Luego de una maratónica sesión de más de 22 horas que tuvo en vilo a todo el país, la votación tuvo un cierre en favor del «Sí» ayer a las 9:55 AM, cuando la Cámara de Diputados aprobó la media sanción para la Ley de Aborto legal por 129 a 125 y una abstención.
Buenos Aires.- Luego de una maratónica e histórica sesión en la Cámara de Diputados, se votó este jueves a favor de la despenalización y legalización del aborto, donde la media sanción se logró con 129 votos a favor y 125 en contra, éste fue el resultado de una sesión que quedó para los registros y que llevó varios meses de debate en Comisión en donde se escucharon todas las posturas con opinión provenientes de toda la sociedad civil.
Finalmente luego de más de 22 horas de ininterrumpida sesión parlamentaria, se logró la votación que cambia la legislación vigente en materia de la interrupción del embarazo.
El debate, uno de los más importantes sobre temas sociales desde el retorno de la democracia, comenzó este miércoles después de las 11.30 y se extendió por más de 21 horas, y demandó más de 22 horas la votación.
Algunas de las principales argumentaciones
Al abrir el debate como miembro informante, el presidente de la comisión de Legislación General, Daniel Lipovetzky (PRO), que coordinó las audiencias, reiteró su postura a favor de la legalización y dijo que «los cientos de abortos clandestinos que existen en la Argentina son un problema que debemos resolver».
Lipovetzky defendió la constitucionalidad del proyecto, al afirmar que «no hay ningún artículo de la Constitución que prohíba la despenalización del aborto».
En tanto, la presidenta de la comisión de Salud, Carmen Polledo (PRO), opinó que si se legaliza el aborto «el daño será irreparable» ya que consideró que ese «no es el camino para evitar muertes de mujeres, sino que hay que redoblar los esfuerzos en políticas de educación sexual», al fundamentar su rechazo a la interrupción voluntaria del embarazo en el recinto.
En la misma línea, la presidenta de la Comisión de Legislación Penal, Gabriela Burgos (UCR), miembro informante del debate, sostuvo que la discusión «se había silenciado durante muchos años» y cuestionó al kirchnerismo al recordar que «muchos de los que votarán en esta sesión el proyecto para legalizar el aborto «no lo trataron, no quisieron tratarlo» durante su gobierno.
La presidenta de la Comisión de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia, Alejandra Martínez (UCR-Jujuy), otra de los miembros informantes del debate, y tras anticipar su respaldo a la iniciativa, precisó que la ley vigente y la Corte «han zanjado la discusión sobre los estatus jurídicos que le corresponden a un embrión y a una persona».
Desde el FPV-PJ, el ex ministro de Educación del kirchnerismo Daniel Filmus se mostró a favor del proyecto y aseguró que «el movimiento de las mujeres tarde o temprano va a ser que ésto sea legal en la Argentina. Si no lo hacemos cuanto antes, estaremos generando las condiciones para que haya más muertes». Ahora espera el Senado que arriba el giro desde Diputados.
Por el Frente Renovador, Cecilia Moreau, aseguró que «dejamos nuestras creencias religiosas en la puerta del Congreso» y subrayó que «la política no puede tirar la piedra y esconder la mano. Más temprano que tarde tendremos aborto legal en Argentina».
En tanto, una de las primeras diputada firmantes del proyecto de la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, la diputada de Libres del Sur Victoria Donda realizó un enfático discurso al señalar que la discusión es «aborto legal o aborto clandestino» y advirtió que «quienes votan por el no a la legalización están votando por el clandestino: los que defienden las dos vidas no defienden las dos vidas defienden el estatus quo».
El diputado del Frente para la Victoria José Luis Gioja se manifestó contra la legalización del aborto al sostener que «el que está concebido para nacer, debe nacer» y pidió «no usar a los pobres sino trabajar en forma conjunta para solucionar los problemas que tienen los más humildes».
Desde la izquierda, Romina del Plá señaló que el Parlamento hoy trata el proyecto de despenalización del aborto como consecuencia de la «gran movilización popular que se está expresando en todo el país» y señalo que «el aborto clandestino es una herramienta de control social». Los encendidos debates fueron seguidos desde el exterior por miles de personas, en su mayoría mujeres, que se instalaron a los dos costados de la plaza del Congreso, unas embanderadas con el pañuelo verde a favor del aborto y los otros con el celeste que lo rechaza.
El final fue caótico
El tablero inicialmente marcó que el resultado había sido 131 a 123 y una abstención. Pero inmediatamente un grupo de diputados empezó a exclamar que estaba mal marcado. En paralelo, los festejos de quienes impulsaron la iniciativa no cesaba. Pero cuando Emilio Monzó pidió la palabra, comenzó a mermar la euforia.
«Hubo cinco diputados que no le tomaron el voto», exclamó. Al principio, invadió la preocupación. Pero luego, rápidamente, se constató que eran solamente dos. La ecuación no cambiaba. Resultado final: 129-125-1. La suma total da 255 y no 257 -el total del cuerpo- porque Monzó no vota y porque Julio de Vido está preso.
Pero no terminó ahí. Elisa Carrió pidió la palabra, lo que fue rechazado por la oposición, que le reclamaba que no había asistido a todo el debate: «Hace veinte horas que estamos acá», le gritaban. La diputada tuvo una muy breve intervención: «Quiero hablar porque represento a una parte de la sociedad, que me ha votado. Respeto las otras posiciones. He estudiado este tema durante 40 años y no he hablado para preservar la unidad de Cambiemos».
Entre gritos, más abucheos y reclamos, la dirigente se retiró del recinto con saludos irónicos hacia el kirchnerismo.
El peso de los indecisos fue tal que los números fueron variando durante todo el día. En todo momento siempre se impuso el rechazo al proyecto, pero un anuncio de Jorge Ziliotto, pampeano del bloque Justicialista, revirtió el «poroteo» para el lado de la interrupción voluntaria del embarazo. El diputado anticipó que Melina Delú y Ariel Rauschenberger, también de La Pampa, votarían a favor. Esto cambió todo el panorama, porque tanto Delú como Rauschenberger eran considerados como votos en contra.
Pero la brecha se fue achicando poco a poco a lo largo de la jornada. Cerca de la medianoche, se supo que los indefinidos Jorge Franco (Frente de la Concordia Misionero) y Héctor Stefani (Cambiemos) votarían a favor. Y también trascendió que el radical José Luis Riccardo, que había anticipado su abstención, acompañaría.
El momento de mayor incertidumbre fue cuando Gustavo Garretón (Cambiemos) anunció que votaría en contra. Eso pareció el golpe de gracia para los pro aborto. Muchos lo contaban a favor y, en ese momento, el voto en disidencia inclinó la balanza.
Luego sucedería lo de los pampeanos.
Todo giró en torno a este conteo. Dentro del recinto el debate fue muy relajado y los diputados se encargaron de trabajar afuera, convenciendo y buscando adhesiones. No hubo cruces, agresiones ni momentos tensos. Algo fuera de lo común, sobre todo para un tema que divide tanto a la sociedad.
Cómo se vivió afuera del Congreso
Desde muy temprano el miércoles la plaza estuvo dividida en dos. De Rivadavia hacia Corrientes, quienes apoyaban la legalización, y del otro lado, hacia Belgrano, los provida. Hubo cánticos, banderas, carteles y hasta shows en vivo de ambos bandos. También quienes hicieron vigilia durante toda la noche hasta llegar al momento de la votación.
En la madrugada se pudo ver más gente con pañuelos verdes, aunque luego, cerca de las 9 de la mañana, quienes rechazaban la ley comenzaron a llenar su lugar.
Había pantallas gigantes para seguir la votación. El primer grito de euforia de quienes apoyan la interrupción voluntaria del embarazo fue cuando los pampeanos anunciaron su cambio de postura. El camino comenzaba a delinearse y se veía la victoria. Del otro lado, ya se sentía la peor noticia y comenzaron a dejar las inmediaciones del Congreso.
Pero, lógicamente, lo vivido cuando salió la media sanción, fue casi inexplicable: llantos, gritos, abrazos. La calle se tiñó de verde en un grito de victoria que dejaba sentir la larga lucha de las miles de mujeres para lograr este primer paso de cara a la legalización del aborto.
«Aborto legal, en el hospital», fue el cántico que acaparó todas las voces. Fueron 24 horas de vigilia, combatiendo el frío con carpas, fuego y música.
¿Cómo es el mecanismo constitucional de creación y sanción de las leyes?
La despenalización del aborto debe seguir varios pasos en términos jurídicos para convertirse en ley. La Cámara de Diputados dio media sanción a la ley despenalización del aborto ayer por la mañana.
Lo que el aborto dejó por estos días, gran parte de la sociedad ha seguido el debate parlamentario y está pendiente del proceso de sanción de la ley que propone despenalizar la interrupción voluntaria del embarazo, la cual obtuvo recientemente la denominada “media sanción”.
¿Por qué obtuvo media y no sanción completa?
Porque en el sistema constitucional argentino el Congreso Nacional es bicameral, esto significa que está compuesto por dos Cámaras: una integrada por diputados y otra por senadores, las cuales deben intervenir siempre -por expreso mandato constitucional- en el proceso de creación y sanción de las leyes. Salvo contadas excepciones, un proyecto de ley puede comenzar su proceso de creación en cualquiera de ambas Cámaras, es decir, cualquiera de ellas tiene la facultad de presentar proyectos de ley. Por tal razón se denomina cámara de origen a la que da inicio al trámite legislativo y cámara revisora a la que se le enviará posteriormente el proyecto de ley con la media sanción obtenida. Así lo establece el artículo 78 de la Constitución Nacional: “aprobado un proyecto de ley por la Cámara de su origen, pasa para su discusión a la otra Cámara”. En el caso del proyecto de ley sobre despenalización del aborto la iniciativa legislativa la tuvo la Cámara de Diputados, por lo tanto lo decidido y sancionado por dicha Cámara debe pasar ahora a la Cámara de Senadores, la cual actuará como revisora del proyecto que le fue enviado; de este modo se inaugura una nueva etapa de debate y discusión ahora en la Cámara de Senadores. ¿Según el diseño constitucional, qué podría suceder? ¿Cuáles serían los finales posibles para el proyecto de ley sobre despenalización del aborto que ha obtenido la media sanción en Diputados? La Cámara de Senadores, que en este caso funciona como revisora, tiene tres opciones: puede aprobar, rechazar o devolver con modificaciones el proyecto recibido. Veamos: 1- Puede aprobar sin modificación alguna el proyecto que le fue enviado y girarlo entonces, tal cual lo recibió, al poder ejecutivo para su posterior promulgación y publicación en el boletín oficial; 2- Puede desechar o rechazar el proyecto de ley que recibió de la Cámara de origen, con lo cual ese proyecto ya no podrá repetirse en las sesiones del mismo año; 3- Puede introducir adiciones o correcciones en el proyecto recibido, en tal caso, este debe regresar a su cámara de origen con las modificaciones introducidas a los efectos de que dicho cuerpo acepte estas modificaciones, o por el contrario, insista con su redacción originaria, a menos -sostiene el art. 81 constitucional- que: “las adiciones o correcciones las haya realizado la revisora por dos terceras partes de los presentes”. Sin embargo, el texto del artículo mencionado continúa, y párrafo siguiente le ofrece una nueva chance a la Cámara de origen, pues también le permite insistir con su redacción originaria con el voto de las dos terceras partes de los presentes.