Para el contador Ramón Gallardo, la resolución de la Secretaría de Comercio llegó tarde, con muchos aserraderos cerrados y otros “tambaleando”. Tuvo en cuenta la recesión en el país, la falta de poder adquisitivo y advirtió que, si hay trabas burocráticas para acceder a la acreditación de origen, será difícil reanudar las producciones. La falta de confianza se impone junto con la incertidumbre, y para los madereros esta posibilidad de apertura del régimen “no tendría ningún efecto”. Gallardo reconoció “el empuje” de la gobernadora Bertone, pero no así de algunos de sus funcionarios, dado que todavía el IPV no cumplió con el compromiso de incorporar el 10% de madera a las viviendas.
Río Grande.- Con gran escepticismo fue tomada la noticia de la apertura del régimen de parte de la Cámara maderera, un sector golpeado desde que se profundizó la crisis en la industria, que derivó en el cierre de aserraderos y la situación crítica de otros, que “están tambaleando”, dijo el contador Ramón Gallardo.
En diálogo con Radio Universidad 93.5, el presidente de la entidad recordó que esta posibilidad que se abre ahora estuvo vigente anteriormente. “Años atrás uno perfectamente podía hacer una puerta con madera originaria de la isla, esa puerta llevaba herrajes que no eran de la isla y eso se podía sacar solicitando a la Secretaría de Industria y Comercio la intervención, que verificaba esa puerta. Había que presentar la factura de la materia prima que uno había comprado, si era de los aserraderos locales, y la factura de los herrajes, que en general venían del continente. La Secretaría verificaba el proceso y otorgaba un certificado de origen, que permitía exportar ese producto al continente”, repasó.
“Justamente el certificado de origen permite tener los beneficios que tiene un televisor, es decir que no tributa IVA ni Ganancias. No sé por qué motivo en un momento se cortó y desconozco qué organismo empezó a no dejar salir ningún tipo de madera que tuviera elementos que no son originarios de la provincia”, dijo.
Valoró la gestión del ministro de Industria Ramiro Caballero, que “solicitó que se contemple este tema, y se viene conversando hace rato, desde que se comenzó a hablar de la famosa reconversión de la matriz productiva. Lo mejor era aprovechar lo nuestro, el pescado, la turba, la madera y el ministerio de la provincia hizo el pedido para otorgar certificado de origen a los productos elaborados con recursos originarios. La resolución que se publicó ahora lo que hace es esto, permitir que la madera que tiene herrajes incorporados sea considerado originario de la isla”, expresó.
“Dentro del articulado de la resolución de la Secretaría de Industria menciona dos o tres incisos referidos a la 19640, en el artículo 25. Ahí establece un mínimo y un máximo de valor agregado que tiene que tener el producto. El mínimo es un 30% y el máximo no puede superar el 50%. Hay que ver cómo se concreta esto y esperemos que no sea burocrático, porque antes bastaba una simple inspección de la Secretaría de Industria y Comercio, que expedía el certificado, y ahora se lo delegan a la comisión del área aduanera especial. Esperemos que no caigamos en una acreditación de origen que requiera de la firma de un profesional y una serie de trámites más, como presentar cuatro juegos a la Secretaría de Industria y Comercio con tiempo, no deber cargas sociales, ni al sindicato, para que la comisión del área pueda otorgar el certificado”, sostuvo.
“Estos trámites los tiene que hacer la industria promocionada actualmente. Si es así, no hay ningún beneficio y salimos de una situación que era más sencilla a otra totalmente burocrática. Si la comisión del área va a pedir los mismos requisitos que le pide a una electrónica, empezamos a resbalar. Estas empresas son pymes y no tienen la envergadura ni la estructura como para armar una acreditación de origen”, advirtió.
“En principio estoy conforme con la resolución, pero lamentablemente sabemos cómo son los tiempos de los que manejan esto, que no son de la provincia ni son el Ministro Caballero que ha impulsado todo esto. Con la famosa reconversión productiva tardaron dos años en dar una señal, y uno que es empresario no entiende cómo puede ser en una situación tan crítica, donde el mejor negocio es la timba financiera y dedicarse a poner la plata en las Lebacs con tasas del 40%, una ganancia que no da ningún negocio”, planteó.
“Los aserraderos siguieron cerrando en Tolhuin y los pocos proyectos que había de empresas que tienen maquinaria, se encuentran con que quieren abrir pero ven esta situación a nivel nacional, donde conseguir un préstamo implica pagar una tasa del 50%, porque si no, no consiguen; por el otro lado a quien tiene la plata para comprar la máquina le ofrecen una tasa del 40% en Lebacs”, indicó, reconociendo la prudencia de los que han decidido resguardar su capital de otra manera, en un marco de recesión.
“En el sector maderero, y por el tiempo que tardó en salir esta resolución, no creo que produzca ningún efecto”, sentenció, considerando que “llegó tarde, cuando la situación del sector pasó de la crisis a casi su desaparición. Son muy poquitos los que quedan y sobran los dedos de una mano. La mayoría ha cerrado, porque el golpe fuerte que tuvieron fue cuando las fábricas se vieron afectadas por los impuestos internos, y cerraron varias que eran compradoras de palets. Los aserraderos tenían ahí la principal fuente de sustento. Por más que digan que solamente hacían palets, los aserraderos tenían que vivir y no podían estar a la espera de poder sacar muebles”, subrayó.
“Ese fue un golpe importante y había aserraderos que se estaban sosteniendo con eso y se vieron resentidos. También la particularidad de muchos aserraderos de Tolhuin es que dependen del bosque fiscal, que cada vez se les va corriendo más. Cuando cerró Bronzovich fue porque le quedaba a 250 kilómetros traer un árbol y ya no era rentable. Sé que muchas de esas maquinarias la compraron otros aserraderos de Tolhuin, pero no hay ningún tipo de actividad”, dijo de un aserradero emblemático en la provincia.
No obstante reconoció que esta resolución puede beneficiar “no solamente a la madera sino a cualquier otro proyecto que haga uso de los recursos naturales y todo lo que deriva de los recursos propios de la isla. El sentido de esto es la denominada reconversión productiva, para que de a poco renazcan estos sectores y puedan absorber la mano de obra de la electrónica. Lamentablemente tardaron dos años en sacar la resolución y no sé si nosotros vamos a ver la famosa reconversión”, reiteró.
Debate interno
Frente a este nuevo escenario, Gallardo adelantó que “dentro de la cámara vamos a tener una charla, porque a los pocos que están trabajando o a aquellos que tienen el coraje de seguir intentando, tenemos que ayudarlos. Esperemos que después para poder sacar una puerta no se torne engorroso. Debería ser algo mucho más simplificado. Yo me estoy adelantando porque la resolución deriva a la comisión del área lo que antes estaba en manos de la Secretaría de Comercio, y la comisión del área la integran distintos sectores que deben acordar”, observó.
“Todos los organismos tienen que estar a disposición para agilizar las cosas, no para entorpecer con resoluciones, circulares y demás. Ya hemos tenido serios problemas con reglamentaciones de aduana, con la logística. Se hace tan engorroso que el productor se termina hartando”, dijo.
IPV sin respuestas
Para abonar al escepticismo, citó la falta de respuesta del IPV al compromiso asumido de incorporar el 10% de madera en las viviendas sociales. “En esto se avanzó muchísimo a nivel nacional y tuvimos reuniones en Buenos Aires con distintas secretarías. Ahora hemos pedido un cupo por provincia de viviendas combinadas con madera, porque no se había entendido así, y el total del cupo del 10% se lo llevó Misiones. En las reuniones cada cual tira para su lado y la gente de Misiones estaba pidiendo mayor porcentaje, porque ya habían usado no el 10 sino el 12%. En la provincia todavía no pudimos lograr nada. Somos muchos los que estamos pidiendo que por favor en los pliegos de las viviendas incorporen algo de madera, aunque sea los descansos, los escalones, pero pasa el tiempo, pasan los gobernadores de turno y seguimos en la misma”, cuestionó.
“Yo integro la Federación Argentina de Industria Maderera y hemos logrado que el gobierno nacional nos escuche, y realmente se logró que por primera vez un gobierno nos reconozca que como mínimo el 10% de las viviendas deben ser de madera. Muchas de las viviendas van a ser amobladas y estamos pidiendo que también el amoblamiento sea con madera, porque están queriendo reactivar un sector bastante vapuleado, al que nadie le dio importancia. Siempre hablamos de un recurso natural del punto de vista de la sustentabilidad, porque no es que acá van a tirar todos los árboles. Se está avanzando con un criterio de sustentabilidad y cuidado del medio ambiente. Hay provincias que han avanzado más, y otras que lamentablemente no avanzaron nada. Nosotros todavía estamos a la espera”, aseveró.
Apuntó que “hace un año atrás, la Federación maderera organizó una reunión de presidentes de institutos de vivienda para hablar de las bondades de la madera, y en esa oportunidad estuvo Cárdenas, que era presidente del IPV, con la vicepresidenta. Escucharon todo, los presidentes firmaron un compromiso donde decían que le iban a dar prioridad a la madera, pero lamentablemente acá todavía estamos esperando que por lo menos el IPV nos apuntale. Ahora cambiaron el presidente y desconozco si han avanzado en esta situación”.
Separó a la gobernadora de sus funcionarios, reconociendo que “es el piloto que más empuja. Nosotros hemos tenido paciencia, seguimos esperando, pero muchos aserraderos cerraron y otros están tambaleando”, concluyó.