Veteranos de guerra y voluntarios realizan trabajos de mantenimiento del Vehículo Anfibio a Orugas donado por la Armada Argentina a la ciudad y emplazado desde el 2015 por el Municipio de Río Grande en la Zona de los monumentos a Malvinas. “La idea es que esté de gala para los actos del 2 de abril y recibir a la Fanfarria del Alto Perú de Granaderos a Caballo”, destacó Juan Carlos Lara, quien junto a Aníbal Esposito y su esposa Marisa Montana, se encuentran dándole los últimos retoques a este vehículo.
Río Grande.- Juan Carlos Lara, voluntario e integrante de la cofradía que integran también veteranos de guerra de Malvinas, fue consultado sobre los trabajos de pintura y restauración del VAO (Vehículo Anfibio a Orugas) que está emplazado en la zona de los Monumentos a los Caídos en Malvinas.
[slideshow_deploy id=’21645′]
“En mi caso particular, por mi amistad con los veteranos de guerra y en especial con los Anfibios donde me tocó hacer el servicio militar, hemos conformado un grupo de amigos que año a año le ‘lavamos la cara’ al anfibio, ya le estuvimos haciendo algunos trabajos de mantenimiento”, comentó Lara.
En ese sentido, el vecino detalló que “le cambiamos las luces delanteras, una se había quemado, también las tapas de arriba se habían oxidado, así que le pusimos antióxido como así también una serie de mejoras, sumándonos así a la conmemoración del 2 de abril con la Fanfarria del Alto Perú de los Granaderos a Caballo, gracias a la iniciativa de una vecina (Any Berbel), y con más razón queremos estar de gala al Vehículo Anfibio a Orugas”.
Asimismo, Juan Carlos Lara recordó que en Río Grande viven unos cinco conductores de estos vehículos “y las circunstancias históricas les han señalado ser protagonistas ese 2 de abril de 1982 en el desembarco en Malvinas, hablo del Conductor del VAO 07 y su Artillero, el VGM Aníbal Esposito y el VGM Osvaldo Arce, como asimismo el VGM Néstor López, conductor del R1, que es el Vehículo Recuperador, también el VAO 03 conducido por el VGM Ricardo Polizzi”.
Recordó además que justamente “fue Polizzi quien conducía el vehículo cuando el Almirante Carlos Busser cuando se hace el último requerimiento en lo que vendía a ser la unidad de los Royal Marines en cercanías de Puerto Argentino el 2 de abril de 1982”.
Lara agradeció a su vecino, Juan Carlos López, electrónico, “quien nos hizo los trabajos de luz, tanto en el interior del vehículo, como en el exterior”.
Testimonio del primer bautismo de fuego de las armas argentinas en Malvinas
El conductor de Vehículos Anfibios a Orugas Aníbal Esposito –quien también es policía de la provincia- contó que durante la Operación Rosario en Malvinas condujo el ‘VAO’ 07, siendo secundado en la tripulación por el cabo primero Osvaldo Arce en la ametralladora, quién también reside en nuestra ciudad, y Daniel Navarro, quién era ayudante motorista y conscripto clase 62.
Esposito, quien junto a su esposa, la profesora Marisa Fontana están también haciendo los últimos retoques al VAO, agregó que “además llevábamos un jefe de tropa que era el suboficial Quiroga y veinticinco hombres del Batallón de Marina Nº 2, más una sección de tiradores y una sección de morteros 60”.
Esposito expuso que al momento de llegar “fuimos atacados, dado que nos recibieron con fuego cruzado de ametralladoras y el cañón pesado 84, así que fue el primer bautismo de fuego de la República Argentina porque eran aproximadamente las 6 y media de la mañana, justo al ingreso a Puerto Argentino, donde había un grupo de cuatro a cinco casas blancas que le llamaban barrio blanco, como así también fue el primer bautismo de fuego de los vehículos anfibios, que fueron probados en combate durante ese conflicto bélico”.
Detalló sobre aquel desembarco que “tuvimos un herido leve sobre la parte carnosa de la mano, donde una munición le partió el guardamano del fusil, y ese le produjo la herida, pero lo furtivo del tema fue haber observado un cañonazo que pasa sobre nuestra posición del vehiculo, y eso fue los que nos ayudó a meternos inmediatamente adentro y recibir el fuego de dos ametralladoras cruzadas”.
En cuanto a los combatientes que residen en la provincia que han combatido en estos anfibios, indicó que “reside el suboficial Ricardo Polizzi, el suboficial Ernesto López, suboficial Ricardo ‘Gato’ Sánchez, el suboficial Osvaldo Arce, y el suboficial Luís Sangiovani”.
Además mencionó que “nosotros queríamos tener al vehículo acá porque es la esencia de la Infantería de Marina el desembarco y el movimiento de buques a costa, siendo uno de los movimientos más peligrosos, y la parte más débil o más propicia para el ataque del enemigo, mientras uno se está trasladando del buque hacia la costa tiene muy pocas defensas, si bien los vehículos anfibios tienen una ametralladora, antes hay que hacer un fuego de ablande con artillería aérea y naval”.
Detalló que estos vehículos los “tienen los infantes de marina, es la esencia de ellos desembarcar de un buque de transporte de tropas hacia la costa, y se puede proyectar sobre tierra, o sea tienen movilidad en agua y en tierra y se proyectan hacia las posiciones defensivas de tierra”.
Cabe destacar que los Marines de Estados Unidos tuvieron que reformular al VAO colocando chapas deflagrantes de acero luego de la experiencia argentina en Malvinas, donde participaron 20 VAOs.
Por su parte Ernesto López recordó que durante el conflicto bélico comandé el “R1 que fue el vehículo de apoyo logístico, siendo la función de este vehiculo recuperar, auxiliar y asistir a cualquiera de los vehículos operativos”.
Asimismo dijo que este vehiculo “particularmente fue conducido por el cabo segundo Domingo Barros, quien se encuentra residiendo en la provincia de San Juan, y en el 2015 cuando le contamos lo que va a suceder con este vehiculo, nos manifestó su emoción y alegría”.