Las autoridades de la Dirección Provincial de Puertos informaron sobre los avances en el operativo de limpieza de la zona de atraque, ante la rescisión del contrato para la construcción del muelle comercial, entre la firma Performar SA y el Gobierno nacional.
Ushuaia.- El hecho fue confirmado por el vicepresidente a cargo de la entidad, Néstor González, quien anotó que la tarea se realizará “donde estuvo trabajando la empresa”, retirando las boyas y muertos (hormigones cementados de 6 toneladas cada uno), que sirven de orientación de la navegación para atracar los buques en el muelle comercial.
El citado funcionario argumentó la medida en “la proximidad de la temporada estival” y el hecho de que la presencia de estos elementos “representa un peligro para la navegación, el buque, la carga y la persona”.
González señaló que con ese propósito “realicé gestiones con la Jefa de Relaciones Institucionales de YPF, a nivel nacional; teniendo en cuenta que el buque ‘Calafate II’ que opera en la zona de San Sebastián estaba haciendo trabajos para la Planta Orión en Ushuaia” y que dicha embarcación “reunía las condiciones y requisitos para hacer la tarea, ya que cuenta con grúas, es un tipo remolcador, para realizar la tarea”.
El titular de Puertos manifestó que este lunes “extraoficialmente nos confirmaron desde Nación y ya se empezó a trabajar, en principio con una inspección acuática, consistente en un estudio mediante buzos de la empresa del buque, para ver en qué condición estaban estos ‘muertos’ y cómo se pueden levantar, teniendo en cuenta el peso”.
Resaltó que “el informe terminó el lunes mismo, a última hora”, y anotó que “en diez días ya estaríamos en condiciones de llevar adelante el operativo de limpieza”.
Precisó que “las gestiones fueron realizadas por el Puerto, con la empresa YPF; y con la firma Antares, que es la que renta el buque a YPF” e indicó que “estamos esperando con la expectativa de que en diez días más hayamos liberado ya la zona”.
“De esta manera –dijo- nos sacamos una enorme responsabilidad, puesto que los buques y los cruceros podrán atracar tranquilamente en el muelle comercial”, aclarando que “los gastos del operativo estarán a cargo de la Dirección Provincial de Puertos”.
Observó que “éste es un problema que nos quedó por el incumplimiento y la rescisión del contrato por parte de Nación, pero nosotros, como autoridad portuaria tenemos que hacernos responsables; teniendo en cuenta que debemos evitar cualquier incidente por parte de los buques”, toda vez que “esos cabos de acero, llamados linga, puede engancharse en las hélices de los grandes cruceros y acarrearle consecuencias gravísimas para el Puerto”.