El mercado cambiario vivió ayer otra jornada de furia ante la aceleración de la salida de fondos extranjeros del país. El dólar llegó a dispararse 6% por encima de los $47,50 y obligó al Banco Central a jugar a fondo sus escasas fichas: subió la tasa hasta el filo del récord de octubre, subastó los u$s 60 millones del Tesoro e intervino en el mercado de futuros. Además, se sumaron ventas de bancos oficiales. Si bien el cóctel logró moderar la escalada inicial, la divisa terminó con un alza de 2,6% a $46,09 en el promedio de los bancos de la city.
Buenos Aires.- Los sacudones del segmento minorista coincidieron con la dinámica de fuerte volatilidad de la plaza mayorista, donde operan lo bancos y las grandes empresas. Allí, la divisa se movió entre mínimos de $44,50 en la apertura y máximos $46,60 pasado el mediodía, una amplitud extrema que preocupó a los analistas. Tras la intervención oficial, cerró con un alza de 2,1% a $44,90.
La creciente tensión cambiaria coincidió con otra disparada del riesgo país, que llegó a superar los 1.000 puntos básicos, ante la aceleración de la ola vendedora de títulos de deuda argentinos. Con los precios de los bonos por el piso (el Bonar 2020 llegó a rendir más de 22% anual en dólares), aparecieron «compradores de oportunidad» que decidieron aprovechar los valores de remate y revirtieron la tendencia. Pasadas las 15:00, el indicador que mide el JP Morgan se ubicaba en 944 puntos, 19 menos que el cierre de ayer.
Las variables financieras locales padecen la creciente desconfianza de los inversores en las posibilidades de estabilización económica, el decrédito de las medidas oficiales y la incertidumbre electoral
Como argumento de lo ocurrido por estos saltos del tipo de cambio, en el mercado se comentaba que había bancos, empresas e inversores tomando coberturas, incluso por la abrupta baja del valor de los bonos argentinos», destacó Fernando Izzo, de ABC Mercado de Cambios. El operador señaló que pasada media rueda «comenzaron a repuntar algunos activos en la divisa norteamericana, se calmaron los compradores e ingresaron también exportadores cerealeros, cuando el precio estaba por encima de $46, vendiendo u$s110 millones».
También llegó la intervención oficial. El BCRA convalidó una suba de hasta 72,2% en la tasa de Leliq, que quedó apenas a 1,4 punto del pico del 8 de octubre; subastó los u$s60 millones diarios a cuenta del Tesoro; y vendió en todos los plazos del mercado de futuros. Además, algunos operadores señalaron que hubo ventas del Banco Nación y el Provincia por unos u$s100 millones que ayudaron a moderar el alza de la divisa.
Es decir, se desplegaron todas las herramientas disponibles ya que el FMI le prohíbe a la autoridad monetaria utilizar el dinero de su préstamo para intervenir directamente en mercado del dólar. Sólo lo podrá hacer cuando la cotización supere el techo de la banda, fijado hasta diciembre en $51,45.
Aún así, el tipo de cambio cerró con una importante suba diaria de $1,17, que se suma a la escalada de ayer. Un escenario preocupante: en lo que va de abril, el único mes en que estacionalmente el dólar baja debido a la mayor oferta de divisas provenientes de la cosecha de soja (de acuerdo al promedio de los últimos 15 años), el dólar acumula un alza de 3,6%.
En ese marco, crece la preocupación en el mercado. «Calmar al dólar, incluso a través de las limitadas herramientas disponibles, apunta a que no se contagien los ahorristas de plazos fijos, lo cual podría retroalimentar la dolarizacion en marcha, y así acentuar las presiones cambiarias rumbo al techo de la banda», consideró el economista Gustavo Ber, en diálogo con BAE Negocios.
Consultado por este diario, el anaista financiero Christian Buteler planteó: «Saltos del 5% del tipo de cambio en un día es un locura. Y el gran problema es que el BCRA tiene las manos atadas. Pero cuando supere el techo y pueda vender u$s150 millones por día la preocupación no va a pasar porque con eso, en un contexto de corrida, no hacés absolutamente nada».
«El Gobierno perdió toda la confianza y no parece que de acá a que termine su gestión pueda recuperarla. No hay medida que pueda lanzar que el mercado pueda tomar a bien», remató Buteler.