porque están super stockeados para el mundial, se dan cuenta de lo que pasa con la gente. Pero la gente está con los contratos basura desde que tengo memoria”, expresó, y recordó las críticas recibidas cuando cuestionó esta modalidad de contratación durante la campaña y desde su banca en el Congreso.
“A mí me criticaron muchísimo por lo que dije con respecto a estos contratos, pero las empresas de Ushuaia pudieron ponerse dentro de las normas y en Río Grande no. La industria electrónica tiene un número determinado de empleados del que no nos deberíamos correr. Se dan estos picos de 14 mil ó 17 mil empleados y después volvemos al número real de 11 mil o 12 mil, y el resto de la gente queda fuera del sistema. Esto ha sido así eternamente. Yo adelanté esta realidad desde el año 2000 en que fui electa diputada nacional. Desde ahí en adelante la situación industrial de Tierra del Fuego es siempre la misma. Es una pelea permanente y a mí no me toma de sorpresa”, manifestó.
“Desde el 2000 vi la caída con De la Rúa, luego con la devaluación con Duhalde logramos una modificación del decreto 490, que ayudó; luego se logró la prórroga del régimen hasta el 2023. Logramos la ley de los impuestos internos, y después vinieron los anuncios de Dujovne -sobre arancel cero-. Esto es permanente. La última pelea que tuvimos con Dujovne fue dificilísima y la relación con el gobierno nacional sigue siendo traumática”, admitió, sin perspectivas de cambio en el corto plazo.