El secretario general del gremio de petroleros privados, Luís Sosa, planteó que hoy “el mango de la sartén lo tienen las petroleras”, en la pulseada que comenzó con la gestión Macri tras la decisión de fijar un precio del barril en 40 dólares. Por un lado amenazan con “levantar campamento” de Vaca Muerta y, por otro, la baja de producción acarrearía desabastecimiento de los combustibles. Para el dirigente la posición más débil es la del gobierno, que podría verse forzado a dar marcha atrás con el congelamiento de precios por 90 días.
Río Grande.- El secretario general del gremio del petróleo y gas privado, Luís Sosa, confirmó los rumores que hablan de una decisión de las operadoras en Vaca Muerta de bajar la persiana a la producción si se fija el precio del barril en 40 dólares, como anunciaron desde presidencia, aplicando la ley de abastecimiento.
Por FM La Isla, dijo que “a raíz de las elecciones del domingo pasado, ha habido un alboroto en todo el país. Hoy lamentablemente hay un fuerte rumor vinculado con las empresas petroleras que tienen actividades en Vaca Muerta, que estarían viendo la posibilidad de levantar campamento si no hay un arreglo con el gobierno central”.
“El presidente no terminó de acordar con las empresas petroleras, porque hay un malestar, de acuerdo a este nuevo planteo que hace nación”, dijo de la aplicación de la ley de abastecimiento, que fijaría el precio del barril a 40 dólares, cuando el precio internacional está entre 57 y 59 dólares.
Las empresas amenazan con una drástica reducción de las inversiones, que afectaría al personal empleado y además el abastecimiento de combustibles para todo el país. “Lamentablemente les quieren imponer esto a las operadoras. Luego de que se firme la resolución, se anunciaría la decisión, que ya está prácticamente tomada. Nosotros no estamos en el sector propiamente dicho pero tenemos conversaciones con los compañeros del sindicato de Neuquén. Ellos ven con mucha preocupación este tema y la gente está intranquila, porque están pensando lo peor. Hay gente que está en los domicilios cobrando sin trabajar, y están esperando. La gente espera salir a trabajar lo más rápido posible, pero con esta situación que se destapó, se generó incertidumbre en todo el país, por cómo subió el dólar. Eso implica para la economía de las empresas un riesgo que no tenían pensado ni esperado”, sostuvo.
Para Guillermo Pereyra, titular del gremio de petroleros, el precio del barril que prevé imponer Macri es “un tiro de gracia a Vaca Muerta”, según declaró al diario La Nación. “Guillermo tiene una manera de ver las cosas y ya nos están queriendo convocar a todos los secretarios generales del país a tener un plenario en Buenos Aires, para tratar este tema que se está generando en nuestra actividad a nivel país”, informó.
Consultado sobre el impacto en Tierra del Fuego, por ahora no existe. “Por lo menos desde el domingo hasta hoy no hay novedades. A las operadoras les venía preocupando qué va a pasar con el nuevo gobierno y también querían saber qué iba a pasar el domingo. Ahora ya conocen el resultado y tienen que conversar de otra manera, con otros actores. Por acá no ha llegado nada y no tenemos ninguna situación que nos ponga en riesgo en algún sector. Una vez que pasen las elecciones veremos, pero tampoco podemos decir que pasadas las elecciones se soluciona el problema. Esto va a llevar un tiempo posterior a las elecciones”, advirtió.
Respecto del peligro de desabastecimiento por la merma en la producción, lo consideró un elemento de presión que le da el control de la situación a las petroleras por sobre la decisión de un gobierno debilitado como el de Macri. “El desabastecimiento no se genera de un día para el otro y eso lleva su tiempo. Hay lugares donde hay reservas, pero las operadoras quieren presionar de esta manera. El mango de la sartén lo tienen ellas y no veo que se vaya a querer correr el riesgo de que haya falta de combustible en el país”, observó.
De imponerse la postura de las operadoras, Macri podría verse forzado a dar marcha atrás con el congelamiento, lo que agravaría la espiral inflacionaria por el traslado del aumento a los precios.
Lo cierto es que el titular del gremio de Petroleros Privados de Río Negro, Neuquén y La Pampa, Guillermo Pereyra, rechazó en duros términos la medida adoptada, que instauró el denominado «Barril Macri» y advirtió que el anuncio “es un tiro de gracia que provocará que la actividad que desarrollamos en Vaca Muerta desaparezca”.
Cuestionó que se pretenda fijar este precio al barrio cuando el dólar real “superó ampliamente los 60 pesos”, y remarcó que el gobierno está interviniendo “sobre la única actividad, junto con el campo, que está en pleno desarrollo y está trayendo inversiones al país. Esta intervención no solo afecta a los trabajadores, también afecta las regalías de la provincia y no lo podemos permitir”, sentenció.
Pereyra instó a que se convoque “a una mesa de diálogo entre los gobernadores de las provincias productoras de petróleo, los sindicatos y el presidente de la Nación”.