El Dr. Carlos López expresó el orgullo de contar con jóvenes fueguinos en el plantel, y las expectativas ante la prueba de fuego que rendirán en pocos meses, con la primera producción de Atazanavir para el Ministerio de Salud de la Nación, con marca propia. Hay en proyecto otro tipo de medicamentos y una diversificación en Río Grande con productos veterinarios. Hoy se traslada a otras provincias del país interesadas en recibir asesoramiento por este proyecto exitoso en Tierra del Fuego que pretenden replicar.
Río Grande.- El director del Laboratorio del Fin del Mundo, Dr. Carlos López, dialogó con Radio Universidad 93.5 sobre el avance de la producción, que tiene su primera entrega comprometida para octubre de este año, mientras se proyecta diversificar los medicamentos e, incluso, incursionar en la demanda del sector veterinario en la zona norte.
“La gobernadora me convocó porque veníamos hablando del laboratorio de salud pública, que es otro proyecto que va a salir, porque además de hacer análisis clínicos de alta tecnología para el diagnóstico de enfermedades que hoy se envían a Buenos Aires, vamos por el medio ambiente, es decir análisis que se llaman de ecotoxicología, sobre todo lo que daña el medio ambiente y la manera de remediarlo”, dijo, adelantando otro proyecto en carpeta.
“La gobernadora me propuso hacer una industria que genere trabajo, ganancias y que sea algo nuevo. Yo estaba pensando en hacer fármacos y pusimos manos a la obra. Cuatro años después, porque esto lo hablamos cuando era candidata y senadora, este sueño se convirtió en realidad. Primero generamos la ley y fue acompañada por unanimidad. Con Ramiro Caballero presentamos el proyecto a la Legislatura y no hubo ninguno que se opusiera, todos se interesaron. Este no es un proyecto partidario sino de todos los fueguinos, porque pretendemos ser un ejemplo de políticas públicas a largo plazo, que excedan el mandato de una gobernadora y serán continuados por otras gestiones”, destacó.
“El mercado farmacéutico es muy complejo, y tenemos instalaciones por las que hemos recibido felicitaciones desde distintas partes del país, porque nos han visitado un montón de expertos, nos ha aprobado la ANMAT, nos han visitado del laboratorio de Córdoba y todos dicen que no pueden creer que esto esté en Tierra del Fuego. Y tenemos un recurso humano del que me siento orgulloso, porque el único que tiene más de 50 años soy yo: el resto son cuatro ingenieros químicos, de los cuales tres son fueguinos, uno recibido en la UTN de Río Grande, tenemos una ingeniera de 25 años que se recibió hace dos, también de Río Grande, y hace un mes está trabajando con nosotros. El tercer fueguino se recibió en La Plata, es un chico de Ushuaia, y en este momento está en la parte de control de calidad. Son chicos fueguinos y a eso apuntamos. Más allá del negocio, queremos generar un ámbito donde los jóvenes fueguinos puedan desarrollar la capacitación que han adquirido.
También tenemos farmacéuticos de otros lugares, pero los ingenieros están empezando su experiencia en la industria farmacéutica. Además de los dos farmacéuticos tenemos una licenciada en química que es la jefa del laboratorio de control de calidad y vino de afuera con una experiencia de siete años; y tenemos una contadora de Ushuaia, que se recibió en Mendoza y volvió a trabajar acá”, mencionó del plantel.
“El laboratorio es una sociedad anónima con participación estatal mayoritaria. El Estado siempre va a tener como mínimo el 51% de las acciones y el manejo asegurado de la empresa. El modelo es innovador y estoy viajando ahora a otras provincias a asesorar sobre el modelo de gestión que llevamos adelante, porque han hablado con la gobernadora interesados en incursionar en laboratorios de producción de medicamentos. Esto marca la creatividad y la capacidad de gestión en Tierra del Fuego, que trasciende a lo largo del país”, sostuvo.
Un debut de lujo
El primer medicamento que va a producir el laboratorio es uno de los más caros y de mayor calidad, que será la carta de presentación de la nueva empresa fueguina. “Vamos a producir Atazanavir, en una presentación de 300 mg. Es un medicamento que se utiliza para el tratamiento del HIV en todo el país. Nosotros vamos a proveer al Ministerio de Salud de la Nación los medicamentos para 16 mil tratamientos, que van a realizar entre octubre de este año hasta septiembre del año próximo. Les vamos a proveer todas las dosis, que son alrededor de cinco millones novecientos mil comprimidos, a razón de 30 comprimidos por frasco. Son cerca de 200 mil frascos para los tratamientos y son sumas realmente millonarias”, subrayó.
“Una vez que firmemos con el Ministerio de Salud y lo haga público en el boletín oficial, se va a conocer el monto, pero en este momento no puedo darlo por razones de confidencialidad. Hasta ahora el medicamento se importa de Estados Unidos y nosotros vamos a seguir importando el principio activo. Este es un proyecto de corto, mediano y largo plazo, con la comercialización del producto, el control de calidad, la trazabilidad. Vamos a recibir el producto y lo vamos a comercializar con nuestra marca propia, que ya hemos registrado, y va a ser SurAvir. Es el mismo Atazanavir con la misma concentración y la misma cantidad que se viene brindando”, indicó.
Ayer por la mañana recorrió las instalaciones junto al ministro de Industria Ramiro Caballero, que está gestionando la posibilidad de acreditar origen. “Todavía no se puede extender un certificado de origen, porque el componente principal del medicamento no se hace en Tierra del Fuego. Cuando se haga en la provincia, vamos a poder acreditar origen; pero automáticamente nosotros disminuimos el precio de compra del Ministerio de Salud de la Nación en alrededor de 20 dólares por frasco.
En la cantidad de dosis que vamos a hacer, significa un ahorro de alrededor de cien millones de pesos”, estimó.
“Nosotros no obtenemos gran ganancia, pero obtenemos una carta de presentación en el mercado farmacéutico con un medicamento de alta tecnología. Esto nos sirve para captar otros inversores, con los que ya estamos charlando. En octubre vamos a tener una reunión a nivel continental, y estamos dispuestos a presentar nuestro proyecto. La primera carta de presentación es que estamos comercializando nuestro producto, y la primera entrega está pactada para la primera semana de octubre. Esto genera confianza del punto de vista comercial y fortalece nuestra producción. Obviamente nos da un espaldarazo para vender otros productos de menor valor. Esta es una prueba de fuego que nos va a posicionar muy bien en la industria farmacéutica”, confió.
Acciones en venta
Por el momento no se avanzó con la venta de acciones y se prevé esperar a que se entregue la producción al Ministerio. “Hoy el 90% de las acciones las tiene el Estado provincial y el 10% restante las tiene el banco de Tierra del Fuego. Tenemos muchos interesados en comprar acciones, pero la gobernadora plantea que se van a vender una vez que estemos en marcha, porque va a ser otro el valor”, explicó.
Mano de obra local
El profesional destacó la generación de mano de obra directa e indirecta con este emprendimiento. “Hoy tenemos 19 empleados en relación directa, hay una unidad de cuatro profesionales en Capital Federal porque hay una serie de trámites que hay que hacer todos los días. La planta productiva está ubicada en la calle Vito Dumas 140, en el predio de una firma que está desde el año ’87 produciendo envases plásticos para la industria farmacéutica nacional e internacional. Nosotros estamos alquilando un ala de producción y también es un socio estratégico para el momento en que necesitemos los envases para el lanzamiento de los próximos medicamentos. No vamos a tener que gastar flete y estamos dando a trabajo a otra industria”, dijo.
Adelantó que hay “un proyecto para Río Grande porque la gobernadora nos exige que pensemos en Río Grande. Hay toda una línea de medicamentos para el sector veterinario. Todavía no hay nada firme y esperamos hacer el primer lanzamiento. A partir de allí va a haber un efecto dominó, porque vamos a demostrar que somos capaces. El Ministro de Industria está gestionando para que todos los medicamentos que no se producen en Argentina y sean importados, puedan tener certificados de origen en Tierra del Fuego. Hay un montón de trámites que se están haciendo de parte de gente que no participa directamente, pero colabora para el éxito de este proyecto, a fin de que genere capital social, que es generar trabajo sustentable en el tiempo”, enfatizó.
Apuntó que “toda la carpintería de metal que necesitamos en la fábrica y tiene especificaciones exigentes de la industria farmacéutica, la hicimos con mano de obra de Tierra del Fuego. Algunas máquinas las tuvimos que importar porque ni siquiera se hacen en Argentina, pero todo el amoblamiento de acero inoxidable se hizo acá. Directamente también generamos trabajo y es el capital social que buscamos como peronistas. Nosotros entendemos que el medicamento es un bien social y tenemos que disminuir los costos para aquel que lo necesita, tenga o no tenga dinero, porque tiene que tener acceso”, concluyó.