El fueguino Javier Elissamburu representó a la Argentina en la “Fiesta de El Hacha” en Tomsk, Federación Rusa.
Río Grande.- Según sus palabras la obra es una apropiación, representación, reinterpretación y homenaje en alusión a las máscaras selk´nam del ritual hain de los pobladores originarios de la isla grande de Tierra del Fuego. Homenaje y contemporanización de simbología de la población más austral del mundo.
El artista Javier Elissamburu regresó de Tomsk, Rusia, lugar donde represento al país en el evento internacional de escultura en madera en Tomsk, Rusia “Fiesta de El Hacha”. Elissamburu quien ha representado al país en varias oportunidades como capitán de Opus G (equipo argentino de escultura en nieve, hielo y arte monumental) en obteniendo numerosos premios y reconocimientos por sus obras y trayectorias, llegando a exponer una muestra fotográfica de registro “Arte Bajo 0” en la Honorable Cámara de Diputados de La Nación, recientemente reconocido con medalla y diploma al mérito por el Concejo Deliberante de Ushuaia, dejó plasmada en esta oportunidad la obra Karukinkalo sobre un tronco de cedro de 80 cm de diámetro y entre 3 ó 4 metros de altura. Siendo seleccionado por su trayectoria y proyecto escultórico entre 380 artistas de 35 países con la obra Karukinka.
Según sus palabras la obra es una apropiación, representación, reinterpretación y homenaje en alusión a las máscaras selk´nam del ritual hain de los pobladores originarios de la isla grande de Tierra del Fuego. Homenaje y contemporanización de simbología de la población más austral del mundo. Con esta obra el arte fueguino y originario estará presente en el mundo, rescatando cultura, identidad e historia que como argentinos en este caso y tantos otros no podemos olvidar. Sobre la idea declaró que realizo los bocetos mientras escuchaba el tema “El Fueguino” del artista fueguino Walter Buscemi, quien hoy no se encuentra entre nosotros y Javier recuerda como un gran amigo y persona con quien junto a artistas argentinos y chilenos ha compartido veladas donde nunca faltaba la guitarra.
Sobre el evento Elissamburu manifestó y valoro la organización del evento, y comento que posteriormente a la talla de las obras cada artista planto un árbol el cual posee un cartel con la nacionalidad y la bandera junto al nombre del escultor, en el caso de Elissamburu un árbol de la familia de los serbales, actividad bajo la premisa de tallo un árbol, planto un árbol, devolver a la naturaleza lo que se quita y así realizar un evento sustentable.