Pasó la expectativa que se generó por el primer debate presidencial, en el que participaron el domingo desde la provincia de Santa Fe los seis candidatos que competirán el próximo 27 de octubre en las elecciones generales, pero quedaron flotando en el ambiente varios pasajes tensos, sin anestesia y polémicos que se generaron con sus respectivas repercusiones.
Buenos Aires.- Sobre todo porque fue un intercambio «sin red», debido a que se desarrolló con transmisión en vivo y los protagonistas no pudieron contar con el guión de sus exposiciones. Pero no todos se desenvolvieron a la altura de lo esperado.
Así surgen diversas preguntas vinculadas al después de este evento: ¿Quiénes fueron los grandes ganadores y perdedores de la noche?¿Cómo repercutirá en las elecciones su desempeño en este «enfrentamiento» dialéctico?
Para intentar dilucidar estos interrogantes, con el clima caliente de fondo que dejó el duelo político, iProfesional consultó a distintos analistas reconocidos para conocer sus opiniones y conclusiones sobre el desempeño de estos seis actores, dentro del que se encontrará el que será elegido Presidente de la Nación en pocas semanas.
En especial, el foco estuvo puesto en los dos máximos candidatos: Alberto Fernández y Mauricio Macri. Pero los que poseen menos intención de voto también aprovecharon para «mostrarse» al público con distinto tipo de estrategias.
Para los politólogos, el debate no dejó grandes sorpresas y se desarrolló dentro del escenario esperado, con pocas propuestas y puntos a favor y en contra para los candidatos de Frente de Todos y Juntos para el Cambio.
«No sé si se puede de hablar de ganadores o perdedores, no veo demasiada sorpresa a lo que esperábamos. Alberto Fernández hizo claramente antimacrismo y focalizado en responder con mucha contundencia a Macri, al que no le entendí bien su estrategia. No la entendí bien, parece defender a su gobierno con ideas que son un poco contradictorias», resume a iProfesional Julio Burdman.
En este sentido, Diego Reynoso, analista político de UDESA/Conicet, resume: «Creo que todos estamos igual antes y después del debate», para aclarar que justamente este intercambio se juega en el post debate, cuando vienen las interpretaciones, «cuando se destacan cosas que por ahí por la velocidad pasan desapercibidas».
El aspecto en que, quizás, fue la coincidencia general es que se invirtieron los roles esperados, ya que en la previa se estimaba que Macri iba a ser el que salga a «atacar» y Fernández el que busque no confrontar debido a que es el que va al frente de la elección, según el contundente resultado a favor que obtuvo en las PASO.
En ese sentido, José María Rodríguez Sarachaga, comunicador político que fue asesor de Macri cuando fue jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, indica que en términos generales podría decirse que tanto Macri como Fernández «consolidaron sus votos», pero en el estilo, por momentos, «parecía que Alberto era el que llevaba 20 puntos abajo y salió a ganar el debate, con sus malos modos y ‘patoterismo’, mientras Macri fue a no perderlo».
Esto es graficado por Carlos Fara al opinar que el Presidente pareció que fue a buscar un empate, «una especie de 0 a 0, salió con poca energía, siendo que era el que más tenía que arriesgar».
Así, al revés de lo que se pensaba, Alberto Fernández, que «debía salir moderado para tirar la pelota a fuera porque no necesitaba este debate, salió a buscar el partido, con mucha fuerza y muy apuntado sobre Macri, acusándolo de desinformado, incapaz y que no conoce la realidad», agrega.
Por otro lado, el guion del Presidente fue catalogado como «bastante flojo, hubo un par de intentos de tirar piñas al mencionar las declaraciones críticas que hizo Alberto sobre Cristina antes que sea candidato (que nunca él respondió) y al nombrar a Kicillof con sus dichos sobre el narcotráfico», completa Rodríguez Sarachaga.
Ganadores y perdedores
En el balance, la mayoría de los analistas coinciden que Alberto Fernández fue el ganador del debate por algunos «puntos», aunque se le critica el estilo agresivo que puede ser contraproducente para aquél indeciso de clase media que busca alternativas.
«Alberto gana el debate pero estuvo un toque agresivo», analiza Gustavo Córdoba.
Reynoso acota que también, en general, lo vió como «el mejor», porque fue el que estuvo más informado en temas más amplios.
Al respecto, Cristian Buttie, director de CB Consultora, indica a iProfesional que Mauricio Macri pudo esquivar los «contundentes ataques que recibió».
Y acota que Fernández posiblemente «tenga que mejorar la comunicación no verbal de cara al próximo debate porque le faltó preparación». En ello se puntualiza en sus gestos acusadores y agresivos hacia el Presidente, que lo «van a terminar mostrando cómo soberbio».
Un estilo que le puede jugar en contra porque «tiene el mayor caudal de votantes, y a eso se suma que tuvo que definirse en temas sensibles como la despenalización del aborto».
En cuanto a Macri, Buttie considera que perdió un poco porque quedó expuesto «su fracaso de gestión, pero supo cómo desviar el foco de atención».
Por el lado de Fara, opina que lo mejor de Macri fue el cierre que hizo de su exposición, porque capitalizó los gestos agresivos que tuvo Fernández relacionándolo directamente a la vinculación de estilos con el kirchnerismo.
Los demás
En cuanto al desempeño de los otros cuatro candidatos, el gran ganador entre ellos fue José Luís Espert porque se considera que se mostró contundente, tranquilo y con mayor empatía a «su nicho (chico) de potenciales votantes», dice Buttie.
En cambio, se considera que entre los «perdedores» se ubicó Gómez Centurión, porque hubo coincidencia que no pudo cerrar ningún proyecto ni propuesta, «aunque se mostró duro, cómo quieren sus votantes», agrega el director de CB Consultores.
También hubo críticas al desempeño de Del Caño, en cuanto a que no demostró fortaleza y correspondencia en su exposición con las propuestas y debate que se le pide a un candidato presidencial. Y tampoco se salvó Lavagna, porque se lo califica que «fuera del tema económico, no sé luce», finaliza Reynoso.-