El vicepresidente de CAME aspira al consenso de distintas fuerzas políticas en el próximo gobierno, reunidas en un eventual consejo económico, para modificar el mapa impositivo en el territorio y regionalizar los tributos. Expuso la dificultad para un productor del norte de la Argentina que paga el 21% de IVA al igual que las localidades con puertos cercanos, que ha llevado a una concentración en cuatro o cinco distritos de toda la población y la actividad. También planteó la necesidad de atender la “frontera caliente”, desde donde ingresa mercadería de contrabando que llega a Tierra del Fuego, con incentivos fiscales similares a los que aplican países vecinos como Brasil. Respecto de las promesas de campaña, como la prórroga del subrégimen industrial o la eliminación de aportes y contribuciones para nuevos empleados, espera que se concreten.
Río Grande.- El vicepresidente de CAME, Diego Navarro, fue consultado por Radio Universidad 93.5 sobre los preanuncios del gobierno nacional que todavía no se han concretado, como la prórroga del subrégimen industrial para Tierra del Fuego. “Esperamos que la prórroga se dé y que sea algo positivo. Lo mismo anunció en su momento el candidato Alberto Fernández, que firmó un acta-compromiso, así que sería bueno que esto se consolide, porque todos sabemos la importancia que tiene el subrégimen industrial para nuestra ciudad y para toda la provincia. Evidentemente necesitamos cosas consolidadas, no anuncios. Esperamos que esos anuncios avancen con las normativas correspondientes en lo inmediato”, dijo.
“Por otro lado hay muchas medidas que se están anunciando, pero por el momento no se concretan. Estamos escuchando anuncios de incorporación de nuevos empleados sin pago de aportes y contribuciones, que es un anuncio importante, pero las complicaciones las tenemos hoy y los aportes que pagamos hoy son los que nos están agobiando y no nos permiten ser competitivos en el marco regional con los países vecinos. Estamos en una asfixia generalizada. Nos han dado una cantidad de cuotas importantes para subsanar problemas que hay con ANSES en Tierra del Fuego, con AFIP a nivel nacional, para los tributos que se pagan. Hay muchas empresas chicas que están pasándolo muy mal. Los planes están bárbaros y son un aliento, pero siguen sin entender que las pymes no podemos pagarle a los abogados de la AFIP el 5, el 10 ó el 13%, depende de la situación de deuda que se tenga, en una sola cuota. El Estado hace un esfuerzo fantástico al refinanciar la deuda, pero el abogado que ya cobra un sueldo, aparte exige un pago del 5 al 13% según la situación legal de la deuda. Esto lo hemos planteado desde hace mucho tiempo y no se ha resuelto”, cuestionó.
Consideró que “esto es una doble imposición, porque los contribuyentes a través de los impuestos ya les pagan sueldos importantes a los abogados de AFIP, porque son empleados de la institución, y no veo por qué tenemos que volver a pagar estos porcentajes. Además, no hay ninguna flexibilización en cuotas para el pago de los honorarios. Son cientos de miles de pequeñas empresas o emprendimientos unipersonales con esta situación”, aseguró.
Federalismo en serio
“Otro tema que planteamos fuertemente son políticas federales de fortalecimiento en cada uno de los lugares de nuestro país. Esas políticas tienen que ser económicas y tiene que haber una diferenciación, porque no es lo mismo alguien que produce soja en Salta, lejos de los puertos, al que se le hacen las mismas retenciones y tiene que pagar los mismos impuestos que quien está en la pampa húmeda, cerca de los puertos”, sostuvo sobre la necesidad de redefinir el mapa impositivo y regionalizarlo.
“Esto ha producido en décadas que haya una gran concentración poblacional en nuestro país en cuatro o cinco jurisdicciones. En la zona de la pampa húmeda tenemos los dos tercios de la población, casi 30 millones de habitantes; y el 80% de nuestro territorio no tiene esa densidad poblacional. Si una empresa crece en cualquier provincia, tiene que ir a ubicarse a esa zona, porque de lo contrario no puede seguir prosperando. Si no hay políticas federales de fortalecimiento a cada una de las provincias, vamos a estar mal. No pueden ser todas por igual y pagar el 21% de IVA en Buenos Aires y en Jujuy. A lo mejor hay que diferenciar productos, rubros, actividades y regiones, tratando de beneficiar a las pequeñas empresas. En la zona norte tenemos la frontera caliente porque la mayor parte del contrabando que se vende en las saladitas entra por la frontera norte. En Paraguay hay un IVA del 10% y hay asimetrías que hacen que esto no funcione”, expresó.
“Es como tener una estancia de diez mil hectáreas y, porque la ruta pasa por un costado, se trabaja nada más con un 20%. Esto viene pasando desde hace décadas y por eso se da la concentración poblacional y de PBI en cuatro o cinco jurisdicciones. Es lo que tenemos que cambiar con un programa federal, y espero que se haga, de lo contrario no tenemos salida y vamos a seguir intensificando esta agonía que llevamos desde décadas”, advirtió.
“Además, el país tiene una economía en negro que promedia el 40% en general, y uno de los lugares donde más economía en negro hay es la frontera norte, en Jujuy, Salta, Formosa, Misiones, Chaco. Todo eso es un colador de mercadería, de procesos irregulares y, si es un colador de mercadería, también lo es para males sociales como la droga. Entiendo que si puede pasar mercadería, puede pasar cualquier cosa. Como es inmanejable esa situación por el tipo de frontera que tenemos, hay que generar un equilibrio competitivo. Esto lo hace Brasil, que genera ciudades gemelas y, cuando tienen una ciudad enfrente de otra en un país vecino, baja los costos impositivos para que no los invadan de productos”, mencionó.
“Se pueden poner todas las restricciones para que la mercadería no pase, y de hecho están, porque en la frontera norte existen las mismas medidas aduaneras que tenemos nosotros con Chile, pero nosotros tenemos una frontera dura; primero, porque Chile es un país serio, y segundo porque está la cordillera y barreras naturales que impiden que ocurra lo mismo que en la frontera norte”, comparó.
Remarcó que es posible una diferenciación impositiva, porque el estado no resignaría recaudación sino todo lo contrario: “En ese sector hay casi un 70% de economía en negro y eso hace dos tercios en pago de IVA, Ganancias, pago de contribuciones. Para no perder esos dos tercios, se puede bajar una proporción de los impuestos y exigir más, con mayor presión fiscal para que no invadan con mercadería de afuera. El problema es que esa mercadería no queda en esas tres o cuatro provincias, sino que va pasando por distintos lugares del país y llega hasta Tierra del Fuego también”, sostuvo.
La diferenciación también debería tener en cuenta el contexto provincial. “Nosotros no tenemos turistas como Ushuaia. Tenemos gente que está reclamando todos los días ante necesidades que no sabe cómo llevar adelante. La gente de Ushuaia no tiene el nerviosismo ni la tensión con que vive la gente de Río Grande”, observó.
“Lo que mejor podemos hacer es ponernos todos el overol y trabajar juntos, que haya un consenso a nivel nacional, que se trabaje en un consejo económico y todas las partes converjan en entendernos y no en ver si salen mejor posicionados”, concluyó.