El excesivo optimismo que mostró ayer el ministro de Producción Dante Sica a los empresarios y sindicalistas ante el acuerdo de libre comercio sellado entre el Mercosur y la Unión Europea se topó con las preocupaciones y reparos que plantearon abiertamente los gremios de la CGT y sus aliados ante lo que denominan un eventual «impacto negativo en la productividad por las asimetrías en la economía de los dos bloques comerciales».
Buenos Aires.- Durante un encuentro del Gobierno con los gremios y empresarios que conforman la Comisión de Diálogo Social para el Futuro del Trabajo, el ministro Sica destacó que «el acuerdo firmado entre el Mercosur y la Unión Europea es importante porque empieza a marcarnos un rumbo. Es fundamental para la inserción de nuestro país al mundo, equilibrado en cuanto a las demandas y las concesiones que tenían las partes, y tiene impacto federal porque abre un mercado con mucho potencial para las economías regionales».
También Sica expresó que ese acuerdo de libre comercio que sellaron el fin de semana en Bruselas después de 24 años de negociaciones la UE y el Mercosur «nos da un lugar de llegada, tenemos que construir juntos los caminos para encontrar la mejor manera de llegar».
La puesta en escena del ministro de Producción fue apoyada en su plenitud por los representantes de empresas y cámaras que se sumaron a la mesa de diálogo como los empresarios Miguel Acevedo (UIA); Julio Cordero (UIA); Pedro Cascales (CAME); Jorge Hulton (CAMARCO); Rocío Soriano (COMARCO); Jaime Campos (AEA); Laura Gimenez (CIRA); Alejandro Perez (ADEBA); Adelmo Gabbi (Bolsa de Comercio) y Abel Guerrieri (SRA).
Todos estos empresarios dejaron sentado su pleno respaldo a la Casa Rosada en virtud de los beneficios que, aseguraron, traerá la apertura a un comercio como el de la Unión Europea que representa a 500 millones de consumidores potenciales. Los empresarios ven como un gran desafío este acuerdo y su futura puesta en marcha.
Sin embargo, desde el sindicalismo hubo reparos, preocupación y un mensaje de cautela que el Gobierno no logró frenar.
Según confiaron a Infobae fuentes gremiales y de la Casa Rosada que participaron de la reunión con Sica, tanto la CGT como la CTA y otros sectores gremiales pusieron reparos.
Por el sector sindical participaron del encuentro Gerardo Martínez (CGT) Horacio Meguira, (CTA Autónoma); Ricardo Peidro (CTA Autónoma); Sergio Sasia (Unión Ferroviaria); Andrés Rodriguez (UPCN); Roberto Fernández (UTA) y Sebastián Maturano (La Fraternidad).
«Vemos con preocupación el impacto de este acuerdo. Las cámaras empresarias mostraron un acuerdo a libro cerrado pero nosotros queremos saber qué implica en las economías asimétricas como las que tenemos», explicó a Infobae Peidro de la CTA al salir del encuentro.
El referente de la CTA junto con el secretario gremial de la misma central, Daniel Jorajuría Kahrs, destacó que «los acuerdos comerciales de esta envergadura impactan directamente en la estructura productiva de cada país. Por eso nuestra preocupación concreta es que no sea el aparato productivo o las pymes las que se vean afectadas ya que la competitividad no debe golpear nuestras economías».
En esta misma línea desde la CGT que lidera Gerardo Martínez rechazaron de plano la idea de que la mayor competitividad buscada en el acuerdo UE-Mercosur se canalice por medio de una reforma laboral o una invasión de productos extranjeros que perjudique a la industria nacional.
Ante esta tesitura inflexible de los gremios y las muestras de preocupación el ministro Sica se comprometió a informar en 15 días los avances del acuerdo y dar mayores detalles de la letra chica del mismo.
El encuentro de gremios, Gobierno y empresarios que se dio hoy para evaluar el acuerdo de libre comercio entre la UE y el Mercosur forma parte de un espacio institucionalizado con el aval de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
La Comisión de Diálogo Social Tripartito tiene por objetivo promover el diálogo social entre las partes para avanzar en los desafíos y oportunidades que existen en materia laboral, trabajar en la transición hacia el Futuro del Trabajo a partir de los cambios tecnológicos existentes, y llevar adelante las adecuaciones necesarias en materia de legislación nacional a los estándares normativos internacionales.