Lejos de mostrar síntomas de una desaceleración, la inflación de febrero volvió a encender las alarmas en el Gobierno y el Banco Central, ya que para las consultoras privadas podría ubicarse en torno al 4% y estiman para marzo un 3%. Por su parte el Indec anunciará a fin de mes los datos de pobreza e indigencia del segundo semestre del 2018 y no serán para nada alentadores. El último número conocido del organismo estadístico data del primer semestre del año pasado, cuando la pobreza fue del 27,3%, equivalente a 12,2 millones de pobres, si se proyecta a todo el país los datos medidos de los 31 conglomerados urbanos.
Buenos Aires.- Si las proyecciones se confirman, el primer trimestre cerraría con una suba generalizada de precios en torno al 10%, un número elevado aunque desde esferas oficiales argumentan que a partir de ese plazo iniciará una tendencia bajista.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) que encabeza Jorge Todesca difundirá el 14 de marzo el Índice de Precios al Consumidor ( IPC) de febrero, tras el 2,9% de enero que informó el organismo. Para las consultoras Eco Go y Elypsis, la inflación de febrero rondaría el 4%, mientras que Ecolatina la ubica un poco por debajo en el 3,5%.
El Banco Central, preocupado
En una conferencia que ofreció en la ciudad de Santiago de Chile ante financistas y hombres de negocios el vicepresidente del BCRA, Gustavo Cañonero, afirmó que «las proyecciones, más allá de afectar a la población en general, preocuparon a los mercados financieros y en ese contexto, desde el Banco Central aseguraron que no van a ´ignorar la inflación´».
Al respecto, el funcionario calificó de «fracaso» el plan de metas de inflación implementado por el ex titular del Central, Federico Sturzenegger: «Tratamos con metas de inflación, pero tuvimos que hacer algo más moderno», reconoció en declaraciones difundidas aquí por medios internacionales.
Los artículos de primera necesidad son los que están evidenciando mayores incrementos, como el caso de la carne que «desde el 20 de diciembre a la fecha aumentó 50%», estimó el vicepresidente de la Asociación de Carnicerías de Capital Federal, Alberto Williams.
«El consumo de carne bajó y va a seguir bajando», advirtió el dirigente.
Por otro lado, Juan Fera, titular de Maxiconsumo, advirtió que «las listas de proveedores están llegando con incrementos de precios entre 8 y 12%». y alertó también que «las ventas vienen cayendo, hay restricción en el consumo» y reconoció que los consumidores están optando por segundas marcas.
Los analistas creen que los indicadores de la pobreza no bajarán en 2019
Los datos del segundo semestre de 2018 serán informados a fin de mes por el Indec. La pobreza rondaría el 32%, estiman los economistas.
El presidente Mauricio Macri ya lo adelantó durante su discurso en la Asamblea Legislativa el viernes pasado. «La pobreza volvió a los niveles de antes. Y los chicos son los más golpeados», dijo el jefe de Estado, antes de anunciar la suba del 46% en la Asignación Universal por Hijo (AUH) y después de explicar que el flagelo había descendido durante los dos primeros años de gestión, hasta que tres shocks afectaron el rumbo que había encontrado el país (salida de los capitales de los mercados emergentes, la sequía y la causa de los cuadernos).
El Indec anunciará a fin de mes los datos de pobreza e indigencia del segundo semestre del 2018 y no serán para nada alentadores. El último número conocido del organismo estadístico data del primer semestre del año pasado, cuando la pobreza fue del 27,3%, equivalente a 12,2 millones de pobres, si se proyecta a todo el país los datos medidos de los 31 conglomerados urbanos. A su vez, la indigencia era del 4,9% (2,2 millones de personas). En ambos casos, el Indec mostró una caída, ya que durante el mismo período del 2017, las cifras eran del 28,6% y de 6,2%, respectivamente.
¿Cuántos pobres e indigentes había al finalizar el 2018? Este es el dato que informará el Indec a fin de mes y que mostrará un importante crecimiento respecto del 25,7% registrado durante el mismo período del año anterior.
Si bien es un dato que no se conocerá hasta no ser publicado, varios analistas que siguen de cerca el tema pobreza aseguran que el año pasado cerró con una pobreza en torno al 32%, lo que implica unos 3 millones de personas que pasaron a ser pobres.
El Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), que tiene su propia medición, informó que al tercer trimestre de 2018 la pobreza había trepado al 33,6% y la indigencia, al 6,1%, el dato más alto desde el 2010. Y si bien este número puede ser un indicador de lo que podría anunciar el Indec, las encuestas y canastas son diferentes.
El principal impacto de la devaluación y aceleración inflacionaria se dio en el trimestre ya medido (julio a septiembre), ya que en el último, si bien quedaron aumentos de precios rezagados, pudieron ser en parte compensados con los aguinaldos y las ayudas especiales que se otorgaron a fin de año, como el bono de $5.000 por única vez.
«El impacto estuvo en el tercer trimestre, se estancó en el cuarto y se agravó en estos dos meses de 2019. Ahora en marzo se compensará un poco con las paritarias, jubilaciones, AUH, pero la tendencia sigue siendo cómo evitar que la pobreza siga subiendo», le aseguró a Infobae el director del Observatorio, Agustín Salvia.
«Puede ser que si baja la inflación como esperan en el Gobierno, se produzca un efecto favorable en el dato del primer semestre que oficializarán en septiembre, pero en el mejor de los escenarios la pobreza podría llegar a los niveles de fines de 2015 (29,2%)». Sobre el dato que el Indec informará a fin de mes, Salvia manifestó que «podría rondar el 32%», agregó Salvia.
Sobre el aumento de la AUH, el experto precisó que «no mueve mucho la pobreza, aunque podría ayudar a que no suba la indigencia». Así, el mayor impacto de la medida no es tanto lo que pueda generar en el presupuesto de las familias, sino cómo ese dinero se vuelca al consumo y, por ende, moviliza a los segmentos de la economía informal.
Para Claudio Lozano, coordinador del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP), «en el marco de la corrida cambiaria y el derrumbe económico, la pobreza saltó del 25% de finales de 2017 al 32% a finales del 2018. Eso implica que se agregaron tres millones de personas a la pobreza en el último año». De 11 millones, escaló a 14 millones en un año.
Sobre la evolución de la pobreza e indigencia en los primeros meses del año, Lozano enfatizó que «está claro que en enero y febrero se agravó el cuadro por los niveles de inflación que hubo (2,9% en enero y en torno al 4% el mes pasado). Los aumentos de ingresos llegan a partir de marzo».
Sobre si el anuncio de la suba de la AUH ayudará a mostrar mejores números antes de las elecciones, el dirigente afirmó que «efectivamente va a incidir sobre la indigencia, que es la que más crece por el aumento de los precios de los alimentos», pero advirtió que durante el semestre el impacto se va a ir reduciendo por la inflación.
«La inflación no cede. Los alimentos están volando y eso es lo que pega en los niveles de indigencia. En cuanto a la AUH, no es todo el ingreso de los pobres, y el empleo está cayendo, lo cual tampoco ayuda», sostuvo la economista de FIEL, Nuria Susmel, con tono de gran escepticismo sobre la mejora que pueda darse durante este primer semestre. Sobre los datos del cierre de 2018, coincidió con sus colegas en que la pobreza se ubicará entre 30 y 33 por ciento.
Por su parte, el economista Javier Lindenboim, director del Centro de Estudios de Población, Empleo y Desarrollo (CEPED) de la UBA, evitó referirse a pronósticos sobre los números que pueda dar el Indec, aunque planteó que no le caben dudas de que «será malo».
El impacto estuvo en el tercer trimestre, se estancó en el cuarto y se agravó en estos dos meses de 2019. Ahora en marzo se compensará un poco con las paritarias, jubilaciones, AUH, pero la tendencia sigue siendo cómo evitar que la pobreza siga subiendo (Salvia)
Sobre la comparación con el dato de la UCA, que data del tercer trimestre, el analista planteó que el período julio-septiembre fue el del mayor impacto de la devaluación, «pero luego no se sabe cómo impactaron los mínimos ajustes que se dieron sobre fin de año. Por otra parte, el último trimestre fue el peor en términos de empleo». Respecto de si este año puede darse una mejora de la pobreza y la indigencia, Lindenboim afirmó: «Estamos en el peor de los mundos, estancamiento con inflación que no baja. Lo mejor que veo que puede pasar es que la situación no empeore».
El director del CEPED recordó que en 2017 bajó la pobreza porque aumentó el empleo y mejoraron los ingresos, y si bien es posible que las discusiones paritarias tiendan este año a igualar a los precios, si el empleo sigue cayendo, la pobreza no va a caer. Será la gran apuesta del gobierno de Macri para mostrar cifras alentadoras antes de las elecciones de octubre.