El monumento a los caídos del escuadrón Alacrán de Gendarmería nacional en Río Grande, fue el lugar para homenajear a los siete integrantes de la fuerza que fallecieron en combate en las islas Malvinas en 1982. El presidente del Poder Legislativo, vicegobernador Juan Carlos Arcando presidió, en la tarde de este lunes, la ceremonia junto al jefe de la Región VII de Gendarmería, comandante mayor, Alejandro Lema.
Ushuaia.- El Vicegobernador de la Provincia Juan Carlos Arcando brindó palabras alusivas y dijo que “ríos de tinta han corrido por las venas literarias e históricas de nuestro país invocando la gesta de Malvinas”. Al tiempo que sostuvo que “mi compromiso malvinero, primero es como soldado y luego como ciudadano. La pieza más sensible y emotiva que he tenido la oportunidad de leer fue escrita por uno de ustedes, me refiero al sargento ayudante Ramón Gumersindo Acosta”.
Además, Arcando se refirió a la carta de Acosta y manifestó que “la sencillez de sus palabras insertas en un papel días antes de morir en la estepa malvinera, desnudan el compromiso sin límites de ese gendarme que intuía su final. Que a través de una misiva a su hijo, desnudaba sus sentimientos más profundos, el amor a su patria y su familia”.
En este sentido, el Presidente del Poder Legislativo leyó las palabras que expresó el Sargento Ayudante a su hijo: “Querido Diego: ¿qué tal muchacho? ¿Cómo te encuentras? Perdóname que no me haya despedido de ti, pero es que no tuve tiempo, por eso te escribo, para que sepas que te quiero mucho y te considero todo un hombrecito y sabrás ocupar mi lugar en casa, cuando yo no estoy”.
“Te escribo desde mi posición y te cuento que hace dos días iba en un helicóptero y me bombardearon, cayó el helicóptero y se incendió. Murieron varios compañeros míos, pero yo me salvé y ahora estamos esperando el ataque final. Yo salvé a tres compañeros de entre las llamas”.
“Te cuento para que sepas que tienes un padre del que puedes sentirte orgulloso y quiero que guardes esta carta como un documento, por si yo no vuelvo, o, si vuelvo, para que el día de mañana, cuando estemos juntos, me la leas en casa”.
“Nosotros no nos entregaremos, pelearemos hasta el final y, si Dios y la Virgen permiten, nos salvaremos. En estos momentos, estamos rodeados y será lo que Dios y la Virgen quieran”, detalló en la carta el gendarme. Asimismo, agregó “recen por nosotros y fuerza hasta la victoria final. Un gran abrazo a tu madre y a tu hermana, cuídalas mucho, como un verdadero Acosta. Estudia mucho”, finalizó.
Por otra parte, Arcando aseveró que Ramón Acosta integraba un grupo de combatientes profesionales de la Gendarmería nacional. “Eran todo valor y ejemplo. Ellos tuvieron el honor de actuar en el teatro de operaciones Malvinas y lo hicieron junto a sus pares del Regimiento de Infantería 25”, unidad del Ejército argentino en Chubut.
“En mayo de 1982, en función de la situación bélica que se vivía en el archipiélago, se conformó un elemento móvil de combate que se llamó tropa especial 601. Luego, por iniciativa de los propios integrantes se denominó escuadrón “Alacrán”, nombre con el que pasó la historia”, remarcó el Vicegobernador.
Asimismo, el titular del Parlamento brindó detalles del despliegue militar de los gendarmes en las Islas. “Ellos, como todas las fuerzas de elite que operaron en Malvinas, estaban preparados para cualquier acción ofensiva. El 30 de mayo recibieron la orden de ocupar cinco alturas para actuar como alerta temprana, en el sector oeste, cubriendo una línea más allá de los cerros Dos Hermanas, dos riscos gemelos, pero sin llegar a Monte Kent, que en ese momento ya estaba en poder de los ingleses”.
“Allí, el combate era letal. El enemigo se había infiltrado en nuestras posiciones y una patrulla del Ejército argentino, había caído en una contraemboscada. La situación que se vivía en Dos Hermanas indicaba que se acercaba el momento decisivo. El movimiento de los “Alacranes” hasta la posición señalada, se realizó en un helicóptero del Ejército y fue alcanzado por un misil enemigo que lo precipitó a tierra y apenas derribado, fue atacado desde el aire por un avión de caza Sea Harrier”.
“Esta acción provocó la muerte instantánea de seis gendarmes, el primer alférez, Ricardo Julio Sánchez; el subalférez Guillermo Nasif; los cabos primeros Marciano Verón y Víctor Samuel Guerrero; el cabo Carlos Miguel Pereyra, el gendarme Juan Carlos Treppo y resultó gravemente herido el sargento primero, Justo Rufino Guerrero. Ramón Gumersindo Acosta murió en combate, quien justamente salvara vidas en el accidente de la aeronave”, recordó Arcando.
Finalmente, el Vicegobernador manifestó que los efectivos dejaron “en nuestras islas sus vidas, cumpliendo así el deber y entregando el valor más importante que tiene un ser humano, la vida. No puede haber nada más que lo compense, tampoco el dolor de sus seres queridos, pero es nuestro deber como argentinos no olvidarlos y llevarlos como bandera en lo más alto de nuestro espíritu”, cerró.
La invocación religiosa estuvo a cargo del sacerdote Guillermo Rufino Romano. Del acto participaron la vicegobernadora de Mendoza, Ing. Laura Montero; el presidente del Centro de Veteranos de Guerra de Malvinas, Roma Alancay; miembros de distintas fuerzas de seguridad con asiento en la ciudad; autoridades provinciales, combatientes de Malvinas y vecinos. Por último, los funcionarios depositaron una ofrenda floral en el Monumento al escuadrón Alacrán.