El edil de la Coalición Cívica Tomás Bertotto advirtió que “punteros políticos están haciendo ingresar ilegalmente a las tierras fiscales y se apropian de hectáreas de bosque”, por lo que propone un proyecto de Ordenamiento Urbano Ambiental “que permita distribuir equitativamente lotes a las miles de familias que hace muchos años esperan una solución habitacional”.
Ushuaia.- “Lo más importante de todo para el futuro de Ushuaia es recuperar las tierras fiscales que están siendo robadas, sobre todo en los asentamientos”, introdujo el concejal de Ushuaia Tomás Bertotto en relación a su proyecto de Ordenamiento Urbano Ambiental.
En este sentido, el edil de la Coalición Cívica explicó que es importante “porque la tierra fiscal en Ushuaia es limitada -se está acabando- y en los asentamientos nosotros lo que vemos es que no solamente hay usurpaciones, no solamente a gente y toma como propio un espacio de terreno para construir su casa, sino que además después rodea esa construcción con alambre, cercando mil, dos mil, tres mil y algunos varias hectáreas”, denunció.
Agregó que “para tener una idea de la dimensión de la problemática, una hectárea son diez mil metros cuadrados y dependiendo de los terrenos, en una hectárea pueden entrar entre 25 y 50 lotes entre 200 y 400 metros cuadrados”.
Bertotto compartió que “si nosotros queremos implementar un plan de ordenamiento urbano ambiental para dar soluciones a las miles de personas que están inscriptas hace 10, 15 ó 20 años en los listados de tierras del IPV y del Municipio de Ushuaia, lo primero que tenemos que hacer es recuperar la tierra que ha sido robada y hoy hay cientos de hectáreas de tierras robadas en los asentamientos, estimamos en 200 hectáreas o talvez más, cercadas con alambres por los propios vecinos”.
Sobre este punto aseguró que “hemos identificado predios usurpados de hasta cinco hectáreas y con el cálculo que hacemos con esta medida de tierra podemos dar soluciones habitacionales a unas 200 familias, por ejemplo; y si lo queremos llevar a los valores que se están vendiendo esos lotes en el mercado negro, un lote de 200 metros cuadrados está en más o menos 800 mil pesos y digo mercado negro porque son lotes que los venden los punteros que permiten el ingreso ilegal de estas familias a los asentamientos por lo cual calculamos que cien hectáreas loteadas se estarían vendiendo entre 40 y 80 millones de pesos”.
Observó que “a medida que esta situación crece, decrece la posibilidad de que esos miles de vecinos anotados tengan una solución habitacional; vecinos que pacientemente alquilan, que pacientemente esperan a que alguna vez el IPV o la Municipalidad los llame para venderles un lote y poder llevar adelante su solución habitacional”.
“Sino se realiza un trabajo con varios ejes, en el cual el primero de ellos tiene que ser necesariamente la recuperación de todas esas tierras robadas, sacar los alambrados que están colocados en el bosque. Sabemos que todo esto no se está frenando, al contrario, se está acelerando y también contrariamente el Ejecutivo municipal no está llevando adelante el pedido que le hicimos desde el Concejo Deliberante de sacar los alambrados del bosque. Hoy cada vez hay más cercos de alambres y esto es muy evidente”, advirtió.
Bertotto reparó que esta situación “condena el futuro de Ushuaia y no va a permitir que estos miles de vecinos que están inscriptos -que ven frente a sus narices estas usurpaciones y asentamientos van creciendo- tengan una solución”.
Una sensación de injusticia
Añadió que “pude percibir en la sociedad desde que me aboqué a este tema, una situación de injusticia y esto la sociedad lo visualiza así, mucha gente me cuenta que hace muchos años que está inscripta esperando un terreno, una solución habitacional; me dicen ‘soy fueguino, mis hijos son fueguinos y no tenemos oportunidad esperando por derecha’ y esa sensación de injusticia se acentúa cuando perciben que pagan los servicios, paga su alquiler como lo hacemos todos y la gente que ocupa ilegalmente un predio no lo hace, no paga nada; pero al mismo tiempo le llevamos agua y el municipio no se lo cobra”.
Recordó el concejal Bertotto que “al comienzo de esta gestión municipal había 370 familias sin agua potable a las cuales el Municipio de Ushuaia tenía que llevarles agua con camión; eso genera un costo para la ciudad, un costo que se amortiza con los impuestos de todos los contribuyentes. Hoy ya hay más de 1.500 familias, es decir, se cuadruplicó el servicio que gratuitamente los ushuaienses que pagan sus impuestos deben sostener”.
Aseguró que “el municipio no lleva ningún control sobre esta agua; no lleva planillas, no usa caudalímetros. Una familia tipo utiliza unos seis mil litros de agua por mes, a razón de 1.500 litros por semana, y esto lo paga el vecino que cumple con sus impuestos, así esté alquilando y es injusto”.
Imagen de una Ushuaia Turística
Otra observación del edil capitalino es que “los asentamientos desde un principio no fueron bien gestionados, no hubo planificación y ni este Ejecutivo ni los anteriores pudieron reaccionar y aplicar un eficiente planeamiento. El Escondido es uno de los primeros asentamientos y tiene unas mil familias, ha impactado negativamente en la postal y en la imagen de Ushuaia. Hay asentamientos que tienen que ser reubicados y El Escondido es uno de ellos ya que las familias que están viviendo allí están generando un problema ambiental muy grave –que atenta contra ellos mismos- porque están tirando los líquidos efluentes a las calles que terminan llegando a la ciudad; están generando también una deforestación muy grande, están canalizando chorrillos naturales para la alimentación de agua de sus viviendas y todo esto genera un impacto medioambiental muy grave, más allá del impacto visual que genera en una ciudad turística como Ushuaia y nosotros no lo podemos permitir, como tampoco podemos permitir que en una ciudad de 120 mil habitantes que haya una minoría que provoque un impacto visual negativo por falta de planificación”.
Asimismo añadió que “no hay ningún control, estos vecinos hacen caminos por donde se les ocurre, contratan máquinas y camiones sin ninguna fiscalización y los vehículos de emergencia –ambulancias y bomberos- la mayoría no pueden llegar; los tendidos eléctricos son totalmente informales y peligrosos, los cables están colocados en los árboles, hay conexiones de diez o quince casas a un solo pilar, pilares que además nadie paga y la DPE (Dirección Provincial de Energía) tiene que absorber estos costos; otro grave problema son las cloacas que como dije”.
Bertotto ya hizo más de 15 denuncias sobre usurpaciones “pero ni la justicia ni el municipio no pueden frenar esto; si miramos una foto aérea de Ushuaia de hace diez años con una actual, es evidente la deforestación y el impacto al medio ambiente. No hubo planificación ni en la trama vial ni en el tránsito; tampoco en la infraestructura sanitaria, en el tema de los perros sueltos ni en muchas otras áreas del municipio. Sino hacemos algo ahora, será muy difícil vivir en Ushuaia”.