El esperado anuncio de las medidas económicas con las que el Gobierno busca llegar al déficit fiscal cero durante el año próximo tuvo una buena recepción entre los economistas, aunque todas advirtieron que son mecanismos de emergencia, que no pueden extenderse en el largo plazo y que tendrán impacto negativo en la actividad. Pero coinciden en que son una de las pocas opciones disponibles.
Buenos Aires.- El economista Fernando Marengo, socio del estudio Arriazu Macroanalistas, destacó dos puntos positivos de los anuncios: el buen mensaje político del presidente Mauricio Macri —»ha sido el mejor discurso desde que asumió», dijo— y el mea culpa de parte del ministro de Hacienda Nicolás Dujovne por la implementación del gradualismo.
Pero destacó que lo que falta ahora es conseguir un prestamista de última instancia y lograr una autorización para que el Banco Central intervenga directamente en el tipo de cambio.
«La necesidad de reducir el déficit no es una decisión, sino una restricción presupuestaria, al no tener financiamientos externos. Cuando ese que te financiaba te deja de financiar, no tenés otra alternativa que reducir ese desequilibrio», explicó Marengo.
«Una parte viene por ajuste de gasto. Y más allá de que todos los impuestos son distorsivos, otra parte viene fundamentalmente por las retenciones a las exportaciones, uno prefiere que no se ponga este tipo de impuestos, pero creo que la situación y el nivel de tipo de cambio lo demandan», agregó el economista. Con todo, destacó que la forma de implementación —con $4 por sobre cada dólar— es novedosa al ser un monto fijo. «Al ser una suma fija en pesos se va a ir licuando con la inflación más temprano que tarde».
La devaluación genera ganadores y perdedores en cada sector y el Gobierno busca apropiarse de una parte de esa renta. ¿Tendrán estas medidas impacto en el valor del dólar? «Estas medidas pueden tener impacto si se revierte la incertidumbre. El mercado se tranquiliza cuando ve que están los fondos disponibles, por eso creo que se va a terminar de complementar con la eventual reforma de acuerdo que se firmó con el FMI en junio», señaló Marengo, que reclamó que el Banco Central intervenga directamente para defender un tipo de cambio y que no haya un esquema de licitaciones y no que se salga a ofrecer un monto fijo sin saber cuál es la demanda.
Para Fausto Spotorno, director de Centro de Estudios Económicos de la consultora Orlando Ferreres & Asociados, está claro que son medidas de emergencia, «para sacar las papas del fuego», y que no se podrían haber llevado adelante con un dólar a $20. «Con casi USD 65.000 millones a USD 70.000 millones de exportaciones el año que viene, con un 10% casi te da el número para cerrar la brecha. Esa fue la idea. Si el tipo de cambio sigue subiendo hay más posibilidades de que sea efectiva esta medida. Limpia muchísimo el déficit fiscal y las necesidades financieras. Pero te impacta en la credibilidad», aseguró el economista. Las retenciones, además, permiten que el traspaso a precios no sea tan grande.Si el tipo de cambio sigue subiendo hay más posibilidades de que sea efectiva esta medida
También coincidió en que las retenciones se irán diluyendo a medida que el tipo de cambio se devalúa.
¿Qué cambia en las perspectivas de largo plazo con estas medidas? «Cambia la tasa de crecimiento. Estábamos pensando en una recuperación basada en el crecimiento de las exportaciones y esto lastima un poco ese crecimiento», explicó Spotorno.
Aunque calificó al discurso de Macri como «decepcionante» y con falta de liderazgo, el economista Carlos Rodríguez destacó que Dujovne, por su parte, generó una mejor impresión y se mostró «bien plantado».
«Son una serie de medidas todas desagradables, ninguna es buena, pero dentro de las cosas que se estaban hablando, como control de precios o suba del IVA, este paquete es más razonable. Es un impuesto a todas las exportaciones, que es lo que dice la teoría económica si el objetivo es recaudar. Es un impuesto en pesos, que con la inflación en dos años ya no existe. Es para una emergencia y la medida misma se autodestruye», indicó Rodríguez.
Para el economista, fundador del CEMA, la clave será que se deje sin efecto el impuesto a la renta financiera, ya que uno de los objetivos del plan es calmar a los mercados. «La promesa de los números cierra. Es fundamental un dólar alto, que ayude con la parte del turismo, una situación social estable, que tengamos una buenísima temporada de verano. Son muchos miles de millones de dólares», afirmó.