Planteó la necesidad de construir un espacio de diálogo desde el Congreso y puso como ejemplo de lo que vendrá a los nuevos convenios colectivos de trabajo en el yacimiento de Vaca Muerta.
Buenos Aires.- El candidato a vicepresidente de la Nación por la alianza oficialista Juntos por el Cambio, Miguel Angel Pichetto, envió hoy una señal al sindicalismo peronista, al que convocó a «construir un espacio de diálogo desde el Congreso», si resultara electo como compañero de fórmula del presidente Mauricio Macri en los comicios de octubre.
En ese sentido, mencionó la necesidad de conformar un «acuerdo económico y social», y señaló como un ejemplo de trabajo en conjunto los convenios a los que llegaron el Estado nacional, las empresas y los sindicatos del petróleo en el yacimiento de Vaca Muerta, en la provincia de Neuquén, que flexibilizaron las condiciones laborales.
«Lo fundamental será hacer un acuerdo económico y social entre todos los sectores: el mundo del trabajo, el empresariado y el Estado nacional como árbitro para lograr una propuesta de crecimiento para toda la Argentina», aseguró Pichetto.
Además, afirmó que, de ser electo vicepresidente de la Nación, construirá desde la Presidencia del Senado «un espacio de diálogo con el movimiento obrero».
«El Consejo Económico y Social del que hablamos es una propuesta que significa más empleo, más productividad y más actividad», aseveró el senador nacional; conocedor de la debilidad de los gremios peronistas por la articulación de iniciativas que tengan como eje experiencias de pactos sociales; para Pichetto, un modelo a seguir «es el acuerdo que se logró en Vaca Muerta, que es el gran futuro de la Argentina».
Asimismo, añadió que «ese debate tiene que pasar por esta propuesta y contar con la participación absoluta del movimiento obrero y de toda la sociedad».
«Si soy electo, trabajaré en el Senado en diálogo permanente con los trabajadores y sus representantes. Como vengo haciéndolo desde hace años», enfatizó.
El acuerdo en cuestión incluyó metas de productividad, y estableció que “todo personal que esté en condiciones de jubilarse” pidiera adherir al beneficio previsional; y la posibilidad de la empresa de reubicar trabajadores “en forma temporal o permanente en tareas diferentes a las que venían realizando”, con el objetivo de “evitar despidos”.
Además, las empresas comenzaron a realizar «controles de ausentismo a efectos de evitar abusos que podrían generarse por boletas médicas” y se eliminaron las «horas taxi», que reconocían como comienzo de la jornada laboral el momento en que los trabajadores partían de su casa y finalizaba cuando regresaban.
Finalmente, disminuyó la cantidad de trabajadores por pozo y estableció la continuidad del trabajo con viento en superficie y una extensión de 30 a 60 kilómetros por hora en altura.
Pichetto formuló estos conceptos durante una reunión que mantuvo en la sede porteña de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre), cuyo titular, Ramón Ayala, adelantó su apoyo a la fórmula que conforma con el presidente Mauricio Macri.
En la sede de la calle Reconquista al 600 del centro porteño, estuvieron presentes, además de Pichetto y Ayala, otros dirigentes del nuevo espacio dentro del Partido Justicialista denominado «Peronismo Republicano».
Entre otros, participaron del encuentro Cecilio Salazar, intendente de San Pedro; Ledo Ricardo, delegado del RENATRE de Río Negro; Pablo Ansaloni, diputado nacional por el partido FE y Juan Carlos Lavatelli, candidato a intendente de la ciudad bonaerense de Colón.
También se acercaron a la sede sindical Arturo Rojas, candidato a intendente por Necochea; Juan D’Amico, titular del Renaper; Cecilia Arcando, diputada provincial de Santa Fe; y Carlos Figueroa, secretario de Organización de UATRE.
