Se espera una votación ajustada después de las 6 de la mañana

La Cámara de Diputados debatía anoche al cierre de esta edición la despenalización del aborto, donde todavía restaba conocer la decisión de un grupo de diputados, entre los que se encontraba el diputado fueguino Héctor Stefani, que serán decisivo en la votación que se espera para las primeras horas de esta mañana para el resultado de una sesión histórica. Cabe remarcar que todo comenzó ayer a las 11:24, cuando el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, constató el quórum y dio por iniciada una sesión histórica en la que por primera vez se debate en el Congreso argentino la posibilidad de legalizar el aborto.

Buenos Aires.- Al cierre de esta edición, la definición sigue en manos de cinco, seis o siete indecisos, según el cálculo que se haga. La orientación de esos diputados es la gran incógnita de la sesión, que se definirá después de las 6. En ese grupo, de contornos difusos, figuran Mirta Pastoriza (Frente Cívico por Santiago), Héctor Stefani (Pro-Tierra del Fuego), Facundo Garretón (Pro-Tucumán), Alejandra Vigo (Frente Renovador-Córdoba), Beatriz Lotto (FPV-Formosa), Javier David (Argentina Federal-Salta) y Jorge Franco (Argentina Federal-Misiones).
En simultáneo, hay cuatro o cinco diputados que habían fijado postura a favor o en contra y que están revisando su posición. Los referentes de uno y otro sector pasan más tiempo fuera del recinto que adentro. Las gestiones no se detenían hasta última hora de anoche.

El comienzo de todo

En su carácter de miembro informante y presidente de la Comisión de Legislación General, el oficialista Daniel Lipovetzky fue el primer diputado en defender el dictamen de mayoría que se firmó ayer en un plenario de comisiones.
«La posibilidad de aborto mejora la calidad de vida de las mujeres argentinas y a partir de ahí no cabe duda de qué tenemos que hacer con nuestro voto», aseguró.
Lo secundó la radical Silvia Martínez, presidenta de la comisión Familia y Mujer. «Esta es una gran oportunidad, les pido que reflexionemos, no les digamos que no a las mujeres que nos hacen un reclamo racional», sintetizó.
Carmen Polledo, presidenta de la comisión de Salud, fue la primera legisladora en expresarse en contra del proyecto. Luego de agradecer el marco de respeto con el que se analizó el tema y la visita de más de 200 expositores, repasó los argumentos del dictamen de rechazo, adelantado por Infobae.
La diputada cordobesa por el radicalismo Brenda Austin fue la primera en subir el tono de la discusión. En su discurso a favor del aborto, aseguró: «Los que votan en contra, que se pregunten qué dato les permitiría cuestionarse sus creencias y sus afirmaciones. Si no hay ninguno, entonces que acepten que están parados sobre una creencia religiosa y no los principios que deben guiar la política pública».
«Nos quieren hacer creer que hay un destino en torno a la maternidad. Nos quieren hacer creer que en esta maternidad como destino es una obligación y nos recuerdan a Alberdi cuando decía ‘gobernar es poblar’. Creen, con estos argumentos falaces, que hay una pretendida política internacional de natalidad sobre nuestros países para venir por nuestros recursos naturales. No nos falten el respeto. Les pedimos que no nos falten el respeto», completó.
La diputada del peronismo Ivana Bianchi fue otra de las que se destacó por su discurso, aunque en su caso fue por sus advertencias ante lo que denunció que puede ocurrir con los embriones que sean abortados: «Otro punto al que me voy a referir es lo que ha pasado en Estados Unidos, Inglaterra, Austria y Francia sobre la gran campaña de la industria millonaria del aborto. Justamente considero que si se da este proyecto podrían realizarse tercerizaciones de prestaciones de los mismos, y esto llevaría a no tener un control ético».
«Es así el caso de una multinacional muy conocida en EEUU Planned Parenthood, que tiene servicios reproductivos en Estados Unidos, que el Estado le otorga financiamiento por USD 500 millones, subsidio que se le ha sacado por las denuncias. Existen los videos, una doctora dice ‘somos muy buenos en conseguir el corazón, el pulmón y el hígado porque intentamos no apartar esa parte, sino aplastar y presionar por arriba y por debajo para sacar las partes íntegras’. Esto es porque se puede pagar hasta USD 100 por cada parte de feto», aseguró Bianchi.
En esa línea, concluyó que «esto mismo ocurre en el Reino Unido, ocurre el tráfico de cerebros en Francia, está denunciado, en España, en Australia. Entonces me pregunto cuál será el destino que se le va a dar a estas muertes, van a ir a una bolsa, van a ser comercializados, van a ser para investigación, debemos ser responsables a la hora de legislar, donde el proceso se debe anteponer a la decisión».
La advertencia de Bianchi en torno a la ONG estadounidense Planned Parenthood tiene que ver con una polémica que empezó en 2015 cuando se difundió un video con signos de haber sido editado protagonizado por una representante de esa organización en el que explica cómo esa ONG proveé de tejido fetal a distintas investigaciones.
Eso derivó en la quita de subsidios del Estado norteamericano a nivel federal y estatal y en una investigación del Congreso que concluyó con un informe de más de 470 páginas pero no derivó en ninguna avanzada judicial.
A su turno, la diputada Alejandra Rodenas relató un caso que le tocó supervisar en su tiempo de jueza de Rosario y que involucró a una adolescente de 16 años que se realizó un aborto clandestino y murió. «Son las cinco de la mañana de 2010, del otro lado del celular una voz me informa que en un centro de salud ha ingresado una ‘femenina’ de 16 años en una ambulancia acompañada por su madre con un cuadro convulsivo que no le permite hablar y una fuerte hemorragia que hace suponer que ha sido objeto de una práctica compatible con un aborto».
«Ese oficial me preguntó ‘a qué hora le mando a pedir las órdenes de allanamiento’. ‘Usted vio doctora que si vamos tempranito, mientras ellas están en el hospital, por ahí encontramos alguna prueba’. Una chica de 16 años se estaba muriendo y el Estado le podía allanar su casa, porque el Estado le puede allanar su casa», detalló.
Como muy pocas veces sucedió con una norma, nadie se anima a anticipar el resultado. Desde hace días el «poroteo» está en boca de todos, con legisladores cambiantes y otros que no anticiparon su decisión. Muchos porque aún no lo tienen definido y otros para no recibir presiones.

También hay acusaciones solapadas

Diputados del oficialismo que respaldan el proyecto atribuyeron al presidente del bloque de Pro, Nicolás Massot, haberse pasado de la raya en las gestiones para conseguir votos en contra. Él negó las acusaciones. Los contratos en la Cámara baja no los maneja él, sino el presidente de la Cámara baja, Emilio Monzó.
La discusión se abrió con el discurso de Daniel Lipovetzky (Pro), presidente de la Comisión de Legislación General y uno de los promotores de la legalización. «No se trata de salvar las dos vidas: se trata de salvar miles de vidas», arrancó. El ala derecha del recinto, ocupada en su mayoría por el kirchnerismo, estaba cubierta de los pañuelos verdes de la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.
A los informes de los presidentes de las comisiones le siguió un discurso fuerte de Brenda Austin (UCR), a favor de la legalización. «La evidencia muestra con claridad que la criminalización fracasó. No evita que las mujeres aborten y por el contrario agrava el problema. Hoy votamos legislar sobre la realidad que tenemos, sacando el tema de debajo de la alfombra», afirmó, con el pañuelo verde en su cuello. Para cerrar, les preguntó a los que votan en contra: «¿Existe evidencia que los haga cambiar de opinión? ¿Qué dato les haría cuestionar sus creencias? Si no hay ninguno, acepten que están parados sobre una convicción religiosa y no sobre los principios que deben guiar una política pública».
La tensión alcanzó su pico cuando respondió Massot: «Con este proyecto no venimos a debatir la despenalización. Es una legalización irrestricta. Si el argumento es que el aborto ocurre igual más allá de lo que digan las leyes, deroguemos el Código Penal y cerremos el Congreso y el último que apague la luz», dijo.
Después se cruzó con tres diputados de La Cámpora, que le gritaron fuera de micrófono. «Dicen que es una cuestión de juventud. Pero yo también soy de la juventud, de una juventud que cree en las leyes y en la política para cambiar la realidad, Pietragalla [Horacio]. Si las leyes reflejan lo que ya ocurre es un fracaso de la política». Los detractores de la reforma lo aplaudieron a rabiar. «¿Vos dónde estás parado hoy, Juan [Cabandié]? Nunca en democracia nos animamos a tanto. Ni en democracia ni de otra manera. Tampoco en ese momento, Mayra [Mendoza]», arremetió. Ella le había gritado: «Sos la dictadura, Massot». Sobre el final concedió que votando en contra del proyecto «no se salvan las dos vidas», pero sostuvo que «se obliga al Estado a hacer lo posible por salvarlas».
Otro punto alto de la sesión fue cuando el diputado Andrés Larroque leyó en el recinto la postura a favor de Julio De Vido, suspendido y preso en Marcos Paz. «Algunos hablan respecto a la salud pública, otros hablan de la recuperación de derechos de la mujer a disponer de su cuerpo y voluntad de ser madre», pero «más allá de nuestras convicciones morales o religiosas, ninguno de nosotros tiene derecho en términos republicanos a opinar sobre la libertad de otro respecto a su cuerpo», dijo, leyendo el documento preparado por De Vido.
Más tarde habló José Luis Gioja, uno de los nueve diputados del FPV que votan en contra del proyecto. «Esta ley la veo contradictoria. En un artículo dice una cosa y en otro otra. El que está concebido para nacer tiene que nacer. No he visto en la naturaleza ningún ser que quiera que su hijo se muera en el vientre o afuera», manifestó.
Otro que fue en contra de la mayoría de su bloque fue Fernando Iglesias (Pro-Capital). «Somos Cambiemos. Vinimos a cambiar el país, no a consagrar el statu quo hecho de abuso, de discriminación sexista, social y de desigualdad», lanzó.

Relevamiento 

Un relevamiento realizado por Infobae antes de la sesión concluyó que hay 122 votos en contra, 120 a favor y 13 indecisos. Esto da 255 diputados, ya que Julio De Vido está detenido y no se lo contabiliza. Emilio Monzó, presidente de la Cámara, no votará a menos que tenga que desempatar. El ex intendente de Carlos Tejedor no hizo pública su postura.
Sin embargo, a medida que avanzaba la sesión hubo novedades que movieron el tablero. La más fuerte, que esperanzó a los pro aborto, fue el anuncio de Luis Beder Herrera de que votaría a favor.
El ex gobernador de la La Rioja era contado como un voto en contra, por lo que la votación en ese momento, estuvo empatada 121-121.
«Estaba afligido porque los cinco diputados por La Rioja se mostraban en contra de la Ley, pero las dos leyes están a favor de la vida. No tiene que ser delito cuidar la vida de una persona», aseguró Beder a Radio24.
Y sentenció: «Tenemos que escuchar a nuestros jóvenes y a nuestras mujeres y viendo que nadie los representa yo me vi obligado a cambiar mi voto, soy el que más experiencia tengo en esto y a mí no me cuesta cambiar, voy a votar a favor de la despenalización del aborto».
Luego fue el radical José Luis Riccardo, quien confirmó su abstención. Esto no cambiaba el «poroteo», ya que seguía estando 121-121, pero ahora había 12 indecisos y una abstención.

Pronósticos reservados

Una muestra de lo ajustado que será el resultado es cómo variaron los pronósticos durante la extensa jornada de debate. Los diputados Melina Delú (Justicialista), Ariel Rauschenberger (Justicialista), Danilo Flores (Justicialista), Gustavo Fernández Patri (Frente para la Victoria), Gustavo Saadi (Elijo Catamarca), Inés Lotto (Frente para la Victoria) y Verónica Derna (Frente de la Concordia Misionero), que estaban en la lista de indecisos, pasaron a estar considerados en la lista de los que no acompañaran el proyecto. Así la cuenta quedaría con 126 en contra, 122 a favor, 1 abstención y 6 indecisos.
La legisladora Roxana Reyes (Cambiemos) que estaba considerada dentro de la lista de los que votarían en contra, pasó a formar parte del grupo de los que están a favor. Mientras que el legislador salteño Javier David (Argentina Federal) que estaba en el grupo de los que no acompañarían la ley, pasó en las últimas horas al grupo de los indecisos.
Más allá de las posturas, quienes aún no anunciaron su decisión son: Jorge Franco (Frente de la Concordia Misionero, podría ausentarse), Facundo Garretón (Cambiemos), Mirta Pastoriza (Frente Cívico por Santiago), Héctor Stefani (Cambiemos), Alejandra Vigo (Córdoba Federal) y Javier David (Argentina Federal).
Esta cuenta contempla que todos los diputados estarán presentes a la hora de la votación, algo muy poco probable. En consecuencia, lo que parecía una victoria casi segura de los antiabortistas ahora, para algunos, está en tela de juicio. Lo que sigue estando claro es que la última palabra la tendrán los indecisos.

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