Nutridas manifestaciones se realizaron ayer a la tarde, en Ushuaia y en Río Grande, convocadas por organizaciones gremiales integrantes de las distintas centrales de trabajadores. Se sumaron sectores sociales, estudiantiles, barriales y vecinos que concurrieron espontáneamente. Hubo fuertes críticas a las políticas recesivas que afectan el salario, la calidad de vida y aumentan el desempleo. El documento leído en Río Grande avanzó en duros cuestionamientos para la gestión del presidente Mauricio Macri.
Río Grande.- En esta ciudad los sindicatos marcharon desde la esquina de San Martín y Belgrano algunos y otros desde sus propias sedes gremiales, confluyendo en la esquina de Espora y Lasserre frente a la Plaza Almirante Brown donde se encontraba instalado el palco, desde ayer al mediodía. En el caso de Ushuaia, el acto se desarrolló en la Plaza Cívica; sendas concentraciones contaron con una multitudinaria concurrencia, siendo quizás de las manifestaciones más numerosas de los últimos tiempos en la provincia.
Ambas convocatorias atravesaron al conjunto de los sindicatos, independientemente de la pertenencia a las diferentes centrales de trabajadores.
Se pudo observar delegaciones de gremios que integran la CGT, como de ambas CTAs, la Multisectorial 21 F y la Corriente Federal; como así también representantes de organizaciones barriales, centros de estudiantes, pequeños empresarios y comerciantes, independientes y vecinos que concurrieron espontáneamente.
Los manifestantes y los documentos leídos en las dos ciudades, expresaron fuertes críticas a las políticas recesivas que afectan el salario, la calidad de vida y aumentan el desempleo. El título del documento leído en Río Grande se pronuncia: “En defensa de la producción y el trabajo. En defensa de la industria nacional. En defensa de la clase obrera Argentina”.
En uno de sus tramos, el texto que fue leído por una trabajadora despedida de Audivic, señala que “Después de un mandato casi concluido y a tan solo seis meses de finalizar con el peor gobierno democrático en la historia de este país. Este plan orquestado a medida del Fondo Monetario Internacional, interviniendo intereses foráneos y ajenos a nuestra Patria. Con el solo fin de someter, empobrecer y vaciar un país rico en recursos naturales y humanos para dejar, tras su paso, una gran fábrica de pobres y excluidos que pagarán por cientos de años la deuda de la timba financiera que benefició a pequeños grupos económicos dominantes de la región por sobre el bienestar de la clase obrera”.
Advirtiendo que “para salir de esta crisis y para volver a soñar con un proyecto de país que nos incluya a todos y todas, necesitamos un país industrializado con justicia social, desarrollo, soberanía y bienestar para todos sus habitantes”. Asegurando más adelante que “si bien podemos identificar como máximo responsable de la política de ajuste al gobierno nacional, no podemos dejar de decir que esto no hubiera sido posible de llevar adelante sin el acuerdo con los gobernadores que han avalado y ejecutado cada una de las medidas del gobierno nacional; incluso algunos, como es el caso de Tierra del Fuego, siendo pioneros en la aplicación de este tipo de recetas y en particular atacando claramente al conjunto de los compañeros estatales”.
En el mismo sentido, el texto denuncia que se tomaron en la provincia “Medidas como la reforma del sistema previsional, el congelamiento salarial, el avasallamiento a los derechos de las personas con discapacidad, el endeudamiento de la provincia, la persecución y la criminalización de la protesta”.
“Y por más triste que nos parezca, todos estos personajes del gobierno nacional que han visitado nuestra provincia prometiendo el crecimiento del empleo han sido recibidos con honores por todos los sectores políticos de nuestra provincia durante los últimos tres años, sabiendo que lo único que nos dejaron fue más de 17.000 compañeros en la calle”, se señala en el documento.
Recordando en otro tramo que “este conjunto de acciones se efectuó, por necesidad o connivencia, con el consentimiento de la clase política de turno y también del poder judicial, que pareciera que lejos de ser una institución independiente, es un escriba sumiso a las órdenes dictadas por los gobernantes. Y esto de la justicia obsecuente, es un mal enorme que recae sobre la masa popular del país y de la provincia”.
Vale señalar que, todos los dirigentes sindicales consultados, coincidieron en señalar la importancia del marco unitario en el cual se dio la manifestación de ayer; advirtiendo que se plantea ahora el desafío de “mantener esa unidad y profundizar el plan de lucha contra estas políticas. Dijeron, entre otros, el camionero Guillermo Vargas; el petrolero René Vergara; el metalúrgico Marcos Linares, y otros sindicalistas que se pronunciaron antes del acto.