La presidente de la ONG Nancy Fernández sostuvo que no hubo un estudio minucioso, porque “es imposible haberlo hecho en un mes y en invierno”, cuando requiere de al menos cuatro meses. Barajó que se realizó “un estudio teórico”, sin trabajo de campo. Ratificó la oposición a la ruta y adelantó una presentación a la justicia.
Río Grande.- La presidente de la asociación ambientalista Mane’kenk, Nancy Fernández, adelantó la decisión de llevar a la justicia el estudio de impacto ambiental realizado por la empresa Gancedo, como paso previo a la audiencia pública que, una vez sorteada, habilitará el inicio de la obra del corredor costero Canal de Beagle.
Por FM Centro, dijo que “en los próximos días vamos a hacer una presentación en la justicia, y esto lo había adelantado también Ernesto Piana, porque consideramos que esto se tiene que estudiar con minuciosidad. El estudio de impacto ambiental que, según los expertos, demora entre cuatro y cinco meses, fue realizado en menos de un mes y además en época invernal. Esto nos levanta muchas sospechas de que no haya sido un estudio hecho en el campo, sino un estudio teórico, donde no se ha caminado el terreno. Hemos pedido una copia formalmente de ese estudio y, cuando lo tengamos, consultaremos con nuestros colaboradores y seguiremos sus sugerencias”, señaló.
Para el 11 de diciembre está fijada la fecha de la audiencia pública, y el estudio de impacto ambiental es un elemento esencial: “La audiencia pública no es vinculante, por lo tanto pueden ir 50 mil personas a opinar pero eso no implica que haya modificaciones al proyecto”, sostuvo, si bien tuvo en cuenta que el Fiscal de Estado instó a considerar los planteos que se hagan sobre el proyecto y exigió que se deberá fundamentar la desestimación. “Hay experiencias de audiencias públicas que han tenido este efecto, pese a no ser vinculantes, pero el problema acá es que hay decisión de llevar adelante la obra a como dé lugar”, cuestionó.
“Hay montones de informes de equipos de arqueólogos, de las comisiones de turberas, del área de bosques, que indican que es una obra que causaría un impacto que ellos no están dispuestos a asumir”, aseguró, y cargó contra “el discurso mediático respecto de que van a tomar todos los recaudos, pero sabemos que prácticamente va a ser imposible, porque el informe de los arqueólogos dice que entre estancia Moat y Cabo San Pío nunca se han hecho estudios arqueológicos. Si mañana pasa la máquina y encuentra un yacimiento, la ley dice que hay que parar la obra e incluso buscar otra ruta, y tiene que ir un equipo de arqueólogos a rescatar ese yacimiento. Ese trabajo demora al menos cuatro meses y va a ser imposible realizar la obra en los plazos que dicen. No tienen previsto ninguna de estas contingencias”, aseveró.
Además, observó que “no está especificado en el proyecto de dónde van a sacar los áridos, porque todos los días no va a ir un camión desde las canteras de Tolhuin a Almanza para construir la ruta. Esto implica que los áridos se van a sacar de zonas próximas a la construcción de la ruta y no está determinado de dónde va a ser”.
A diferencia de la Fundación Ushuaia XXI, que plantea objeciones pero avala la construcción de la ruta, la asociación Mane’kenk sentó una postura en contra: “Este proyecto no tiene ningún argumento que lo pueda sostener, ni en términos ambientales, ni patrimoniales, ni paisajísticos, y nos parece que no tiene ninguna viabilidad”, concluyó.