La escalada inflacionaria que siguió a la corrida y devaluación post PASO golpeó de lleno en los bolsillos de los trabajadores. De acuerdo al índice de salarios que publicó ayer el INDEC y que incluye tanto al sector formal como al informal, los ingresos laborales se desplomaron 3% real sólo durante septiembre. En términos interanuales, cayeron 7,5%, un dato muy preocupante ya que compara contra el mismo mes de 2018, que fue el peor de la era Cambiemos. En los tres primeros trimestres de 2019, el poder adquisitivo acumuló una baja del 5,7%.
Buenos Aires.- El organismo estadístico precisó que hubo un alza nominal del conjunto de los salarios del 2,7% respecto de agosto. Así, quedaron muy por debajo de la inflación, que en el noveno mes marcó el pico anual del 5,9%, y perdieron 3% en términos reales.
Pese a que el deterioro fue generalizado, no todos los sectores lo sufrieron por igual. Entre los asalariados privados formales, la caída mensual fue del 3,1% y en términos interanuales acumuló 5,9%. Por el ingreso de una cuota de aumento de algunos convenios, los empleados públicos tuvieron una baja apenas más leve: 2,2% y 5,6%, respectivamente.
De esta forma, el sector registrado totalizó un retroceso real en su poder adquisitivo del 2,7% mensual y del 5,8%. Con esta caída, los salarios formales acumulan un derrumbe real del 19,2% entre noviembre de 2015 y septiembre pasado (deflactado por el IPC-CABA). De acuerdo al índice Ripte de la Secretaría de Seguridad Social, que ya se actualizó hasta octubre, el desplome acumulado es del 20,1%.
Pero sin dudas la peor parte se la llevaron los trabajadores informales, que no tienen representación gremial y son más vulnerables a las situaciones de crisis. Según el Indec, sólo en el noveno mes perdieron 4,2% y en términos interanuales, 14%.
Será muy importante seguir de cerca la evolución de los salarios de este sector: si continúan las caídas abruptas en el último trimestre, se reflejarán en un nuevo deterioro de los indicadores sociales ya que los asalariados no registrados son, en general, los más cercanos a la línea de pobreza, hoy ubicada en un 35,4%.
«En los meses que siguen de 2019 los salarios se seguirán resintiendo de la mano de aumentos en distintos servicios de uso generalizado, como la telefonía, la nafta y la salud», proyectó la analista de la consultora LCG Julia Segoviano.