Mauricio Macri culpó al kirchnerismo por la suba del Riesgo País

Mauricio Macri convocó a Marcos Peña, María Eugenia Vidal, Hernán Lacunza y Guido Sandleris para analizar la actual crisis en los mercados que causó un martes negro con el riesgo país en casi 2.000 puntos, un dólar a 58 pesos y la bolsa de Buenos Aires cayó un cinco por ciento.

Buenos Aires.- El Presidente consideró que este martes negro es consecuencia de la posición exhibida por Alberto Fernández durante su encuentro con la delegación del Fondo Monetario Internacional (FMI). El candidato presidencial del Frente de Todos emitió anoche un comunicado asegurando que la crisis económica fue consecuencia de los planes acordados entre el Gobierno y el FMI

Mientras Macri lideraba las deliberaciones en su despacho, se conoció que el riesgo país llegaba a 2001 puntos básicos. Y respecto al dólar y las acciones no hubo mayores novedades por una simple causa: el mercado cambiario ya había cerrado a las tres PM.

Macri aseguró frente a Vidal, Peña, Sandleris y Lacunza que ya entendió la lógica electoral aplicada por Fernández tras su victoria en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO). Afirmó que el candidato presidencial del kirchnerismo tiene una posición oscilante y complicada para la situación económica y social de la Argentina.

El presidente considera que Fernández tendrá «una posición pacífica» si cree que vencerá en los comicios del 27 de octubre, o se mostrará «belicoso y agresivo» si piensa que Juntos por el Cambio puede derrotar al Frente de Todos en el balotaje de noviembre.

En este contexto, Macri evaluó que Fernández tuvo «una posición pacífica» cuando hablaron dos veces por teléfono y ayudó a contener los mercados, en los días posteriores a la apabullante victoria del Frente de Todos en las Paso del 11 de agosto.

Y a contrario sensu, argumentó el presidente, Fernández se puso «belicoso y agresivo» cuando entendió que la marcha del sábado pasado significó un respaldo inesperado para la fórmula de Juntos por el Cambio.

Macri agregó en esta secuencia argumental la decisión de la justicia federal de continuar con una de las causas penales que más preocupa a Cristina Fernández de Kirchner y sus socios políticos y personales. CFK está en Cuba y creía que la «causa Obra Pública» pasaba a engrosar los archivos de Comodoro Py.

La reunión convocada por Macri tuvo como finalidad diseñar una respuesta institucional ante los cuestionamientos de Fernández, que causaron un fuerte malestar en la Casa Rosada. A diferencia de las anteriores crisis económicas -post resultado de las PASO-, Macri descartó tener una conversación telefónica con su principal adversario en la campaña electoral.

El Presidente monitoreó desde temprano la situación de los mercados con Sandleris -titular del Banco Central-y Lacunza -ministro de Hacienda-, y ante la evolución de la crisis decidió convocar a estos funcionarios y al jefe de Gabinete para encontrar una respuesta a una situación que afecta la economía y sus posibilidades para obtener la reelección.

 

Vidal llegó a Balcarce 50 para discutir una ampliación de partidas presupuestarias junto a Macri, Peña, Sandleris y Lacunza, y decidió quedarse ante la gravedad de la crisis en los mercados y la decisión presidencial de articular una respuesta política a la tarea de demolición que, según el gobierno, está ejecutando Fernández contra la administración de Cambiemos.

Al margen de las responsabilidades que Macri asigna al comunicado de Fernández tras su encuentro con el FMI, Lacunza y Sandleris asumen que la inestabilidad de los mercados también se fundamenta en la falta de información respecto al futuro desembolso de 5.400 millones de dólares que se espera para cumplir con el cronograma previsto en el Stand by agreement.

Macri no duda acerca del futuro desembolso del FMI, pero aún no tiene precisiones de cuándo será, y esta incertidumbre multiplica la inestabilidad de los mercados. Si los 5.400 millones no llegan en tiempo y forma -mediados de septiembre-, al gobierno no le quedará otro camino que usar las reservas del Banco Central para evitar un default y una crisis en los mercados con impacto electoral.

Al comienzo de la reunión que se desarrolló en Casa Rosada, todos sus protagonistas coincidieron en afirmar que las declaraciones de Fernández castigando al gobierno fue una reacción política a la masiva marcha que lideró Macri en la Plaza de Mayo.

Y a continuación, Macri, Peña, Vidal, Lacunza y Sandleris resolvieron iniciar una ofensiva política para calmar la apertura de los mercados de este miércoles, y replicar las declaraciones de Fernández que, hasta ahora, decidió evitar una nueva polémica electoral que mezcle los acuerdos con el FMI, los próximos comicios y su conocida enemistad personal con su adversario de Juntos por el Cambio.

Cerca de las 7 de la tarde, el encuentro terminó en la planta alta de Balcarce 50. Macri saludó a los granaderos en la puerta que da a la explanada de la Casa Rosada y partió hacia la quinta de Olivos.

El presidente ya sabe que hoy será un día complicado para los mercados y decidió enfrentar esa circunstancia económica con una línea argumental que marcará un punto de inflexión definitivo con su rival del Frente de Todos. «La culpa es de Fernández», explicará Macri si el riesgo país vuelve a trepar y el dólar otra vez ataca a la clase media y su calidad de vida.

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