El titular de AFARTE Federico Hellemeyer citó indicadores negativos para la actividad, que requiere de una recuperación del consumo que no se está logrando, ni se ven perspectivas de cambio en el corto plazo. Puntualizó tres factores que complican el escenario: la caída del consumo; la alta tasa de interés, que impacta en los minoristas que venden los productos; y la suba del dólar, que golpea de lleno en la estructura de costos. “Mover el precio hoy es casi suicida porque no hay consumo, pero el precio de los productos electrónicos ya empieza a ser crítico”, alertó.
Río Grande.- El presidente de AFARTE Federico Hellemeyer expuso por FM La Isla que el sector está “viviendo la situación con mucha preocupación” y “todos están tratando de asimilar las medidas que anunció el gobierno”.
“Nosotros somos un sector con un fuerte componente importado y estamos orientados al mercado interno, con lo cual nuestra problemática tiene más que ver con la micro que con la macroeconomía. Necesitamos que haya un clima económico positivo para que la gente consuma y es lo que hoy no está pasando”, subrayó.
“La situación macroeconómica también nos afecta, porque un tipo de cambio alto produce dos efectos: primero nos protege en lo que significa la amenaza del producto importado, pero al tener un fuerte componente de insumos importados, eso hace que se tenga que trasladar algo a precios. En un clima donde nadie está consumiendo mucho, mover el precio es casi suicida. No hay consumo y el precio en que están los productos electrónicos ya empieza a ser crítico, porque se hace complicado por el encarecimiento de la compra de insumos”, planteó.
Consultado sobre el paso del ministro de Producción Dante Sica ayer en la conferencia de la UIA, aseguró que no hizo referencia a planes de desarrollo o producción. El ministro “dio una serie de lineamientos sobre política industrial y el problema es que no se entra en detalle porque estamos atravesando una crisis y creo que el gobierno está operando en modo de emergencia. Los temas de política industrial son temas de fondo y me di cuenta de que el Ministro de Producción, en vez de concentrarse exclusivamente en temas de política industrial y productiva, tuvo una presentación dedicada a la situación económica, las medidas para combatir el déficit fiscal y las cuestiones macroeconómicas”, dijo.
“Todos están participando en esta situación de emergencia y lo principal parece pasar por dar señales a los mercados para que se aquiete el tema y, una vez que la pelota esté en el piso, se pueda salir jugando desde abajo con un poquito más de política de fondo. Por el momento vamos a seguir operando así hasta que se vea un poco de tranquilidad”, indicó.
Consultado sobre la posibilidad de revisar el acuerdo firmado en noviembre pasado, ante el cambio de escenario, lo descartó: “No nos hemos planteado eso. Creemos que el acuerdo por la producción y el empleo que firmamos todos en noviembre, y los acuerdos con los sindicatos, es un activo que tenemos que defender. Los indicadores cambiaron de noviembre para acá y han empeorado, pero si el acuerdo era necesario con un contexto de mayor consumo, más necesario es ahora con una caída de la actividad del orden del 40%”, remarcó.
“La situación es mucho más tensa y hoy hay que defender a capa y espada los logros de competitividad, porque no tenemos el consumo que necesitamos tener para competir por volumen y no por precio”, manifestó.
Se le preguntó cuánto afecta el nivel de las tasas de interés y lo incluyó dentro de los factores de incidencia negativa: “En un país con tanta debilidad de moneda propia, el nivel de las tasas de interés está atado a la moneda extranjera. De hecho, es la herramienta que utiliza el Banco Central para frenar una corrida. Hoy la problemática del sector pasa por tres factores: caída del consumo; alta tasa de interés que perjudica a los clientes de las fábricas, que son los minoristas que venden nuestros productos. Ellos también sufren la caída del consumo y no toleran una tasa de referencia del 60%; y el tercer factor es el precio de la moneda extranjera, que obliga a revisar los costos dolarizados, dentro de la estructura de costos. Pueden ser dolarizados totalmente, como el caso de un insumo, o parcialmente, como es el costo logístico que tiene dentro un costo de combustible”, explicó.
“Esta es la situación por la que atraviesa una operación industrial en Argentina y es transversal a muchas industrias manufactureras, porque la industria del tomate también tiene insumos importados y también ha tenido una caída del consumo. Es una problemática que nos afecta a todos”, lamentó.
“Hoy lo más urgente es tratar de reconstituir el consumo, para que deje de pesar tanto la tasa y la caída en los niveles de actividad, pero no tenemos poder de pronosticar cómo se va a resolver la situación macroeconómica. Por el momento, todos estamos a la expectativa”, concluyó.