El productor Carlos Verategua aseguró que el proyecto que elevó la gobernadora Bertone “está consensuado por la amplia mayoría de los legisladores” y espera que la ley se apruebe “lo antes posible”. Afirmó que hay voluntad de los chacareros de pagar su tierra y que el incentivo que implica esta ley está movilizando a los emprendedores que hoy solamente abastecen a su familia, a avanzar en producciones a mayor escala. Actualmente son 157 las chacras que producen para comercialización, de las 365 relevadas en 2019. Las perspectivas son de un polo productivo no sólo de huertas, dado que ya hay producción avícola y de porcinos, y se está trabajando en la diversificación para el cultivo de hongos y frutas finas en un futuro.
Río Grande.- El presidente de la asociación Selk’nam, que nuclea a huerteros y chacareros de la margen sur, Carlos Verategua, dialogó con Radio Fueguina sobre el reclamo de aprobación de la le de expropiación, para poder contar con su título de propiedad.
Esperan que se defina en lo que resta del período legislativo y “lo antes posible”, dado que “este proyecto está consensuado por la amplia mayoría de los legisladores. Con cada uno de ellos hemos hablado y también con los jefes de bloque. Estamos trabajando para que antes de fin de año se sancione la ley que mandó el Ejecutivo a la Legislatura, que es un proyecto similar a la ley 848 aprobada en 2011. Esa ley se aprobó por unanimidad, fue promulgada y publicada en el Boletín Oficial”, recordó.
“Yo creo que se va a aprobar en noviembre y confiamos en la voluntad política que tienen los legisladores y el Ejecutivo provincial. Estamos en conversaciones continuamente y nos han pedido opinión para mejorar la ley, cambiar algunos artículos; pero hay voces que no están muy enteradas de este problema, de cuántas chacras hay en actividad y qué se produce en la zona”, dijo, ante los cuestionamientos sobre todo de los legisladores electos de FORJA.
Informó que “se hizo un relevamiento en 2017 y se encontraron 327 chacras. Las chacras antiguas tienen media hectárea y después de sancionada la ley 848 fueron todas chacras de 50 por 50 metros. Hay gente que está hace más de veinte años y tiene otro tipo de emprendimientos. El estado no estuvo presente y tampoco se soñaba en 2011 con hacer un polo productivo de agricultura familiar, así que hay bloqueras, talleres mecánicos y otros emprendimientos. Está previsto en la ley acordar con ellos, porque hay gente que compró y tiene título de propiedad, y es inamovible. Los que pagaron se quedan ahí, y para los que no hemos pagado se recurre a esta ley, para que comencemos a pagar al estado”, explicó.
“La ley dice que si el estado pone 200 millones o equis cantidad de dinero, todos los chacareros los tenemos que devolver en un plazo que será acordado con nosotros. Ni la gobernadora ni la Legislatura pueden poner el precio, porque el precio lo puso el Tribunal de Tasación. Primero se fijó el valor en la ley 848 y ahora hay una nueva tasación en este proyecto de ley. Hoy tenemos la sección K, que es la que se va a expropiar, y está formada por tres macizos muy grandes. A veces hay cuatro o cinco manzanas en un macizo; luego están las parcelas, que se dividen en chacras. Por ejemplo en el macizo 67 hay tres parcelas pero existen 82 chacras de 50 por 50 metros. Nunca pagamos nada porque nunca tuvimos la oportunidad de pagar”, aclaró.
Asimismo, dejó el interrogante sobre el destino del dinero para la expropiación en la gestión Ríos, dado que “en la ley de 2011 dice que el dinero para la expropiación iba a ser del fondo de la soja. Ese era un dinero con destino específico y no podía pasar a Rentas Generales. Si pasó a Rentas Generales, alguien violó la ley 6 de contabilidad”, advirtió.
Más participación
Los productores reclaman ser parte de las decisiones y es una de las modificaciones al proyecto de ley. “En 2011 la autoridad de aplicación era el IPV y estamos pidiendo que se integren dos representantes por los chacareros, para ayudar al estado a regularizar. Además puede estar el Ministerio de Obras Públicas y el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, que sería la parte técnica. Pero no queremos que en esta comisión participen ocho o nueve entidades, porque no se va a terminar nunca de entregar la tierra”, dijo, dado que según el proyecto estarían participando el INTA y el SENASA.
“Los legisladores aceptaron la propuesta y la llevaron para acordar con sus pares. Por supuesto los chacareros van a trabajar ad honorem, y van a ayudar porque conocen el terreno, son vecinos que conviven con nosotros y va a permitir acelerar el trámite”, aseguró.
Más que lechuga
Respecto de la producción y quiénes están en plena actividad, dijo que “hoy hay 365 chacras, por el relevamiento que se hizo en 2019. En 2017 eran 342 pero, al no estar regularizada la situación, muchos vecinos partieron sus chacras y vendieron la mitad. De los 365, son 157 los que están produciendo. De este grupo tenemos una superficie cubierta de invernaderos de 9.400 metros cuadrados. En el rubro de lechuga, producimos 33.000 kilos en una temporada, que va a los comercios de nuestros barrios, a las ferias. También tenemos muchas aves de corral y ya no son chacras solamente sino granjas. Tenemos gallinas, patos y cerdos. Hoy la cría de cerdos está controlada por el Municipio, que amplió el matadero y ahora todos los chacareros llevan sus cerdos ahí”.
“Nos queda solucionar el problema del alimento, porque hoy no nos permite tener un cerdo competitivo en el mercado. Nuestros cerdos están mejor alimentados y cuidados, pero el precio todavía no es competitivo, porque el costo del alimento balanceado es tremendamente alto. Con la lechuga tenemos un precio muy competitivo y no tenemos techo. Es mucho lo que se puede lograr. También plantamos ajo, arvejas, habas de muy buena calidad, y papas. La producción no alcanza para abastecer los supermercados pero esa es nuestra meta. La gente va a buscar los productos en forma permanente y ya saben los horarios de trabajo de las chacras. Llega gente de todos los barrios, no solamente van de la margen sur. Van a comprar huevos frescos de buena calidad, porque son huevos camperos, y la docena está a 120 pesos. En este caso el precio tiene que ver con el alimento balanceado y la calidad. El maple se está vendiendo a 250 pesos”, precisó.
Consultado sobre las 212 chacras que no producen para comercializar, detalló que “hay chacras produciendo pero en baja escala, a nivel familiar. Los 157 que trabajamos en forma intensiva vendemos a los comercios, pero el resto abastece a su familia, no es que están sin hacer nada”.
También planteó el problema de perros cimarrones que deben enfrentar: “Vienen muchos perros sobre todo en verano, que son cimarrones, y atacan las gallinas. No podemos asegurar nuestras gallinas porque no tenemos la tenencia de la tierra. Se cierran los predios pero los perros cavan y están acostumbrados a ‘tunelear’ y entran en los corrales de las gallinas”, aseveró.
“Los productores están pidiendo un impulso del estado, porque el sector estuvo abandonado durante más de veinte años. Yo hace ocho años que estoy, pero hay gente que está hace veinte años, y han estado sin luz, sin agua, sin caminos, sin nada, así que es poco lo que podían hacer. Ahora la Municipalidad nos va a dejar agua en tanques, y con eso hacemos riego. Después recogemos agua de lluvia en los viveros y con eso regamos nuestras plantas. Nosotros queremos que todos produzcan para vender, no solamente para su familia. Si sale la ley, ya la situación va a ser distinta. Ya están poniendo manos a la obra porque faltaba este empujoncito de nuestros legisladores. Nosotros tenemos mucha esperanza y el 60% de los nuevos chacareros son jóvenes. A veces son hijos o nietos nuestros que agarraron la pala y empezaron a sembrar. Nosotros estamos haciendo un gran esfuerzo familiar y queremos pagar nuestra tierra”, subrayó.
“No queremos que nos regalen nada, es más, nunca nos regalaron nada. Queremos hacer de nuestra tierra una forma de inversión para que nuestros hijos inviertan, ya sea en riego, en goteo, en más invernaderos, porque no se puede sembrar al aire libre. Con el vivero solamente necesitamos sol y que no llegue el viento para que crezca la verdura. Queremos ensayar frutas finas pero primero estamos trabajando con el Ministerio de Agricultura en un proyecto de hongos”, concluyó Verategua.