La situación fue constatada el pasado 11 de julio por una efectivo policial que yendo al baño del área de Comunicaciones, detectó un bulto extraño debajo de la pileta, siendo grande su sorpresa al constatar que una cámara estaba filmándola. Si bien la situación, para las autoridades judiciales no constituye delito, igualmente, al sujeto responsable de haber colocado dicha cámara, fue pasado a disponibilidad. Fuentes policiales confirmaron que se trata de un hecho “inaceptable”.
Río Grande.- Finalmente, tras haber detectado una cámara oculta en uno de los baños del edificio donde está emplazada la comisaría Primera de Río Grande, el integrante de la fuerza policial responsable de haber realizado la enferma maniobra, fue apartado del cargo, dejado en situación de revista de disponibilidad, a la vez que se inició un sumario administrativo interno, para determinar el grado de responsabilidad.
Se debe recordar que esa misma jornada, se realizó una denuncia elevada a la Justicia, ya que en ese área hay efectivos con conocimientos en el manejo de este tipo de artefactos, dado que se trata incluso del área que coordina las cámaras de vigilancia.
Esa misma noche, el juez de Instrucción de turno, Doctor Daniel Cesari Hernández, y el Fiscal Mayor Guillermo Quadrini, asistieron a la Unidad Regional Norte, donde se entrevistaron con los principales jefes policiales.
En ese momento, el Fiscal Mayor consideró que el hecho no configura en ningún delito, a pesar de que se logró determinar que la cámara era controlada desde el celular de un efectivo policial que fue identificado rápidamente.
De igual manera, ante la inexistencia de delito alguno que en el Código Penal se asemeje a este hecho ocurrido en una dependencia policial, la fuerza inició un sumario administrativo a fin de confirmar las sospechas sobre esa persona.
Además, ya se apartó del cargo al numerario que ostentaba la jerarquía de Cabo y se lo pasó a situación de revista de disponibilidad.
Fuentes policiales confiaron que se trata de una situación “inaceptable” dentro de las filas policiales, pese a que no resulta tipificable como delito.