A dos semanas de las elecciones primarias, el Gobierno está decidido a profundizar el “poder de fuego” sobre el mercado y de esa manera mantener a rajatabla la endeble estabilidad del tipo de cambio, al tiempo que en los próximos días podría haber algunas medidas tendientes a asegurar más la baja de la inflación. En caso de que hubiera un resultado favorable al oficialismo en las PASO, en tanto, podría profundizarse un descenso en las tasas de interés para reanimar la economía.
Buenos Aires.- Tanto por el lado de Casa de Gobierno como del Ministerio de Hacienda, recalcaron que esta semana “quedó claro” que el BCRA tiene ahora un mayor margen de maniobra para contrarrestar cualquier arranque “abrupto del dólar”.
De hecho esto fue conversado nuevamente con los funcionarios del Fondo Monetario Internacional (FMI) y no fue novedad que Gerry Rice, vocero del organismo saliera el último jueves a brindar otro contundente respaldo al organismo multilateral.
De todas formas, en el Fondo siguen expresando la preocupación sobre la dificultad del Gobierno para bajar el nivel inflacionario en forma más rapida e incluso sugieren acelerar ese proceso.
Por eso, dentro del gabinete económico y con miras a las elecciones presidenciales de octubre dentro de un panorama de gran polarización con el kirchnerismo, se analizan algunas alternativas para generar condiciones que reduzcan de manera más marcada el costo de vida. El central ya adelantó que tras el dato de inflación de julio podría revisar la tasa Regulados. Uno de esos temas son los valores de los servicios que no son exclusivamente regulados, pero que tienen una gran incidencia social y terminan siendo parte de la formación de precios. En primer término está el tema del precio de los combustibles y se está conversando con las petroleras para mantener estable el precio de los combustibles hasta noviembre. En ese caso, el Gobierno está estudiando el esquema tributario que conforma gran parte del precio de los combustibles, el cual se podría utilizar como compensación para que esas empresas mantengan sin cambios los valores. Un segundo aspecto no menos importante es el del costo de la medicina privada, tema que el Ejecutivo está analizando con las empresas del sector, también para generar una estabilidad de precios hasta fin de año, aunque muchas de las empresas que se dedican a esta prestación han advertido que están pasando por una situación de “atraso de valores” muy complicada. Paralelamente, en Hacienda aseguran que las negociaciones paritarias han concluido y estiman que eso contribuye a bajar el nivel de expectativa inflacionaria. “Empieza a ver una menor expectativa inflacionaria, lo cual va contribuir a tener un mayor descenso. Y si a esto se le suma algunas decisiones, creemos que deberíamos tener una inflación considerablemente más baja en poco tiempo”, resumió uno de los funcionarios consultados.
La realidad muestra que la inflación de mayo fue 3,1%, la cual mostró un leve descenso. En junio siguió la baja, ubicándose en 2,7%, pero en el Gobierno esperaban algo menos de costo de vida, más cercano al 2,3%. Para julio se estima que el nivel inflacionario podría oscilar entre 2,3 y 2,5%; lo cual también es una ínfima baja.
De allí es que en el Gobierno esperan que con algunas de estas decisiones, para agosto el aumento del costo de vida se sitúe por debajo del 2%.
Tanto en el Gobierno como consultores privados entienden que si el resultado de las primarias es relativamente favorable para el oficialismo y con un tipo de cambio moviéndose con cierta tranquilidad, la inflación podría ser levemente más baja del 2% en los meses de septiembre y octubre.
El argumento para esas sonrisas es el cambio de tendencia en la actividad económica, y en ese sentido mencionan la difusión que hizo el Indec del EMAE (Estimador Mensual de la Actividad Económica), el cual marcó por primera vez en un año una mejora de la economía en forma interanual, en este caso, del 2,6%.
Un funcionario del gabinete que conduce el ministro Nicolás Dujovne resaltó que “esperamos que comience a impactar la mejora en los salarios reales producto de las negociaciones paritarias que se firmaron en mayo y junio, todo esto acompañado por una desaceleración de la inflación que se viene observando en las últimas semanas, lo que hace que todo esto permita imaginar una continuidad del crecimiento en los meses que siguen”.
Ahí, aguardan después de las PASO poder acelerar una baja de tasas. De hecho, el BCRA señaló como posible quebrar el piso de 58% si el dato de inflación de julio confirma la desaceleración. Se conocerá el 15 de agosto, cuatro días después de las primarias..