El ministro de Industria Ramiro Caballero adelantó complicaciones para las producciones de la industria fueguina en 2019. Si bien han decrecido en estos últimos meses, en promedio las cifras de 2018 no son muy diferentes del período anterior pero, sin un horizonte claro y con una recesión más profunda, hay más incertidumbre de cara al próximo año. Por otro parte, consideró “lamentable” que algunos actores de la política se hayan atribuido el logro de las modificaciones del decreto 864. “No hay nada para festejar cuando se revierte una medida que nos perjudicaba”, subrayó, y aseguró que ninguno de los parlamentarios de Cambiemos, Stefani, Roma y Boyadjián, participaron de las gestiones ni se comunicaron con el gobierno por este tema.
Río Grande.- El ministro de Industria Ramiro Caballero fue consultado por FM La Isla sobre las repercusiones negativas que tuvo entre periodistas y economistas de Buenos Aires la modificación del decreto 864, cuando en realidad se dio marcha atrás con una medida reciente que perjudicaba la industria fueguina, pero fue presentada como una ampliación de beneficios por los medios nacionales.
“He notado algunas manifestaciones sobre el decreto que el Estado nacional ha corregido y no hay nada que festejar, porque es volver a lo que teníamos anteriormente. Algunos actores provinciales se atribuyen el logro y es lamentable que así sea, porque esto ha tenido un recorrido muy serio, profesional y de reclamo justo de la provincia, de la propia gobernadora, de quien habla. En forma personal logré tener una reunión con el ministro Sica donde él comprendió que esto debía ser corregido. Hay desconocimiento de algunos actores que son del gobierno nacional o están al lado de él, que confunden a la gente, porque hablan de más beneficios para Tierra del Fuego, cuando ha habido una corrección de un decreto que nos afectaba fuertemente”, expresó.
“Si vamos a festejar que se toma una medida para perjudicarnos y después se revierte, la verdad no hay nada para festejar”, sentenció el ministro. “Todos sabemos que este era un decreto que afectaba fuertemente en cuatro posiciones arancelarias a dos productos de los tres más importantes que fabricamos en la isla; que la provincia inmediatamente habló con el estado nacional y a los pocos días me había reunido con el ministro Sica para empezar la corrección del decreto. No solamente seguimos el expediente, sino que todos los días hablaba con el ministro Sica. La última charla que tuve con él fue este lunes a las 19 horas, y me dijo que estaba firmado el decreto y estaba cumpliendo con lo acordado. Faltaba la firma del presidente y que se publicara, y como dijo la gobernadora, hasta que no se publicara en el boletín oficial no iba a estar tranquila”, repasó de las dos últimas jornadas de negociaciones.
“Esto dio pie para que otros actores que nada tienen que ver con la industria de Tierra del Fuego y poco conocen de la industria en general en Argentina, digan que nos están beneficiando, cuando únicamente se ha devuelto lo que correspondía a la industria fueguina”, lamentó Caballero.
Se le preguntó si hubo alguna expresión de AFARTE, dado que en su momento funcionarios nacionales hablaron de un acuerdo para llegar a este decreto, que el sector empresario luego negó. “Las comunicaciones fueron muy complejas este martes pero, ya alcanzada la noche, sabiendo que había salido el decreto, se comunicaron muchos actores industriales de la provincia. El miércoles por la mañana también, agradeciendo al gobierno de la provincia por la gestión que había llevado adelante. Ellos saben perfectamente cómo se llevó esto, y no quiero dejar de lado a los distintos actores políticos que se comunicaron en todo este período, que son los parlamentarios nacionales que nos representan, salvo los representantes de Cambiemos, porque fue el único sector de senadores y diputados que no llamó”, dijo incluyendo a Roma, Stefani y la senadora Boyadjián, que se reunió con Federico Pinedo cuando el decreto ya estaba firmado.
“El sector industrial se ocupó de comunicarse y de dar un marco de tranquilidad de que con esto van a seguir las producciones como corresponde, sin ningún tipo de incertidumbre en el futuro”, indicó.
Malas perspectivas
Respecto del balance de este año, con una producción decreciente, puso más el acento sobre el 2019. “El año pasado fue de menor a mayor, porque el crecimiento del empleo fue a partir de mitad de año, y este año fue lo contrario. La depresión empezó a partir de mayo. En el contexto muy adverso que tenemos, si uno puede promediar tanto las producciones como el empleo, más o menos estamos en los niveles del año pasado. Algún producto se pudo fabricar en mayor cantidad y otro en menor, pero la verdad es que hay mayor incertidumbre en el futuro de Argentina, porque la economía no mejora, los niveles de consumo tampoco, y eso es una problemática para las producciones que pueden venir para el año 2019”, advirtió.
“Todos estamos haciendo el esfuerzo, desde el gobierno, a los trabajadores, las industrias, las marcas que quieren ver de qué manera pueden insertar mayor producto en el mercado o estimular el consumo, pero está muy decaído todo. Nadie tiene la posibilidad cierta de comprar bienes que no sean de primera necesidad y tampoco se está notando que va a mejorar la economía en un futuro cercano. Eso es lo que genera más preocupación”, insistió.
En lo inmediato prevé que “los niveles de empleo y producción van a cerrar más o menos como este mes. Hay algunos contratos eventuales que finalizan a fin de año y ojalá entre febrero y marzo empiecen a reincorporarse. Esperamos tener un 2019 distinto, pero habrá que ver con qué inflación va a cerrar octubre y, si esto no se detiene, se suma que a fin de año la gente tiene otra prioridad por las fiestas u otro gasto extra por las vacaciones y se contiene en este gasto. Va a ser un momento de llanura el inicio del año, con ventas muy paradas en lo inmediato, porque la situación no mejora”.
“Es cierto que, si uno mira el sector automotriz o del calzado y demás, ellos también tienen grandes dificultades, aunque se trabaje en competitividad. Los precios pueden mejorar en el mercado, pero realmente la plata no le alcanza a la gente y, si no alcanza, no hay forma de estimular el consumo porque hay otras prioridades. Lo primero es la alimentación, la salud, la educación, y el tema de las tarifas impacta ahora en la producción de aire acondicionado. La gente está viendo que si genera mayor gasto fijo, tiene que priorizar otras cosas y se retiene, no hace ese gasto, muchas veces porque no puede”, planteó.
Efecto Bolsonaro
Acerca de cómo puede impactar el cambio de gobierno y de política en Brasil, prefirió esperar a que se conozcan las primeras medidas de Bolsonaro: “Uno tiene que ver la situación de Brasil a medida que vayan transcurriendo los meses y según las medidas que se vayan tomando. Si bien es cierto que hay otro perfil en quien ha sido electo, hay que ver si realmente va a tomar alguna medida que puede impactar en el Mercosur. Muchas veces se dicen cosas y después no se llevan adelante. Yo estuve hablando con algunos inversores brasileros del sector automotriz, que están viendo algunas empresas en Argentina y en Tierra del Fuego, y están viendo de qué manera el sector automotriz se puede insertar un poco más en Brasil y viceversa. Están viendo producciones y ellos decían que la inversión en Argentina tiende a ser más barata por el tipo de devaluación que hemos sufrido. El problema está en los niveles de incertidumbre sobre el tipo de crecimiento que va a tener el país”, puntualizó.
“La mejor posición que podemos tener con Manaos es seguir trabajando en competitividad y ser productores de los bienes, para que no nos invadan productos de Brasil, porque ahí sí se rompería el esquema productivo de Argentina. Habrá que ser más analíticos cuando se tenga mayor información y se vea cómo el sector empresarial brasilero se empieza a mover en este nuevo escenario. El presidente electo ha dicho que la prioridad no va a ser el Mercosur y se verá con el tiempo qué sucede”, concluyó.