Por iniciativa de Juan Carr, se suman al millón de caminantes que en redes sociales comparten las imágenes de sus hijas. Sofía Herrera desapareció en 2008. Y María Cash, en 2011. “Hace falta recordar esas caras, levantar la cabeza y mirar alrededor. Pueden estar entre nosotros”, asegura el líder de Red Solidaria.
Luján.- “Me gusta hacer ruido cuando se junta mucha gente”, asegura Juan Carr, líder de Red Solidaria, mientras termina de coordinar los detalles de su próxima movida. Porque este sábado 5 y domingo 6 de octubre participa de la histórica peregrinación a Lujan con una consigna: encontrar personas perdidas. Sale de Liniers con María Elena Delgado, la mamá de Sofía Herrera, que desapareció en Tierra del Fuego cuando tenía 3 años y ocho meses, el 28 de septiembre de 2008. Y llegará a la Basílica junto a María del Carmen Gallegos, la mamá de María Cash, que fue vista por última vez en Salta, a los 29 años, el 8 de julio de 2011. Y además, estará acompañado por Marisa Olguín, la mamá de Bruno Gentiletti, que fue visto por última vez cuando tenía 9 años, hace 22, en Rosario.
“En Red Solidaria estimamos que en este momento hay alrededor de quinientas cincuenta personas perdidas, entre chicos y grandes. Cada siete mil personas en Argentina, una está en contacto con alguien que se perdió. Se calcula que el diez por ciento aparece sin vida. Es decir que muchos de ellos todavía están entre nosotros”, asegura Juan Carr. Y enfatiza: “Sólo hace falta recordar esas caras, levantar la cabeza y mirar a tu alrededor”.
Convencido de que la peregrinación más masiva del país es una oportunidad que no puede dejar pasar, agrega: “Todos los años un millón de personas caminan a Lujan. Por eso estamos en la largada y la llegada con las fotos en remeras de personas perdidas y compartiendo en redes sociales. Es ni más ni menos que eso. Porque suena delirante, pero sirve”.
De hecho, el último martes de Superclásico, Red Solidaria impulsó una iniciativa similar. “Media hora antes de que empiece el partido en River nos contaron que el domingo se había perdido un chico de 12 años en un tren del Gran Buenos Aires. Lo buscaban hacía dos días. Pegamos el hashtag con su foto en nuestras redes sociales. Se viralizó. Y en sólo media hora una mujer que acababa de ver la imagen, lo vio en una calle de la Ciudad de Buenos Aires. Llamó patrullero y el chiquito se reencontró con su familia. Todo gracias a un superclásico, las redes y gente que mira a su alrededor”, asegura Carr.
Mientras Juan Carr habla, en Río Grande, Tierra del Fuego, María Elena Delgado prepara su bolso para viajar a Buenos Aires. Su hija desapareció en el Camping Norte del kilómetro 2.893 de la ruta nacional 3, en su ciudad, hace once años. Fue después de las 11.30 de la mañana del 28 de septiembre del 2008. La nena, que en ese momento tenía 3 años y ocho meses, llevaba puesto un buzo con capucha. Y así luce en la última foto que la sacó su papá, Fabián Herrera, en una estación de servicio cercana del camping, un rato antes de que desapareciera.
“Juan, que durante todos estos años me ayudó a buscar a Sofi, me comentó la idea de divulgar su imagen durante la Peregrinación a Luján hace unas semanas, cuando hablábamos sobre una chica que apareció en Rosario después de veinte años”, comenta María Elena, en diálogo con Infobae, un rato antes de que Carr señalara que aquel caso reaviva esperanzas. “Fue una de las primeras búsquedas de Missing Children. Pasaron más de veinte años y el mes pasado me enteré, por un diario rosarino, que la nena que fue secuestrada a los cuatro años pudo encontrar a su mamá gracias a Facebook. ¡Es impactante!”, asegura el líder de Red Solidaria, sobre el caso de Marina Fernanda Aragunde.
Otra persona que encarna una búsqueda sin pausa desde hace varios años es María del Carmen Gallegos, la mamá de María Cash, que también será parte la peregrinación. Desde su departamento de la Capital Federal, antes de sumarse a la movida, cuenta que acaba de llegar de Salta, donde estuvo reunida con el nuevo procurador, Abel Cornejo, encargado de nombrar a los fiscales. “Volví entusiasmada. Van a impulsar la investigación. Porque hasta el momento en la Justicia no hay nada que nos explique qué pasó con mi hija”, asegura la mamá de la joven que fue vista por última vez el 8 de julio de 2011 en Salta.
“María desapareció en plena feria judicial. Nos tocó un juez desastroso. El mismo que actuó en el caso de las turistas francesas asesinadas. Se perdieron los primeros días, que son clave, y ya pasaron más de ocho años”, asegura María del Carmen, ilusionada con el nuevo que equipo de investigadores que será nombrado en los próximos días.
Además, señala que le abrió el camino Ana Fernández, mamá de Cintia, asesinada tres meses después de la desaparición de María. “Ganó un juicio muy grande: metió preso al jefe de la policía y una banda de encubridores”, cuenta María del Carmen, quien perdió a su marido en abril del 2014, en un accidente automovilístico mientras seguía una pista de su hija en La Pampa.
“Nunca tuvimos dinero para contratar un investigador privado. Estuvimos muchos años a tientas”, asegura, pero agrega que desde que asumió Germán Garavano, ministro de Justicia y Derechos Humanos, le asignaron un abogado querellante que lleva el caso hace dos años.
“Antes de las redes sociales, si una persona se perdía yo tenía que hablar con el periodista para que la búsqueda saliera al día siguiente en la edición papel o en el noticiero. Perdíamos un tiempo crucial. Las redes sociales democratizaron el modelo”, asegura Carr para referirse a todo lo que no había cuando desaparecieron Sofía Herrera, María Cash, Bruno Gentiletti y tantos otros.
“Inventamos un sistema de búsqueda que se llama Alerta Solidario. Desde que existe Whatsapp, en toda la Argentina tenemos 11 mil voluntarios conectados con su celular. Cuando alguien se pierde, chequeamos con el juzgado, disparamos el mensaje y en 530 ciudades en 22 minutos está la imagen de la persona. De 350 búsquedas, 290 son exitosas gracias a Whatsapp”, asegura Carr. “Por eso es tan importante que estemos súper conectados en eventos masivos”, agrega.
“Todos los domingos, cuando voy a misa, le rezo a la virgen de Lujan. Yo voy por mi hija, pero hay muchos más. Por momentos es desesperante, pero hay que seguir compartiendo su foto. Tenemos que saber dónde está”, asegura María del Carmen, madre de María Cash
“Cuando Sofi desapareció no había ni señal. Ahora buscamos a mi hija con una imagen actualizada por peritos y dibujantes. Vamos con remeras y tarjetitas -cómodas y chiquitas para llevar a todos lados- que llevan la cara de mi hija. Ella hoy tiene 14 años, por cumplir los 15. No hay que dejar que la búsqueda se apague. Alguien puede ver la cara de Sofi y recordar algo”, asegura la mamá de Sofía Herrera, que participa de la peregrinación a Lujan por primera vez en su vida.
“Su ausencia es una herida que no cierra. Todo el tiempo nos preguntamos dónde está, qué pasó y quién la tiene. Pero tenemos la esperanza de que esté con vida en algún lugar. Nunca se encontró nada que indique que mi hija no está sobre la faz de la tierra”, apunta María Elena. Y cuenta que vive abocada a la pesquisa de su hija, pero que además tiene a Giuliana, de diez años, que nació cuatro meses después de la desaparición de Sofía. “Creció con la búsqueda de su hermana. Quiero que tenga una linda niñez”, agrega.
“Trato de conservar la fuerza del primer día, pero a veces entro en crisis con la fe. Hace tanto que buscamos a Sofi. Pero sí: Dios existe y los milagros también”, asegura María Elena y vuelve a pedir que la foto de su hija siga circulando: “Todo pasa muy rápido. Una noticia tapa a la otra y la gente se va olvidando. Pero Sofi puede estar entre nosotros”.
Mientras tanto, María del Carmen, que llega a Luján con las piernas infiltradas y también participa de la peregrinación por primera vez, confía: “Todos los domingos, cuando voy a misa, le rezo a la virgen de Lujan. Yo voy por mi hija, pero hay muchos más. Por momentos es desesperante, pero hay que seguir compartiendo su foto. Tenemos que saber dónde está”.
Fuente: Infobae