La Justicia prohibió la salida de país de Francisco Amador, el único procesado por el crimen de su ex novia Marianela Rago, cometido en 2010 en el barrio porteño de Balvanera, y le impuso como condición presentarse una vez por mes en el juzgado, además de trabarle un embargo por un millón de pesos, informaron fuentes judiciales.
Buenos Aires.- La decisión fue adoptada por la jueza en lo Criminal y Correccional 15, Karina Zucconi, luego de que la Cámara de Crimen revocó el quinto sobreseimiento que ella había dictado hace dos meses sobre Amador y ordenará en forma directa su procesamiento, sin prisión preventiva, por el delito de “homicidio simple”.
Fuentes judiciales informaron a Télam que hoy (por ayer), luego de viajar desde Tierra del Fuego, donde vive, Amador se presentó en el juzgado de Zucconi en el Palacio de Tribunales porteño, y allí fue notificado, junto a su abogado, Luis Ricca, de las medidas adoptadas por la magistrada.
Zucconi ordenó que no pueda salir del país, le impuso presentarse del 1 al 10 de cada mes en el juzgado y le fijó un embargo de un millón de pesos.
Ricca aseguró a Télam que está “analizando la posibilidad de presentar una apelación del procesamiento resuelto por la Cámara del Crimen ante Casación”.
“La otra posibilidad es ir directamente al juicio oral, donde estamos seguros de que Amador va a salir absuelto, ya que es inocente del hecho que se le imputa. En el expediente hay pruebas de sobra que lo desincriminan”, dijo el defensor.
La Sala VI de la Cámara del Crimen revocó el quinto sobreseimiento que en ocho años había recibido Amador y lo procesó como autor del crimen de su ex, en base a una nueva data de muerte, al pasado violento del acusado y a lesiones que presentaba y podrían haber sido producidas por la víctima en su defensa.
En un fallo en el que criticaron con dureza a la jueza de instrucción, los camaristas Julio Marcelo Lucini, Mariano González Palazzo y Magdalena Laíño sostuvieron que las pruebas producidas, valoradas de manera global, refuerzan la probabilidad positiva que motivó la sospecha inicial del imputado como autor del evento».
«Los datos positivos verificados exceden de manera objetiva a los desincriminantes», sostuvieron los jueces en el fallo al que tuvo acceso Télam.
En los fundamentos, los camaristas destacaron que «se ha acreditado que el indagado ejercía hacia la víctima violencia física y verbal de manera reiterada”.
A la hora de evaluar un posible móvil, la Sala VI indicó que el propio Amador reconoció que tres días antes de ser hallada asesinada, Marianela «le contó que salía con otra persona».
Los jueces mencionan como indicios clave el hallazgo en un hombro, en los brazos y en algunos dedos de las manos de Amador, de una serie de «equimosis» (moretones) y «excoriaciones».
«Su data es coincidente con la del evento», dice el fallo y citan la conclusión que dio sobre ellas una Junta Médica realizada en 2017 para reevaluar el caso: «Es altamente probable que las lesiones halladas en la oportunidad de ser examinado el imputado sean producidas por la víctima Marianela Soledad Rago Zapata en un intento de defensa».
La misma Junta Médica estableció como nueva data de muerte la franja horaria entre las 19.10 del 27 de junio de 2010 y las 7.10 del día siguiente, cuando por la noche fue hallada asesinada por su hermano.
Si bien el acusado siempre tuvo coartada para la madrugada y la mañana del día 27, los jueces señalan que «se desconoce de manera certera qué hizo y dónde estaba Amador en la franja horaria del día en el que aconteció el evento, lapso en el cual su celular dejó de tener actividad».
También destacan que en la casa de Amador se secuestraron «una remera y un pantalón de corderoy húmedos con restos de sangre” y que se le secuestraron dos cuchillos que, pese a que los estudios genéticos no arrojaron resultados, según los peritos, podrían ser compatibles con el arma homicida.
Cinco son las evidencias científicas -entre ADN, huellas dactilares y una pisada- que se pudieron rescatar en la escena del crimen, pero ya fueron cotejadas con Amador y otros posibles sospechosos, y siempre hubo resultados negativos.
Marianela, de 19 años, era de la localidad fueguina de Río Grande y estaba en Buenos Aires estudiando periodismo cuando el 28 de junio de 2010 fue hallada asesinada en el departamento 7mo. «A» que alquilaba en la calle Tucumán 2080.
Según la autopsia, la chica murió degollada y quien la asesinó le aplicó 23 puñaladas con una cuchilla como la que desapareció del cajón de la cocina de la casa.