Después de 17 meses y 17 días, el Banco Central volvió a poner en marcha la «maquinita» para financiar al Tesoro. Así, el 21 de noviembre, el organismo monetario giró a Hacienda adelantos transitorios por $20.000 millones, en su primera transferencia a través de este instrumento desde el 4 de junio de 2018.
Buenos Aires.- Atrás quedaron las promesas de «emisión cero» que Guido Sandleris selló con las autoridades del Fondo Monetario Internacional y la de Federico Sturzenegger, aquel fatídico 28 de diciembre de 2017, cuando a pedido de la Jefatura de Gabinete modificó las metas de inflación y a cambio consiguió ir reduciendo la financiación del BCRA al Tesoro.
La emisión no sorprendió al mercado, ya que hace casi un mes, el 29 de octubre, el presidente Mauricio Macri había autorizado por medio del Decreto 740/2019 a que el Central financie al Tesoro con hasta $400.000 millones.
«Se sabía que algún momento esta emisión iba a llegar, lo grueso del déficit fiscal se corre a partir de estos días», explica Gabriel Caamaño, economista de la Consultora Ledesma, quien aclara que no necesariamente se tiene que utilizar todo el monto permitido por ese decreto.
El economista, sin embargo, considera que de esos $400.000 millones se va a usar una porción considerable, ya que con los mercados cerrados hoy en día la caja del Central es la principal fuente de financiamiento que hay para evitar echar manos a las reservas internacionales. «Lo lógico sería que guarden las reservas netas para los vencimientos en moneda extranjera», señala Caamaño.
Para Amilcar Collante, economista de Cesur, también era esperable que tarde o temrpano el BCRA encendiera la maquinita, ya que «no hay acceso al crédito externo, ni al interno tras el reperfilamiento, con lo cual el mercado voluntario de deuda quedó frenado».
Cómo cierra el año el Tesoro
En la misma línea, Martín Kalos, economista jefe de Elypsis, comenta que era esperable que la emisión de pesos se produjera en estas fechas, y advierte que este es la primera operación de muchas otras que habrá hasta fin de año. «Esto es una primera etapa de emisión, puede haber más en la medida que sea necesario durante diciembre para hacer frente al grueso de gastos que siempre hay en el último mes del año».
En un informe privado que mandaron sólo a sus clientes, Elypsis estimó que sin contar estos $20.000 millones que giró el BCRA, Hacienda necesitaba financiamiento por $448.100 millones para cerrar el Programa Financiero de este año.
Así, la consultora realizó un ejercicio para ver el impacto que tendría sobre el Programa Financiero el giro de los $400.000 millones permitidos por el Gobierno, y llega a la conclusión de que quedaría prácticamente cubierto. «El saldo restante puede completarse con el saldo de Aportes del Tesoro Nacional, deuda flotante o eventualmente algún giro adicional de parte de las utilidades del BCRA correspondientes al año 2018 (de las cuales quedan aún $371.000 millones disponibles)», agrega en el informe.
La clave, más allá del impacto que tenga sobre las cuentas del Tesoro es el efecto que pueda tener esta emisión de pesos sobre la inflación. «Una vez que el Gobierno use esos pesos para financiar gasto, esa emisión se inyecta directamente al circulante, a diferencia de la emisión que venimos viendo por el desarme de Leliq, que en su mayoría quedó en encajes, o de la que generan las compras de divisas que depende de lo que hagan con esos pesos los exportadores, que son los que venden las divisas», remarca Caamaño.
El último informe diario de Delphos Investment hace mención a las liquidaciones del agro y las ubican como uno de los principales factores de compras de divisas del Central, que alcanzaron los 1.850 millones de dólares desde las elecciones. «Este fenómeno, sumado al desarme de Leliq, impulsó una expansión de la base en torno a un 14% en este periodo que fue levemente contrastado mediante una reciente colocación de pases aspirando $22.815 millones en la segunda quincena de noviembre», comenta el estudio.
El impacto en precios
Pero esta emisión es distinta. «Esto ya impacta, va directo al circulante», como sostiene Caamaño, aunque advierte que también hay que tener en cuenta que en estos meses aumenta la demanda estacional de pesos. «Ahora hay un poco de demanda estacional de pesos, que ya arrancó, y que va a seguir hasta enero», explica.
Por eso, el grueso va a empezar a impactar cuando ese pico de demanda estacional de pesos «pegue la vuelta», como dice Caamaño, que es cerca de mitad de enero, y ahí habrá que ver que medida toma el nuevo Gobierno para evitar que esos pesos vayan a la inflación.
«Algo de impacto va a haber pero probablemente con el pico estacional de la demanda de pesos no lo veamos tan rápido en el corto plazo», destaca el economista de Consultora Ledesma.
Algo parecido es el argumento que este lunes utilizó el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza para justificar la emisión de pesos para financiar al Tesoro, ya que dijo que mientras esté en línea con la demanda de dinero no tendrá impacto sobre el nivel general de precios.
Collante hace la misma distinción que Caamaño respecto al tipo de emisión y advierte que ésta sí tendrás un impacto sobre la emisión, ya que la que se vio en las últimas semanas prácticamente se fue a encajes. «A partir de ahora va a tener impacto no sólo en crecimiento de la base monetaria sino también en el circulante y ahí hay que ver cómo impacta no sólo en la inflación sino también en la brecha cambiaria», asegura el economista de Cesur.
Con el cepo cambiario, agrega, el tipo de cambio oficial está controlado, pero el riesgo es que se empiece a mover un poco el blue y la brecha se amplíe. «Hoy la brecha está en parámetros normales, pero hay que ver hasta qué margen el Gobierno utiliza esos $400.000 millones», destaca.
Por lo pronto, el BCRA da por descontado que el acuerdo con el FMI ya no corre más. Lo demostró en el mercado de cambios, con intervenciones fuera de lo establecido con el organismo y se ve ahora, reactivando los adelantos transitorios, una movida que se había comprometido a no realizar.
Si uno se pone más purista, con estas medidas las autoridades del BCRA se desdicen de lo que habían prometido hace algunos meses, ya que en marzo de este año el propio Guido Sandleris no sólo aseguraban que en 2019 serían nulos los adelantos transitorios sino que adelantaba que iban a enviar un proyecto de Ley de Carta Orgánica al Congreso en el cual se prohibiría financiar al Tesoro con adelantos transitorios, algo que finalmente nunca ocurrió.