El secretario general de la UOM Río Grande, Oscar Martínez, planteó como única alternativa un cambio de gobierno, ante una política nacional que no prevé torcer el rumbo y un panorama para 2019 peor que el 2018. “La solución pasa por un gobierno nacional que reivindique la industria y que pueda impulsar nuevamente el desarrollo”, subrayó el dirigente, y dio a conocer la situación de varias empresas, que tiende a agravarse.
Río Grande.- El secretario general de la UOM Río Grande, Oscar Martínez, dialogó con Radio Universidad 93.5 sobre la situación de la industria en Tierra del Fuego, y sostuvo que “tiene las mismas condiciones y consecuencias que el resto de la industria nacional, a partir de las políticas que implementa el gobierno nacional y tienen su continuidad en el gobierno provincial”.
“La apertura de importaciones, la devaluación, la pérdida de poder adquisitivo, han traído como consecuencia caídas más que considerables en los niveles de producción y de ocupación. Hay medidas alternativas como suspensiones y en algunos casos cierre de plantas en las últimas semanas. Las políticas del gobierno nacional van en contra de la industria nacional y el movimiento obrero, y en particular en contra de la provincia de Tierra del Fuego, buscando despoblarla”, aseguró.
“En los primeros dos años de gobierno perdimos unos seis mil puestos de trabajo directos en toda la provincia, que estaban en las líneas de producción. A esto hay que sumarle los sectores de comercio y de gastronomía en cada uno de los establecimientos. La solución pasa por un gobierno nacional que reivindique la industria, que pueda impulsar nuevamente el desarrollo, que genere una recuperación del poder adquisitivo, con paritarias para recuperar los salarios, también en el caso de los jubilados. Acá no hay milagros si no hay una decisión política de cambiar el rumbo. Vemos que este gobierno no lo va a hacer y algunos lamentablemente todavía no lo alcanzan a comprender. En esto somos categóricos: no hay alternativas con este gobierno y con esta política, menos ahora que ha acordado con el FMI”, sentenció.
“La única alternativa para crecer y desarrollar el país es la defensa irrestricta de la industria nacional. Acá hace mucho tiempo vienen administrando la política económica del país sectores muy poderosos del campo y de la timba financiera, y las consecuencias las paga la población en general”, cuestionó.
“Tenemos un ataque terrible a la industria, no sólo en Tierra del Fuego sino en todo el país. Han cerrado cientos de fábricas, comercios, pymes, y no hay parches, no hay magia, no hay alternativas en lo inmediato. Esto nos va a llevar como país y como provincia a una situación difícil durante muchísimo tiempo. Las condiciones no van a cambiar rápidamente y, por el panorama que tenemos, se avecina un 2019 mucho más complejo que el 2018 y la responsabilidad es de los sectores que toman las decisiones, tanto a nivel provincial como nacional”, señaló.
Apuntó contra la “visión centralista” del gobierno y las operaciones desde los medios de comunicación. “Hay un desprecio absoluto y un desconocimiento terrible de lo que es Tierra del Fuego, sus habitantes, la condición de la industria y del trabajo en cada una de las plantas”, lamentó el dirigente.
Respecto de la situación de algunas fábricas en particular, dijo que “Audivic tuvo una situación complicada que se ha podido resolver. Se está discutiendo la posibilidad de comercializar los productos que ya están terminados y esperamos tener buenas noticias en los primeros días de la semana próxima. Hay una expectativa enorme de los compañeros que a esta altura llevan un período importante sin percibir sus salarios. A esto hay que agregarle la situación difícil de Foxman, porque tampoco han percibido sus salarios y han sufrido una nueva demora, a pesar del compromiso asumido por los representantes de la empresa. Estamos en una situación cada vez más compleja. FAPESA está con períodos de suspensiones, en principio hasta el mes de noviembre y no se descarta el agregado de más jornadas”, adelantó.
“Hay una situación que tiene que ver no sólo con la realidad de Tierra del Fuego sino con un panorama cada vez más difícil. Las discusiones con el FMI contemplan a un solo sector y la gran mayoría de la población está al margen de todo ese relato que nos mantiene entretenidos, pero que está afectando con complicaciones casi en lo inmediato, porque Tierra del Fuego no tiene muchas alternativas”, reiteró.
Respecto del presupuesto nacional, dijo que “no es el presupuesto de un gobierno sino el que envió el FMI como una alternativa para acceder a adelantar valores para el período inmediato, que debían ingresar en los próximos años”.
“Hay una presión terrible sobre los gobernantes, y los medios monopólicos se encargan de decir cuáles son malos porque no votan o no obedecen a la solicitud de un gobierno que vino a cambiar la realidad y nos está hundiendo cada vez más como país”, concluyó.