El senador chubutense Alfredo Luenzo calificó como “desesperante” la situación de la provincia, por la crisis ya instalada y el agravamiento que se va a producir con las nuevas medidas de ajuste. El 31 de este mes se prevé una nueva reunión del foro patagónico, esta vez en Comodoro Rivadavia, aunque se mostró escéptico del eco que pueda tener en el gobierno central la posición que tomen los representantes de la región. Para Luenzo hay una mirada liberal economicista y se pretende medir a la Patagonia según la lógica del mercado, pensando en rentabilidad y no en geopolítica. “Es una equivocación que podemos pagar muy caro”, advirtió. Todavía no hay certeza del alcance del ajuste, tampoco sobre la restitución del coeficiente de asignaciones familiares, dijo.
Río Grande.- El senador de Chubut Alfredo Luenzo dialogó con FM La Isla sobre la situación de su provincia y de la Patagonia en general, que se ha visto forzada a tomar una actitud defensiva desde la asunción de la gestión Macri, por el avance permanente sobre derechos ya consagrados.
Ayer el gobierno anunció que cerró el 75% del ajuste con los gobernadores y el traspaso a las provincias del subsidio al transporte, que involucra 71 millones de dólares, por lo cual se le preguntó si la provincia está en condiciones de asumir el costo de este ajuste que viene: “Evidentemente no. En Chubut tenemos un déficit mensual de entre 400 y 500 millones de pesos. Si bien se ha ido achicando, todavía sigue siendo insuficiente para poder equilibrar las cuentas. Este panorama nos ha llevado a un endeudamiento que hoy supera el 70% del presupuesto del año que viene, y a esto hay que agregarle un recorte que rondaría los cien mil millones de pesos en toda la Patagonia, de los cuales a nosotros nos estaría tocando algo más de 22 mil millones. Realmente el panorama es muy complicado”, manifestó.
“Los números finales del ajuste todavía no los tenemos. Tenemos números aislados, el déficit, sabemos que el 98% de nuestro presupuesto es para el pago de salarios y si uno analiza estos números, la situación es casi desesperante respecto de lo que se viene en el futuro inmediato”, aseveró.
Para el senador “no es una novedad, porque el propio Marcos Peña en el último informe en la Cámara Alta dijo que la recesión se va a profundizar en los próximos seis u ocho meses. El propio presidente dijo que tenemos tormenta de frente. Es decir que ninguna señal es buena para la Patagonia ni tampoco para cada una de nuestras provincias”, expresó.
Si bien hay una unidad de la región, que va consensuando medidas en conjunto, también hay escepticismo respecto del eco que pueda tener en el gobierno nacional: “Tenemos convocado un foro para el próximo viernes en Comodoro Rivadavia y veremos si ahí puede surgir alguna alternativa o un proyecto para la Patagonia se ponga de pie y evitemos el impacto que esto pueda tener”, adelantó.
“La Patagonia no es el Gran Buenos Aires. La presencia territorial de habitantes que han venido de distintos lugares de la Argentina significa soberanía, y no es un dato menor en la Patagonia. Se está vaciando un territorio que tiene una característica muy especial, en un contexto geopolítico, en un contexto internacional, porque formamos parte de un tablero que el mundo mira. Obviamente esta sensibilidad no la encontramos en aquellos que están tomando las decisiones”, cuestionó.
Más allá de la posición unificada que pueda adoptar la región, Luenzo admitió tener “la sensación de que no cambiará la posición del gobierno. Es un gobierno que apela al diálogo permanentemente, pero dudo de que escuche, en función de las respuestas que uno va obteniendo. Si vemos las asignaciones familiares, se está diciendo que se restituyen, pero por otro lado el decreto que ha parado estas asignaciones está derogado. Es un tema que tenemos que terminar de aclarar y seguramente será en el día de mañana -por hoy-. Queda poco claro si se restituyen por una resolución, cuando no se deroga el decreto que las eliminó, y es algo confuso”, dijo.
También planteó la confusión que se generó con el fondo sojero y el pacto fiscal, que garantiza su distribución “mientras exista”. A este punto planteó la posibilidad de que “esto se haya hecho con una doble intención. Si hay intencionalidad cuando se firma este tipo de cosas, ya estamos hablando en otros términos, porque uno entiende el juego de la política pero uno confía en la palabra”, planteó.
“Nosotros nos hemos venido defendiendo en los últimos dos años, porque no es que discutimos más cosas para la Patagonia argentina. La política es de defensa permanente y no podemos estar peleando lo que nos están sacando, los reembolsos de puerto patagónico, los reintegros que han sufrido una fuerte reducción, vivimos peleando para que no nos saquen cosas que no son beneficios. Cuando hablan de beneficios para la Patagonia yo me molesto bastante, porque lo único que estamos haciendo con algunas compensaciones es resolver en parte las asimetrías que tenemos con otras regiones del país”, remarcó.
Además, esta discusión estaba resuelta, sostuvo, puesto que estaba entendido desde hace décadas que se necesitaba compensar estas asimetrías. “A la Patagonia no le pueden poner la lógica del mercado, sin embargo cuando uno va a pelear por una ruta, nos preguntan cuántos vehículos pasan”, afirmó.
“Si están pensando que van a pavimentar una ruta porque van a cobrar peaje, se equivocan. En todo caso tendremos que preguntarnos cuántos vehículos van a pasar si pavimentamos y en qué puede servir, por ejemplo, en la relación binacional con Chile. Nosotros estamos muy preocupados porque no podemos terminar de pavimentar 100 kilómetros para unir la ruta 40 con Balmaceda (Chile).Balmaceda tiene un centro operativo extraordinario, Chile invirtió 14 millones de dólares y el aeropuerto internacional de Balmaceda se ha ampliado y tiene características sumamente importantes. Pero nosotros no podemos construir 100 kilómetros para terminar con el corredor bioceánico, del que venimos hablando hace 30 años”, enfatizó.
“Si estas cosas se miden por la rentabilidad, la eficiencia y esa mirada liberal de la inversión financiera, es una equivocación sobre lo que significa la Patagonia y creo que lo podemos pagar muy caro”, concluyó.