La UIA discutió el tema en su reunión de comité ejecutivo y está en permanente diálogo con CNI, su par del país vecino. A su vez, los industriales paulistas pidieron un encuentro con la Cámara de Importadores
Buenos Aires.- El triunfo de Alberto Fernández y las recientes declaraciones del mandatario de Brasil, Jair Bolsonaro, contra el mandatario electo del Frente de Todos acrecentaron la preocupación del sector privado de ambos países por el futuro del Mercosur, a meses de haberse cerrado el acuerdo de libre comercio con la Unión Europea.
En este contexto, se multiplicaron las comunicaciones entre diversas cámaras empresarias y ya hay algunos encuentros previstos para los próximos días, tendientes a analizar cómo proceder, en conjunto, para que la política no entorpezca los avances en materia comercial, no sólo a nivel bilateral, sino con el resto del mundo.
El tema fue debatido en la reunión del comité ejecutivo de la UIA de esta semana, en la que los industriales se mostraron particularmente preocupados ante la posibilidad de que, en el actual contexto político, se avance con una fuerte reducción del Arancel Externo Común (AEC), que impulsa fuertemente Brasil. El objetivo del bloque, antes de las PASO, era avanzar hacia un trabajo conjunto tendiente a reducir el arancel de forma gradual y poder hacer algún anuncio en la cumbre del Mercosur del 5 de diciembre. Pero el resultado electoral cambió todos los planes del Gobierno de Mauricio Macri. Aseguran en la Cancillería que se abocarán a la “transición ordenada” y que cualquier negociación con los países del bloque en este sentido deberá estar consensuada con el equipo de Fernández.
La semana próxima habrá reuniones a nivel técnico del Mercosur en Brasilia y, aún en el caso de que se avance poco hasta diciembre, los industriales están preocupados por la tensión que pueda generarse en el bloque por la presión brasileña. Y la inquietud no es sólo de los empresarios nacionales, sino también los del vecino país. El director de la Federación de Industrias de San Pablo (FIESP), Thomaz Zanotto, se comunicó con los representantes de la Cámara de Importadores (CIRA) para pedirles una reunión para los próximos días, ya que tiene agendado un viaje a Buenos Aires.
La CIRA tenía pendiente un encuentro con el titular de la FIESP, Paulo Skaf, a mediados de año para coordinar una estrategia conjunta del sector privado que potencie el Mercosur y para que los países avancen más firmemente en la eliminación de las trabas que frenan el comercio. Pero por el escenario electoral fue cancelado. “Hoy estamos trabajando en un paper de trabajo sobre el tema, sobre lo que queremos respecto del bloque. Pero un poco a la retaguardia debido a las palabras recientes de Bolsonaro”, dijeron en la cámara.
A su vez, la UIA está en permanente contacto con la Confederación Nacional de Industria (CNI) de Brasil, a través del Consejo Empresarial Brasil-Argentina (Cembraer). “Hace poco hubo una reunión del consejo y el tema del AEC fue central. Quedó planteada la necesidad de que se convoque a los sectores privados y que para realizar una baja del arancel debe haber pleno consenso”, planteó una fuente de la entidad fabril. También mantiene contactos fluidos la Cámara Argentina de Comercio (CAC) con las cámaras de los países del bloque a través de la Confederación de Cámaras de Comercio del Mercosur.
Período de transición
Mientras los equipos técnicos de la Cancillería se preparan para viajar a Brasilia la semana próxima para mantener encuentros con sus pares del Mercosur, los funcionarios políticos están a la espera, como en todos los ministerios, de que el presidente electo designe los interlocutores para avanzar en la transición en cada área.
Según las fuentes consultadas, no se esperan demasiados progresos debido al actual momento político, pero en el Gobierno también remarcan que “si no se hace nada, Brasil puede interpretar que no hay avances y entorpecer el camino”. “Vamos a estar consultándolo con el equipo de transición, ya que dependiendo de qué se haga y en qué sectores, la baja del AEC puede ser muy interesante para la competitividad argentina, por ejemplo en bienes de capital y tecnológicos”, agregó la fuente.
De todas maneras, la posición nacional siempre fue negociar esta reducción en línea con lo acordado en el acuerdo con Europa, mientras que el objetivo de Brasil era avanzar más rápido.