Economistas y políticos cercanos al kirchnerismo y al Frente de Todos admiten que el desembolso de los 5.400 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional (FMI) será necesario para la economía. Ven favorable su uso para atesoramiento en el Banco Central y para cumplir con los vencimientos de deuda en caso de que el dinero llegue durante un eventual gobierno de Alberto Fernández.
Buenos Aires.- “En la situación actual del mercado cambiario, todo ingreso de dólares es vital para que haya estabilidad en las próximas semanas o meses”, afirmó a BAE Negocios Alejandro Vanoli, ex presidente del Banco Central durante la última etapa de la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner.
Agustín Rossi, jefe de bloque del FPV-PJ en la Cámara de Diputados, coincidió en que “sería bueno para la economía que se complete el desembolso del FMI”, dado que el país se encuentra “en un escenario en el que la política del Gobierno ha llevado a que se cierren los mercados financieros internacionales”.
Aunque la cuota del préstamo estaba originalmente prevista para mediados de septiembre, recién esta semana el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, se reunirá en Washington con representantes del organismo de crédito y en Casa Rosada ya admitieron que las divisas no llegarán antes de las elecciones generales.
¿De qué modo podrían ser utilizados los 5.400 millones de dólares si llegasen bajo un posible gobierno de Fernández? Para Vanoli, en ese escenario, “seguramente engrosarán las reservas internacionales, lo que hará posible administrar el tipo de cambio sin que haya tanta pérdida” de activos del Banco Central “como en este contexto de desconfianza” actual.
Rossi, en tanto, afirmó que los préstamos “deberían servir para financiamiento productivo, o por lo menos para pagar deuda”.
Mientras que Eduardo Hecker, expresidente de la Comisión Nacional de Valores ( CNV) y del Banco Ciudad, opinó que “se aplicarían esos fondos al pago de las obligaciones de deuda que tiene Argentina”. Y agregó que “en una gestión de Alberto Fernández habría una definición clara de que la deuda, incluyendo la del Fondo, no se destinará a la fuga de capitales”.
Aun así, el propio Hecker admitió que “con las medidas bastante estrictas de control de cambios” implementadas por el Gobierno a principios de mes “se ha limitado bastante la posibilidad de que el desembolso alimente la fuga” y que si llegara durante la gestión de Macri, sería usado para contener el precio del dólar.
Vanoli consideró que, a partir de la introducción de los nuevos controles a la compra de dólares, “el riesgo de salida (de capitales) es menor”. Aunque la clave estará en “cuántas divisas deba usar el Banco Central para mantener la estabilidad del tipo de cambio, más allá de los pagos de deuda y las demandas en dólares del sector privado”.
El ex presidente del BCRA afirmó a BAE Negocios que Alberto Fernández no vería condicionada su renegociación con el FMI por aceptar los dólares del organismo siendo presidente, ya que “el Fondo “tendrá todos los incentivos para generar un nuevo programa que permita la estabilización y el crecimiento” de la economía argentina dada su “corresponsabilidad en el fracaso de la política del Gobierno”.
Para D’Attellis, podría ser necesario pedirle más plata al FMI
El economista y docente universitario Agustín D’Attellis brindó a BAE Negocios su análisis personal sobre la situación actual de la relación de Argentina con el organismo de crédito y consideró que podría ser “necesario que el FMI active fondos adicionales”, aunque “siempre en el marco de un nuevo acuerdo que el país renegocie firmemente” en pos de “fortalecer el mercado interno y lograr políticas expansivas”.
De cualquier manera, D’Attellis sostuvo que el envío de los U$S5.400 millones será necesario para que “la situación a fin de año no sea peor, con un BCRA sin reservas y una deuda concentrada en el corto plazo”.
En caso de que el desembolso llegara bajo la eventual presidencia de Alberto Fernández, el economista consideró que los dólares del Fondo “deberían usarse para estirar los vencimientos, respetando el cronograma de pagos para evitar el default”. Y también para “fortalecer al Banco Central y hacer frente al desafío de desarmar la bomba de las Leliq y al mismo tiempo bajar la tasa de interés”.