El Gobierno nacional pudo celebrar este martes una nueva confirmación de la desaceleración del ritmo inflacionario, donde los precios minoristas aumentaron 2,7% en junio, según publicó el INDEC. Si bien el dato genera renovada confianza en el Gobierno, sin embargo, en los primeros seis meses de 2019 los precios ya acumulan una suba del 22,4%.
Buenos Aires.- Es, desde luego, una inflación alta, pero representa una mejora con respecto del 3,1% de mayo y, sobre todo, en relación al tórrido 4,7% de marzo (que fue un preocupante pico para la gestión Macri).
Si bien la tendencia parece hoy favorable, el impacto de los meses anteriores infla los acumulados. Así, en el primer semestre del año se registró un alza del 22,4%, y del 55,8% en los últimos doce meses.
Con el 2,7% de junio, los precios alcanzaron el tercer mes consecutivo de desaceleración desde el máximo del año de 4,7% de marzo. Desde otro punto de vista, ya van trece meses continuos de subas por encima del 2%, desde mayo del año pasado cuando llegó al 1,9%.
Los precios del rubro Comunicación crecieron 7,1% por el alza en tarifas de los celulares, seguido de los de Recreación y Cultura, con un 3,7%, Salud con 3,6% por el aumento en prepagas de medicina, y Equipamiento y Mantenimiento del Hogar, con una suba del 3,4 %.
Le siguieron los rubros de Vivienda, Agua, Electricidad, Gas y Otros, con un alza del 2,7%; Bebidas Alcohólicas y Tabaco, con 2,7%, y Alimentos y Bebidas no alcohólicas, con 2,6.
Esta nueva desaceleración vino de la mano de la estabilidad del dólar y también ayudó que en junio no hubo presión de los precios regulados, porque el Gobierno postergó los aumentos de tarifas hasta después de las elecciones.
Después del pico de marzo, la tendencia de la aguja inflacionaria hacia la baja continuaría en lo que resta del año para cerrar en el 40% anual, según el REM que elabora el Banco Central.
La Región Noreste registró el alza de precios más alta del país, con 2,9%, seguido de la Pampeana, Patagónica y el Noroeste, con un 2,8%.
En el Gran Buenos Aires, y en la región Cuyo, se registró el alza más baja, con un 2,6%, apenas por debajo del nivel general nacional.
El alza de junio se conformó con un aumento del 1,58% en el precio de los bienes, y del 1,04% en el de los servicios.
En junio el precio de los productos estacionales crecieron un 2,5%, respecto de mayo, y los regulados un 2,8%, mientras que la denominada inflación «Núcleo», que sigue el Banco Central para fijar su política de tasas de interés, registró un avance del 2,7%.
Optimismo oficial
El presidente del Banco Central, Guido Sandleris, reconoció este martes que la inflación sigue «siendo elevada», aunque aseguró que en julio será menor a la de junio dado que tiene una «tendencia clara» a la baja.
El titular de la autoridad monetaria sostuvo que, si bien la inflación es «aún muy elevada», lleva «tres meses moviéndose a la baja».
«Esperamos seguir viendo eso», apuntó Sandleris, quien sin embargo pronosticó que ese recorrido «no será lineal». .
En ese sentido, aclaró: «No es que vamos a ver todos los meses un índice menor al del mes anterior, pero la tendencia a la baja es clara».
Las declaraciones fueron formuladas al brindar una conferencia de prensa para dar a conocer el Informe de Política Monetaria (IPOM) luego de que el INDEC difundiera que la inflación de junio fue del 2,7% al acumular un 22,4% en el primer semestre y un 55,8% en los últimos doce meses.
Según calculó, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de julio «va a ser menor que el de junio».
Sandleris atribuyó la desaceleración de precios al congelamiento de las tarifas y la caída del dólar, al argumentar que «fueron las dos fuerzas principales que ayudaron a la baja».
«Hubo cierta apreciación del peso y no hubo aumento de tarifas», resaltó y basó su pronóstico de baja inflacionaria en que «la meta de expansión cero de la base monetaria» se extendió hasta fin de año.
Además, evaluó que existe «un tipo de cambio real competitivo, que ayuda a resolver los desequilibrios externos de la economía».
El presidente del Banco Central también remarcó la importancia del «rol de las altas tasas de interés para que sea atractiva para el ahorrista».
El viernes pasado, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, apostó a que la desaceleración continúe firme, lo que abre buenas expectativas de cara a las elecciones.
«Pensamos que en junio va a seguir bajando, y en julio también. Pero hay que esperar el dato del Indec. Lo que nosotros vemos es una clara tendencia a la desaceleración de la inflación», arriesgó el ministro.
En ese sentido, el funcionario destacó, sobre todo, el freno en la inflación núcleo (que no contiene precios regulados ni estacionales). La proyección oficial para este año es de una inflación cercana al 40%.
Más allá de estas estimaciones, Dujovne, negó que exista atraso cambiario y dijo que «pretender un tipo de cambio real en línea con el de agosto del año pasado, generaría más inflación y baja de salarios».
A su vez, dijo que «tratar de sostener ese tipo de cambio sobredevaluado generaría más inflación y más pobreza. Hay que alcanzar un delicado equilibrio».