La campaña política, más allá de sacar casi 20 puntos de distancia a su rival, hace que Alberto Fernández juegue al límite. Ya lo hizo antes de las PASO cuando pronosticó una devaluación (que se cumplió) y dijo que la deuda era impagable y que había que «renegociar» (algo que disparó el riesgo país a casi 1.800 puntos).
Buenos Aires.- Luego, y por pedido del mismo Mauricio Macri, hubo cierta moderación en el discurso para que la transición a octubre sea lo menos violenta posible en términos de los costos económicos. Pero, otra vez, Alberto F. y su equipo volvió a patear el tablero y el mercado reaccionó como era previsible: el Banco Central tuvo que vender u$s302 millones propios más los habituales u$s60 millones del Tesoro para que el dólar no suba tanto (1 peso arriba que el lunes en el mayorista).
Además, y no menos importante, el riesgo país que mide el JP Morgan voló casi 10% para quedar en los 2.000 puntos básicos por otra ola de venta de bonos argentinos. «Están jugando con fuego y no se dan cuenta que el mayor perjudicado va a ser él, que recibirá esto en diciembre», decía un gerente de un fondo local.
El detonate de una de las jornadas más tensas en lo financiero después del caótico 12 de agosto (cuando el mercado jugó con las PASO ya resueltas) fue el «incendiario» comunicado que el Frente de Todos publicó a la salida de su reunión con el FMI, el lunes por la tarde.
En ese documento, y lejos de mantenerse moderado, el espacio kirchnerista criticó duramente al organismo de crédito. «Quienes han generado esta crisis, el Gobierno y el FMI, tienen la responsabilidad de poner fin y revertir la catástrofe social que hoy atraviesa a una porción cada vez mayor de la sociedad argentina», rezó el documento a la salida esa reunión.
Esto contrastó notablemente con lo que voceros del Fondo manifestaron tras el encuentro: «fue intercambio productivo de opiniones».
Además, y off the record, dijeron que en el Fondo había preocupación por un «vacío de poder» que generó las primarias y que se planteó adelantar las elecciones. Esto último fue enfáticamente desmentido por los voceros desde organismo.
«Hubo un mensaje incendiario por parte del Frente de Todos, culpando al organismo por todos los fracasos del país, cuando en realidad lo normal hubiera sido que comenzaran amablemente a plantear lo que será el próximo programa que negociará Alberto. Pero parece que irían por una negociación dura con el organismo, con el riesgo a terminar en default si no les sale bien», interpretaron desde otro fondo local que asesora clientes del exterior.
Estos gestores dijeron que se vieron ventas muy fuerte por parte de inversores extranjeros en deuda local. «A este punto no sabés qué van a hacer. Si van a proponer algo de mercado o van a negociar con el cuchillo entre los dientes a todo o nada. Y en ese sentido nadie quiere estar del lado del tenedor del bono», resumían.
El final de la tregua que había entre el Gobierno y el kirchnerismo provocó otro cimbronazo financiero de alto impacto. El oficialismo acusó recibo y tuvo una reunión de emergencia en Casa de Gobierno para analizar la situación de los mercados: estuvieron Hernán Lacunza (Hacienda), Guido Sandleris (BCRA), Marcos Peña y María Eugenia Vidal. Culparon al kirchnerismo por el descontrol financiero del martes.
Y se encontraron con el siguiente derrotero:
-El dólar minorista subió a $58,66 (un peso cuarenta más que el lunes) a pesar de la ventas del BCRA. Coincidió, incluso, que este martes la delegación del Fondo estuvo reunido con funcionarios del Central en la sede de la entidad. Monitorearon el mercado cambiario muy alterado con un caudal de volumen no despreciable (algo que confirma los precios).
-Las reservas del Banco Central cayeron este martes otros u$s442 millones. Ya se perdieron u$s8.837 millones por el efecto PASO. Las arcas del Central quedaron al cierre del martes en u$s57.473 millones.
-Parte del drenaje de reservas, además de la venta de dólares, se explica por la salida de depósitos en dólares. Las colocaciones a plazo en moneda extranjera, si bien aún con un stock que está sólido, caen alrededor de u$s3.000 millones (9% del sistema) desde que ganó Alberto Fernández las primarias.
La discusión y el temor en el mercado además pasa por el desembolso de los u$s5.400 millones pautado -a priori- para el 15 de septiembre. Se cree que habrá voluntad del organismo para ceder esos recursos, pero el aumento de la tensión política y la falta de definiciones podría hacer que no lleguen «en tiempo y forma».
Carlos Melconian, cercano a Macri pero que fue criticó de la gestión económica, lanzó «fuego amigo» precisamente este martes. Advirtió que sin el desembolso del Fondo va a ser complicado que el Gobierno logre cerrar el programa financiero de este año. «En este escenario se hace muy necesario el desembolso del Fondo», dijo Melconian en un evento con empresarios.
Lo cierto es que en el mercado temen que la tensión política vuelva a instalarse en los precios de los activos. «Los datos que está mirando principalmente el mercado son principalmente la tasa de roll-over, la decisión que vaya a tomar el FMI y la dinámica de las reservas, o sea de cuántos depósitos van saliendo del sistema financiero de dólares en el día a día (que hoy estamos viendo un promedio de 300/400 mil dólares diario), que van directo a la caja de seguridad o cuentas al exterior o a activos que no son argentinos. Evidencia de que hay mucha precaución», dice Matias Roig, director de Portfolio Personal Inversiones.
Por lo pronto, este miércoles y en medio de las tensiones financieras el Tesoro tendrá un testo. Buscará lograr acortar el plazo de las letras. Enfrenta vencimientos por u$s2.542 millones y lanza una nueva licitación de Letes (en dólares) y (Lecaps) y una reapertura de Letes. No es el mejor momento para esta operación y en el mercado temen que pueda más allá de que los inversores institucionales, el resto prefiera ver la película desde afuera.