El secretario de Inversiones de la provincia, Leonardo Zara, descartó de plano la posibilidad de la provincia de asumir un nuevo ajuste para que el gobierno nacional llegue a la meta de déficit cero que se ha fijado. Aseguró que ya “barrieron” el fondo de la soja, que con la devaluación no serán 300 sino 500 millones para 2019; tampoco llegan los fondos del Fideicomiso Austral por 700 millones, los fondos del FONAVI por 600 millones, y el crédito del Fondo Fiduciario para el saneamiento de Ushuaia. Todo está siendo aportado “por el tesoro provincial” para no paralizar las obras que “estaban en el presupuesto para ser financiadas por la nación”, remarcó. El ajuste que ya había rechazado la gobernadora implicaba mil millones para las provincias, para llegar a un déficit del 1,3% del PBI. Ahora, con la meta de déficit cero, trepará al menos a dos mil millones. La posibilidad de deducir de Ganancias las retenciones a la exportación también tendría un impacto imposible de absorber, con la disminución de “entre 1.300 y 1.500 millones” de la coparticipación para 2019 sólo para Tierra del Fuego. La quita del subsidio al transporte implica un desembolso extra de 30 millones para los municipios, que ya están perdiendo un monto similar con la quita del fondo de la soja, recordó. Hoy se reúnen los ministros de economía y los gobernadores en el CFI, para buscar una alternativa.
Río Grande.- El secretario de Inversiones de la provincia, Leonardo Zara, se comunicó con FM La Isla desde la ciudad de Buenos Aires, donde se encuentra junto a la gobernadora y el ministro de economía José Labroca, para participar hoy de la reunión en el CFI en la que se prevé elaborar una alternativa al ajuste brutal anunciado por el presidente Macri en su discurso de ayer.
“El contexto es malo en general e inclusive lo dijo ayer el presidente. No queremos decir cosas apresuradas pero el mensaje fue malo, vacío de contenido, dirigido no tanto a la gente que necesita tener seguridad sobre su futuro, sino que me pareció un mensaje enlatado dirigido al mercado, y el mercado no responde de manera positiva”, sostuvo.
“La cuestión es grave porque el déficit primario estaba planteado en 2,7% del PBI a comienzos de este año y se había reducido a una meta de 1,3%, que ya se consideraba un ajuste brutal. La gobernadora se plantó de manera firme y dijo que hasta acá llegaba, porque el ajuste llega a la gente, no lo podemos dejar pasar y por eso íbamos a plantear otras alternativas”, repasó del último encuentro de gobernadores.
“En ese contexto surgió la reunión de la gobernadora con otros tres o cuatro gobernadores que estaban contra el ajuste, que se hizo en el CFI”, dijo, donde se vuelven a reunir hoy “ya con un escenario más agravado, porque este 1,3% de reducción del déficit ahora pasa a ser déficit cero”.
“Es decir que, si las provincias tenían que absorber un esfuerzo presupuestario de mil millones de pesos de ajuste, hoy se ve agravado por mil millones de pesos más. El déficit cero significa que hay muy pocas cosas para discutir. Antes había algunas alternativas y la posición de la gobernadora pedía que no recayera todo el ajuste sobre el gasto público, porque dentro del gasto público está la obra pública, la ayuda social, los subsidios al gas, al transporte. Se pedía un equilibrio y aumentar la base imponible, pensando en las ganancias del sector exportador, de las provincias, y gravar un poco el ingreso para equilibrar. Hoy con déficit cero como meta la situación se agrava y están proponiendo un ajuste en gastos de capital, en subsidios económicos, en gastos operativos, en derechos de exportación”, enumeró.
Planteó un escenario más grave para la Patagonia y en particular para Tierra del Fuego, con un régimen de promoción cada vez más en la mira del gobierno nacional: “Para la provincia surge un nuevo problema, porque ya sabemos que nos afectó en lo social el intento de recorte en las asignaciones familiares, hubo un ajuste sobre el PAMI, se derogó el fondo sojero que todavía está en discusión. Esta discusión estaba dada en un contexto en el cual nosotros perdíamos el fondo de la soja, que eran 200 millones de pesos para este año y 300 millones para el año que viene que, con la devaluación, van a generar más ingresos por exportaciones, por lo que van a representar 500 millones de pesos, y esto era más plata para obras”, advirtió.
Sumó los incumplimientos del presupuesto nacional, que está sosteniendo la provincia, dado que “se barrieron los fondos del FONAVI para viviendas, los del Fideicomiso Austral y los del FFFIR -el Fondo Federal de Infraestructura Regional-. Son todos fondos destinados a obra pública y la provincia tiene que estar desembolsando del tesoro provincial para adelantar los certificados de obra. Nosotros estamos adelantando a cuenta, para que no se paren las obras y se sostenga el nivel de empleo, esperando que el compromiso se cumpla. La provincia está gastando 600 millones de pesos en viviendas a través del IPV y era plata que en el presupuesto nacional estaba a cargo de la nación”, subrayó.
Reiteró que “en este contexto se discutía el presupuesto” y hasta un punto era una discusión pasible de morigerarse con alternativas, pero “hoy pasó a un segundo plano, porque antes de discutir el presupuesto están planteando una propuesta de déficit cero, que implica un recorte mucho más profundo, un ajuste mucho más brutal, y nosotros queremos evitar que sea todo sobre gasto público y que haya un equilibrio”.
Nada de desarrollo ni de generación de empleo
El funcionario lamentó la ausencia de anuncios vinculados con el desarrollo, dado que el único plan es el ajuste. “La gobernadora pedía enfocarse en las necesidades de infraestructura, de competitividad, ver cómo hacemos para crecer más en el sector privado y generar empleo, hacer crecer la economía. Necesitamos productividad, y no que la gestión pública sólo hable del déficit del estado cuando hay un montón de cosas por solucionar”, cuestionó.
“Está demasiado sobredimensionado el problema del déficit por el gasto público y la solución que han intentado encontrar fue peor que el remedio, porque ahora quieren ajustar y generar un ahorro por el lado de las retenciones a las exportaciones, pero los exportadores no tienen plazo para liquidar”, observó.
Para Zara, el efecto de estas medidas va a ser que los exportadores “no van a liquidar, porque la retención baja a medida que aumenta la devaluación y el tipo de cambio. Esto genera una especulación. ¿Por qué va a liquidar un empresario sojero en este momento, pudiendo esperar un tipo de cambio mayor, donde ganaría más y tendría menor retención?”, planteó.
Sin facultades
Otro aspecto de los anuncios que se abordará hoy se relaciona con las facultades del presidente para imponer por decreto un impuesto o una modificación tributaria, cuando debería pasar por el Congreso. Zara abrió la posibilidad a planteos de inconstitucionalidad e insistió en que como efecto general se van a demorar las liquidaciones y no van a llegar los dólares esperados.
“Si esto es directamente tributario, es facultad del Congreso y no se puede hacer por DNU ni por una mera retención. Por la forma en que está planteado no entendemos bien cómo lo van a implementar, porque aparentemente sería una facultad del Congreso. No sabemos qué le van a presentar a las provincias, cómo se lo van a presentar y si lo van a solicitar. También nos preocupa que el ministro Dujovne viaje a Washington con esta propuesta cuando todavía no logró el consenso con las provincias ni las consultó”, expuso, aunque no descartó que el ministro repita lo que ya ha hecho: decirle al FMI que está todo acordado cuando no es así.
Menos coparticipación en 2019
Otra derivación de los anuncios y la decisión de gravar con retenciones las exportaciones, y que se puedan computar a descuento de Ganancias, será “una pérdida muy grande de coparticipación, porque sería un descuento en un impuesto que es coparticipable y que corresponde a las provincias”, dijo Zara.
“Con un cálculo muy rápido, en 2019 podríamos perder entre 1.300 y 1.500 millones más de coparticipación. Es un numerazo, esto es muy grave, porque la provincia ya necesita ese número para estar equilibrada y pagar los sueldos en fecha. Esto puede generar un descalabro en la economía de la provincia, no del estado, porque este no es un tema meramente del sector público. Estas medidas impactan en el comercio, en los sectores económicos de la provincia, en el clima social, y en la gente que está necesitada. Uno da un paso y va retrocediendo dos”, sentenció.
El funcionario esperará a conocer cuál es la propuesta del Ejecutivo a las provincias y cómo lo van a resolver, ante un ajuste que a todas luces resulta impracticable.
Se le preguntó al secretario si la provincia puede compensar parte de las pérdidas con el aumento de regalías, por la devaluación, pero no será suficiente. “Va a haber más recaudación y, si no se termina devaluando tanto la moneda, podemos seguir siendo competitivos en turismo. Pero son muchos los ajustes, en la coparticipación, en el subsidio al transporte, y en el subsidio al gas que sigue latente”, alertó, remarcando que la quita del subsidio al transporte, que se deriva a las provincias “significa 30 millones de pesos para cada municipio”.
Un ajuste “por padrón electoral”
El funcionario expuso su temor de que se profundice el peso sobre la región por la mirada electoralista de estas decisiones. “Lo más preocupante para los patagónicos es que se esté haciendo el ajuste por padrón electoral, teniendo en cuenta que somos locaciones con poca incidencia y no gobernadas por el oficialismo. Hay casos específicos como el nuestro con respecto al régimen de promoción, que todavía generan enojos a nivel nacional, como pasa con otras provincias, y el temor es que crean que el ajuste debería recaer sobre nosotros”, dijo.
“La gobernadora pidió que seamos prudentes, que trabajemos las propuestas, que charlemos mucho con los ministros de las otras provincias. Ella está trabajando con los demás gobernadores para esta reunión y obviamente hay que esperar la propuesta del Ejecutivo para ver cómo proponemos otras alternativas. Hasta ahora, como está todo, va a ser necesario que lo hagamos”, enfatizó.
“Tenemos que ser muy responsables con lo que esperamos como argentinos, no hacer análisis apresurados porque todos queremos que a Argentina le vaya bien, independientemente de las cuestiones políticas, pero el mensaje del presidente no fue el mejor y esperamos encontrar un mejor mensaje en la reunión. Además ayer fue feriado en Wall Street y los operadores estuvieron desactivados, así que el impacto va a medirse recién hoy”, dijo, sin omitir que ayer el tipo de cambio estuvo alrededor de los 37 pesos por la mañana y saltó a más de 39 a las dos de la tarde. “Las señales no fueron las mejores y creo que el anuncio de la reducción de los ministerios implica un ahorro casi insignificante dentro del déficit del que ellos hablan. Puede ser un mensaje para la gente, pero nos parece descabellado relegar a secretarías las áreas de Trabajo y Salud, por lo que significa para una Argentina con tradición sindicalista. Es rebajar a un ministerio que tiene mucho trabajo y tiene que tener un interlocutor validado para hablar con los gremios”, opinó de la modificación de la estructura de gobierno.
Lo cierto es que hoy se van a reunir “primero los ministros de economía y luego los gobernadores. Veremos cómo abren los mercados, porque hay que estar atentos a eso y también a lo que la gente dice, porque el mensaje del presidente no cayó bien. Nosotros sabemos hacer autocríticas pero no notamos autocrítica del gobierno nacional. Se le echó la culpa nuevamente al gobierno anterior, al peronismo que ha trabajado responsablemente y les permitió tener gobernabilidad durante dos años y medio de mandato. Inclusive, si vemos los dichos de la diputada Carrió, el peronismo más dialoguista como ellos le dicen, ha sido más responsable. Tampoco en las reuniones de estos días hablaron con el peronismo, que ha demostrado que es capaz de aportar mucho a la democracia, la gobernabilidad y la estabilidad del país. El peronismo ha mostrado institucionalidad, le ha permitido financiarse durante dos años, contar con las leyes y los instrumentos que necesitaban para gobernar. El hecho de que salgan sin ninguna autocrítica y echando culpas a otros sectores políticos, genera bastante enojo y descontento, sobre todo para la gente que estaba esperando que le mostraran un plan”, concluyó.