La senadora Miriam Boyadjián, en el tramo final de la ronda de debates en la Cámara Alta, retomó los cuestionamientos a la despenalización del aborto, planteando que las muertes por abortos clandestinos “están en el puesto 70, y tenemos una lista muy larga antes”, por lo cual no lo considera un tema prioritario para resolver. “Se plantea que cada cirugía tiene un costo de entre 20 mil y 30 mil pesos, con anestesia incluida, y tendríamos que ver el costo del post aborto”, observó, mirando el costado económico paralelo al debate. Para el 8 de agosto pronostica “un final abierto”, con senadores indecisos que, tal como ocurrió en Diputados, se definirán sobre la hora de la votación.
Río Grande.- La senadora del Interbloque Cambiemos Miriam Boyadjián dialogó con FM La Isla sobre el tramo final del debate sobre la despenalización del aborto en la Cámara Alta, que se define en la sesión del 8 de agosto.
“Yo pertenezco a la comisión de salud, estamos escuchando a todos los expositores que son invitados por los senadores. Uno respeta todas las posiciones y trata de sacar su conclusión, si bien yo tengo una decisión tomada”, dijo.
Destacó que “igualmente se enriquece el debate escuchando a los expositores, porque hay médicos, constitucionalistas, tuvimos un diputado uruguayo y el ex secretario de salud de Uruguay, que ha legalizado (el aborto) hace seis años. Es bueno saber cómo es la experiencia de unos y de otros”.
Ayer estuvo presente el ministro de salud de la nación y se le preguntó en calidad de qué: “Es la primera vez que lo escucho exponer y habló en su calidad de ministro de salud. Todos le hicimos esa pregunta, si hablaba como médico, como ciudadano o como funcionario. También le planteé que uno de los planes del gobierno es bajar la mortalidad infantil y la mortalidad materna, que tiene índices muy elevados, como el cáncer de útero, el cáncer de mama, y hay un índice muy alto de desnutrición por efecto de la pobreza. Yo le pregunté sobre las políticas de salud en este tema, porque las muertes por aborto están en el puesto 70, y tenemos una lista muy larga antes, entre ellos hay muchos temas que tienen que ver con infecciones (sic) de transmisión sexual”, manifestó.
“Tenemos que defender a las mujeres en todo su derecho y ahí falta un trabajo de prevención y de educación. Hace muy poco tuvimos nacimientos en Río Grande con enfermedades congénitas por enfermedades de transmisión sexual que no se daban hace mucho tiempo. Hay altos índices tanto de hepatitis como de tuberculosis y debe haber una política de prevención que baje desde el gobierno nacional”, reclamó.
Puntualmente consultada sobre su visión de que se penalice hoy a una mujer por esta práctica, dijo que “por el fallo Fayt el aborto no punible está permitido en casos de violación o de que la mujer sufra riesgos. Existen dos derechos que hay que defender y nuestra Constitución nacional los defiende, también la convención de los derechos del niño y el pacto de San José de Costa Rica. Nuestra Constitución provincial fue pionera en estos temas y siempre pensamos en un compromiso frente a las dos vidas”, subrayó.
“El aborto para mí no es una conquista de derechos, es una tragedia, es un problema del cual estamos hablando porque el estado estuvo ausente mucho tiempo. No todos tienen acceso a comprar un anticonceptivo, a tener educación y saber cómo cuidarse. Si vamos al interior profundo de la Argentina, hay mucha desidia en cuanto a políticas de salud. Esto se le ha planteado al ministro que vino exponer, porque hay un gran abanico donde se demuestra con estadísticas del mismo ministerio que hay muchas causales de muerte que se podrían prevenir. Tenemos que partir de la prevención”, manifestó.
Se le preguntó si, a su criterio el aborto no es un tema de salud, qué es entonces: “Yo considero que esta es una cuestión de derechos, y los derechos constitucionales son contrarios a lo que dice la media sanción de Diputados. Si empezamos a desglosar esa media sanción vemos cómo se ha desvirtuado el proyecto de origen, porque no reconoce el derecho de la mujer y de la persona, no defiende la libertad del profesional de la salud, que hoy es el que más se siente afectado. Si la persona está trabajando y es objetora de conciencia y en su juramento Hipocrático juró por salvar vidas, ¿por qué lo vamos a obligar porque trabaja en un hospital público? Se está afectando el derecho de ese trabajador y estaríamos generando una discriminación laboral, como ocurre en otros países como Uruguay, porque los objetores de conciencia están bajando porque no les dan trabajo”, aseguró.
“El médico que piensa diferente con el tiempo no va a tener la posibilidad de ser contratado y van a buscar a alguien que pueda hacer todas las prácticas legalizadas. Después de las 14 semanas por otras situaciones que plantee la mujer también lo pueden realizar (al aborto), y por qué no permitir a esa persona que ejerza su derecho como corresponde. Acá no se están defendiendo todos los derechos”, alertó.
Para la senadora se tendría que trabajar “en un nuevo proyecto que incluya todas las libertades, porque el derecho de uno termina cuando comienza el del otro. Esto no es una cuestión de autonomía de la mujer que puede pensar que puede tener un bebé cuando quiere o cuando lo necesita y cuando está en condiciones. El derecho del bebé se tiene que hacer sentir desde la concepción”, enfatizó.
“Esto es una concepción filosófica, religiosa o lo que sea, pero el testigo de Jehová pedía ser liberado del servicio militar y lo mandaban a hacer otras tareas”, citó como ejemplo.
Menores que deciden
“Otro tema es el artículo 9, que dice que cualquier menor de 16 años puede decidir sola, sin autorización de sus padres -objetó-. La ley prohíbe la venta de alcohol y que conduzca un auto, pero legalizaría que la menor vaya sola o con un vecino, el tío, que muchas veces puede ser el mismo abusador, y ahí estaríamos hasta legitimando una situación. Tenemos que defender la vida y respetar todas las posiciones. Ojalá podamos tener el acompañamiento para poder sacar algo que valga la pena. Yo no me limito a mi pensamiento, creo en los derechos de la mujer, soy una defensora de los derechos civiles de las mujeres, creo tremendamente que la mujer debe tener libertad para decidir, pero en este caso, es complicado cuando decimos que debe tener autonomía para decidir por encima del cuerpo que lleva adentro. Habría que modificar la Constitución”, afirmó.
Asimismo, cuestionó la objeción de conciencia institucional, porque “hay clínicas que tienen un ideario desde la fundación, como el caso del Mater Dei y tantas clínicas privadas que cumplen su función desde una concepción. ¿Por qué avasallar ese derecho?”, preguntó.
Boyadjián reiteró su preocupación “por las enfermedades de transmisión sexual”, que entiende prioritario abordar. Se le indicó que también hubo objetores de conciencia para incluir la educación sexual, desde los mismos sectores que se oponen a la legalización del aborto: “No tenemos que tener posturas anacrónicas. Cuando hablo de prevención y que hay que trabajar mucho en educación, tiene que haber un estado que contenga, que eduque y ayude, para hacerle entender a los jóvenes cómo se usa un preservativo, cómo se pueden cuidar. En la época del ex gobernador Estabillo había un agente sanitario que iba casa por casa y sabía qué enfermedades había en cada casa, para prevenir y llevar la asistencia necesaria. También hay que hablar de educación sexual, porque es lo que falta, bien enseñada y con los mejores criterios. Hay muchas enfermedades que se pueden prevenir, como el cáncer de mama, el cáncer de útero y hay un estado que le falta hacer estas cosas”, dijo.
“Yo tengo tres hijas y desde que se hicieron adolescentes siempre procuré enseñarles, tratar de que ellas tengan la libertad y el derecho de sostener su situación como adolescentes, y enseñar qué puede suceder y las consecuencias. Si bien no se da en todos los casos poder hablar libremente de todas las cuestiones, hablar solamente de aborto no soluciona nada. Seguiría siendo una tragedia, porque las cosas seguirían pasando, los abusos se seguirían reiterando. Si hay un estado presente trabajando en la prevención y en la educación, muchas mujeres podrían elegir y no encontrarse con la sorpresa de un embarazo no deseado”, argumentó.
Cuestión de plata
Además, la senadora abordó la cuestión económica del aborto, porque “el impacto lo van a sufrir las provincias. Hoy para pedir una cirugía en el hospital pasan meses y no se puede operar por diferentes circunstancias. Hay una contradicción si se dice que está todo en orden como para hacer esas prácticas”, dijo.
Se le preguntó si, como afirma, las muertes por abortos clandestinos son la causa 70, cuántos casos podría llegar a encontrar el hospital público: “Tendríamos que ver las primeras causas, que tienen que ver con enfermedades oncológicas”, insistió como prioridad y, respecto del aborto, dijo que “se plantea que cada cirugía tiene un costo de entre 20 mil y 30 mil pesos, con anestesia incluida. Tendríamos que ver el costo del post aborto, porque también hay un nivel de depresión por los informes médicos, y a esos 20 ó 30 mil tendríamos que incluirle esta situación”.
Consultada acerca de si esta es una discusión de números, respondió que “la mujer o el bebé no se mide en números, pero son situaciones que hay que hablarlas y yo no tengo miedo a debatir este tema. Tengo una posición y miro todo antes de tomar una decisión”.
Finalmente se le pidió un pronóstico para el 8 de agosto. “Los senadores tienen posiciones muy cautelosas y creo que hay un final abierto. A última hora los indecisos van a definir su posición”, concluyó.