Personas privadas de su libertad están realizando tareas de refacción, pintura y reparación de mobiliario en las escuelas de la provincia, como parte de un trabajo para lograr “la reinserción social de los detenidos”, afirmó Cánovas.
Ushuaia.- Personas privadas de su libertad están realizando tareas de refacción, pintura y reparación de mobiliario en las escuelas de la provincia, como parte de un trabajo para lograr “la reinserción social de los detenidos”, según afirmó el Director del Servicio Penitenciario Provincial, José Claudio Cánovas “La idea es que los internos puedan colaborar pintando rejas, arreglando bancos de las escuelas, siempre haciendo hincapié en el trabajo hacia el interno para que vayan tomando hábitos de trabajo y cuando salgan en libertad tengan este hábito incorporado”, remarcó el funcionario provincial.
Al respecto, Cánovas dijo que como Servicio Penitenciario se encuentran “muy satisfechos con ese trabajo, porque el fin que buscamos es que los privados de la libertad puedan encontrarle valor al trabajo”. En este caso se están pintando la Escuela 70 de Río Grande y al Escuela 15 de Ushuaia. «Si el MInisterio de Educación requiere que se hagan trabajos en otras escuelas de la provincia se puede darle continuidad al programa Verano Activo» sostuvo el director Penitenciario. Y aclaró que la elección de los internos que realizan estas tareas se hace “como lo marca la ley, el interno cuando ingresa está siendo observado y pasa por distintas etapas. Cuando sale a hacer trabajos, está en una etapa de confianza y en general pronto a cumplir su condena. No sale cualquier interno que no tiene la conducta que debe tener para hacer estos trabajos”, remarcó.
Luego advirtió que las tareas concluirán con el periodo vacacional y “cuando inicie el ciclo lectivo, el interno ya no tiene que estar pintando escuelas. El convenio se firmó con el Ministerio de Educación con autorización de los jueces que están a cargo de los internos”, señaló, agradeciendo la disposición de los magistrados.
Finalmente recordó que, a fin de año, los detenidos “hicieron 2.300 panes dulces que fueron repartidos a la gente más humilde. El interno lo hace contento y con ganas, hay que sacarlos del ocio en el cual están adentro y empezar a darle importancia al trabajo. También hicieron estrellas para los arbolitos que han visto en la ciudad. La idea es que cuando salgan sean gente de bien”, concluyó.