El malhumor en Wall Street volvió a impactar a los activos emergentes y desató una clara carrera de los inversores hacia los papeles más seguros del mundo: los bonos del Tesoro de Estados Unidos, cuyo rendimiento (inversamente proporcional al precio) cayó a 2,07%, nivel no observado desde septiembre de 2017. El movimiento de manual que se produjo en el mercado, léase salir de posiciones más especulativas y buscar refugio, expuso a los títulos públicos de la Argentina a otro brutal castigo.
Buenos Aires.- Si bien la sangría se sintió en toda la región, los activos denominados «high beta» amplificaron el pesimismo. El riesgo país de la Argentina, el indicador que elabora el JP Morgan y que mide la sobretasa que tiene que pagar el país para financiarse, quedó en un récord de la era Macri: clausuró en 1.013 puntos básicos, un alza del 2,8% contra el cierre del viernes pasado.
El deterioro de los bonos locales no es nuevo, y si bien hasta que no haya un desenlace electoral seguirán bajo presión, llama la atención que no encuentren un piso.
Hasta hace poco, de hecho, el mercado estaba técnicamente «sobrecomprado» en bonos argentinos, y tenían que reducir exposición en forma paulatina. Esto eso, salir a vender para equilibrar las carteras de inversión.
Incluso, cuando los títulos empezaban a asomar la cabeza aparecían más vendedores que compradores y los precios volvían a sucumbir. Esa es la película repetida para la deuda argentina.
«No vimos muchos fondos vendiendo, en realidad estamos viendo flujos mixtos (tanto vendedores como compradores en el mercado). Pero sí, la sensación es que en términos netos están disminuyendo la exposición en Argentina ante el riesgo electoral», explicó Daniel Chodos, jefe de estrategia de bonos de Credit Suisse a iProfesional.
El especialista agrega que en general los fondos están reduciendo su exposición de a poco. «Argentina dejó de ser el mayor ‘overweight’ en Emergentes», dice Chodos. Ahora la preferencia en los portafolios muestran a México y a Brasil (en el mundo Latam).
Los datos que manejan en las mesas de dinero muestran que en abril los fondos del exterior redujeron 0,5 puntos porcentuales la exposición en Argentina contra marzo. En dinero eso es bastante y es en definitiva lo que está viéndose en los precios.
Por eso no extraña que actualmente se estén observando rendimientos de pánico en el mercado de bonos argentinos:
-El Bonar 2020 que vence en octubre del año próximo tiene una tasa de pánico y paga 20% en dólares;
-Por el lado del Bonar 24, que pagó cupón e intereses el mes pasado, también ostenta un rendimiento del 19%;
-El Century Bond, o sea el título emitido a 100 años, salió a cotizar a menos del 8% y ahora ya paga 11% en el mercado secundario.
La incertidumbre también se visualiza a través de los seguros contra un incumplimiento de pagos, conocidos como los Credit Default Swap (CDS). Comenzaron la semana en alza y ya están en torno a los 1.210 unidades.
Un informe de GMA Capital dice que la renta fija argentina sigue mostrando las mayores dificultades para torcer el rumbo adverso. La curva en dólares, que terminó el mes pasado con rendimientos de corto plazo en la zona de 19% anual y la brecha de más de 1.300 puntos contra las Letes en dólares que vencen en 2019, da cuenta de la incertidumbre reinante.
Según GMA, «las dudas del mercado acerca del resultado de las elecciones y del efecto de éste sobre la voluntad y la capacidad de pago de la deuda».
Desde Capital Markets Argentina (CMA) agregan que los datos macroeconómicos adversos continúan sumando volatilidad en los precios de los activos argentinos. Esto se agrega a la incertidumbre respecto a las elecciones presidenciales con encuestas que muestran resultados dispares.
«Si bien todavía no tienen una base sólida (ya que la fecha límite para el cierre de listas es en junio), genera un elevado nivel de incertidumbre hasta tanto el mapa político no se haya definido en su totalidad», advierte CMA.
En el mercado saben que el riesgo país no tiene chances de mejorar. El clima externo sumado a las dudas electorales le ponen un piso demasiado alto.
No habrá compresión posible por lo menos hasta que se sepa quién gobernará a la Argentina en los próximos años. La dupla de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, que inicialmente no generó pánico en la City, tampoco agrada.
Actualmente, y a pesar de los precios irrisorios de los bonos, la probabilidad de que Cambiemos logre la reelección está vigente. ¿Qué pasaría si esa ‘ilusión’ del mercado se desvanece? Seguramente el riesgo país iría inicialmente en torno a los 1.500 puntos con serios riesgos de escalar aún más. Esto explica que a pesar de los niveles elevados que se están viendo ahora, lo peor (para el mercado) aún no pasó.
Por eso para los operadores, este año no habrá mejoras. A lo mejor, dicen, si Macri logra la reelección haya un rally de la deuda. Pero, pasado eso, la Argentina tendrá que demostrar que puede volver a colocar deuda voluntaria en el mercado. Algo que con estos rendimientos de los bonos es imposible.