El Decano de la Facultad Regional Tierra del Fuego de la Universidad Tecnológica Nacional e integrante del Rectorado nacional de la UTN ingeniero Mario Ferreyra, describió la situación que atraviesa la formación de ingenieros en el contexto recesivo para la industria que atraviesa la Argentina. Salió nuevamente en defensa de la industria fueguina y destacó el rol de la Tecnológica en revertir esta situación. “Se trabaja para darle fortaleza y una interpretación justa al alcance de la Ingeniería como una idea esencial para lograr el desarrollo y el crecimiento económico de nuestro país y de Tierra del Fuego en particular”.
Río Grande.- “La desindustrialización del país desmotiva a los jóvenes para estudiar ingeniería”, reveló el ingeniero Mario Ferreyra Decano de la Facultad Regional Tierra del Fuego de la Universidad Tecnológica Nacional e integrante del Rectorado nacional de la UTN.
“Las inscripciones en las carreras de Ingeniería, se mantiene en un buen nivel, acorde con la matrícula inicial de los últimos años. Atraer a los estudiantes secundarios para que estudien Ingeniería y especialmente en Tierra del Fuego, es una tarea ardua y difícil, pero resulta de gran motivación para los profesores de la Universidad. Convencer a un estudiante de ese nivel para que estudie Matemáticas, Física, Química y Computación, lleva un gran tiempo de persuasión para motivarlos de la importancia de la Ingeniería y lo bueno que es participar como ingenieros en la producción de su país”, explicó la autoridad académica.
Concedió que “si bien la Ingeniería requiere mucho del estudio de las ciencias básicas y aplicadas, no es menos importante la formación en Finanzas y Economía que requiere un ingeniero para tener una visión totalizadora de todas las actividades productivas de una sociedad, en las cuales pasa a ser el engranaje más importante de las transformaciones de la materia, de la energía y del movimiento, poniendo su esfuerzo en la producción de, bienes y servicios que son útiles para la vida de todos los seres humanos. En este estado de interpretación de nuestra actividad, se podría definir ideológicamente a la Ingeniería como un conjunto de conocimientos y habilidades puestos al servicio del crecimiento económico de esa sociedad en función de su soberanía y libertad”.
El ingeniero Mario Ferreyra entendió que “esta definición de la Ingeniería, desde mi punto de vista, es la que hay que trabajar en los colegios secundarios para que los jóvenes sepan que el esfuerzo de estudiar ciencia y tecnología tiene un objetivo claro, que es la capacidad de decidir a partir del dominio de las operaciones y procesos de ingeniería que transforman cotidianamente nuestra realidad. Las privatizaciones de la década del ’90 provocaron el mismo estado de ánimo negativo en nuestra juventud para recuperarse a mediados de la primera década del Siglo XXI. Este sentimiento también invadió a muchos ingenieros y técnicos, de gran experiencia, que dejaron las empresas estatales para constituir empresas de servicios sin animarse a hacerse cargo de lo medular o sea del negocio de la producción. Ejemplo, privatización de los yacimientos de Tierra del Fuego, que no fueron adquiridos ni por el ex empleados de YPF ni por los empresarios locales, dejando el espíritu principal del negocio –extracción del petróleo y gas- en manos de inversores no fueguinos”, describió.
El Decano recordó que “hacia fines del 2018 recrudeció la crítica hacia las fábricas electrónicas, textiles y plásticas, con énfasis en las electrónicas, sobre que son meras armadurías de productos finales para el consumo con el argumento de que son más caras que productos de la misma identidad que se importan. Esta argumentación no tiene en cuenta que el 90 por ciento de la producción de todo tipo de bienes en el mundo se hace en fábricas y lugares similares a Tierra del Fuego ni tampoco se tiene en cuenta que el “armado” o “ensamblado” es, en un porcentaje casi igual, la ingeniería de esa producción. Es decir, que sin ingenieros es casi imposible producir y si las fábricas cierran o disminuyen su actividad, los ingenieros con experiencia se mudarán hacia lugares del mundo donde sus habilidades serán requeridas y dejarán un vacío que otra vez deberán llenar las universidades y las pocas fábricas que queden para que siga viva la llama de la producción”, advirtió.
A modo de resumen, el ingeniero Mario Ferreyra dijo que “la Ingeniería en las sociedades con expectativas de soberanía y libertad económica es una política de Estado, de construcción de inteligencia competitiva junto a otras actividades profesionales, que se fortalecen año a año motivando a los empresarios y a los jóvenes a prepararse para los nuevos desafíos productivos y tecnológicos. Nuestra universidad –en la UTN- se trabaja para darle fortaleza y una interpretación justa al alcance de la Ingeniería como una idea esencial para lograr el desarrollo y el crecimiento económico de nuestro país y de Tierra del Fuego en particular”.